Incondicional (nagi y Elizabeth) Libro I

CONFESIÓN DE AMOR

Juntaron algo de ropa y ambos se fueron de la escuela, la aldea de los Zombies no estaba demasiado lejos. Aún así Elizabeth tenía muchísimo miedo de no poder llegar a tiempo. Por primera vez en su vida se  sentía aterrorizada sin saber qué pasaría, qué haría en cuanto su abuela muera.

Estaría completamente sola. Si no hubiese sido por el calor de la mano de Nagi ella habría enloquecido. Aquellas calles que antes le resultaban comunes ahora le resultaban excesivamente distantes y extrañas. De repente todo le parecía extraño. 
- Abuela - murmuró angustiada
- Tranquila  -. Nagi acarició su brazo reconfortandola 
Una vez que el carruaje llegó al bosque que rodeaba la aldea de los Zombies se bajaron. Tenían que atravesarlo a pie. Luego pasaron la entrada secreta que tantas veces solía usar para escapar de la aldea, soñando con poder tener una vida diferente en otro lugar lejos de allí. Era la primera vez que Elizabeth regresaba en muchos meses. La angustia la embargaba a tal punto que no se fijó en nada ni en nadie.

Nagi, en cambio, se mostró maravillado al llegar. No se perdió ningún detalle de lo poco que pudo ver. Era la primera vez que entraba a la aldea Zombie y a pesar de la situación que lo había llevado hasta allí, estaba verdaderamente fascinado. 
- ¿Este es el pueblo donde vivías Elizabeth? 
- Si... perdón Nagi... perdón por hacer que me acompañes hasta aquí. Debería animarme un poco...pero...yo...
- No te preocupes, yo fui el que quiso venir - él le sonrió con su acostumbrada alegría, hecho que le levantó un poco el ánimo. - Por cierto ¿Tenemos que atravesar ese agujero en la pared? ¿No hay una entrada más grande? 
- Si, la hay. Pero este es el camino más rápido.
- ¿Lo hiciste tú misma Elizabeth? 
- No, lo encontré. Creo que soy la única que sabe de su existencia.
- Ya veo - contestó él - Lamento molestarte con mi curiosidad. Bueno, será mejor que nos apuremos.
- En una situación diferente te mostraría más cosas. No me molestas. Ven es por aquí
Ella le tomó la mano y lo condujo rumbo a su casa. En silencio y lo.mas veloz que les fue posible llegaron a la casa donde vivía ella y su abuela.

- ¡Abuela! 
La anciana se presentó ante ellos con una sonrisa, como si no estuviese por morir. Se la veía rebosante de salud. Así eran los Zombies. Nagi notó que no perdió su belleza a pesar del paso de los años.
- Oh, me pareció oír unos pasos muy familiares. Eras tú ¿Regresaste?
- ¡Si! Me dijieron que estabas muy mal abuela.
De pronto ella sintió que algo se movía en el aire a su alrededor ¿Qué era eso? Prestó atención pero no pudo descubrir nada
- ¿Elizabeth? ¿Qué sucede?  - preguntó su abuela
- Emmm...¿Hay alguien más aquí? - quiso saber Elizabeth
- El doctor acaba de irse - contestó su abuela - Por cierto ¿Quién es este caballero?
La abuela miró detenidamente a Nagi que permanecía de pie detrás de Elizabeth mirando todo en silencio.
- Em...es...eh...
- Es un placer conocerla, mi nombre es Nagi. Soy compañero de clases de Elizabeth. Soy un hombre invisible
- Un hombre invisible....mmmm....ya veo... gracias por cuidar de mi nieta 
- Oh, ella es la cuida de mi. Eso no importa ¿Cómo se siente?
- Bueno...un poco mejor. Lamento que tengas que verme en este estado, apuesto a que te causa impresión. Lo lamento mucho
- No, no me molesta en lo más mínimo. Elizabeth me contó muchas cosas sobre los Zombies. Además no tiene mal aspecto, al menos esa es mi opinión - él sonrió tiernamente
-Me alegra oírte decir eso.- dijo la abuela - Elizabeth parece que conociste gente maravillosa en el mundo exterior.
- Si abuela, yo también lo pienso así. Me divierto mucho y todo gracias a la compañía de Nagi. Aprendí muchas cosas útiles gracias a él
- ¿De verdad? Eso es muy bueno  - luego se dirigió a él - Sr. Nagi ¿Podría cuidar de Elizabeth por mi?

- ¡Abuela! 
- Ella desconoce muchas cosas. No entiende por qué los zombies tienen tanto miedo a envejecer. Por qué somos pocos los que no prestamos atención a eso. La he sobre protegido y por eso no lo sabe. Pero aún así, vió el mundo exterior y te ha conocido. Te trajo aquí. Eso significa que eres muy especial para ella.
- Bueno....emmm....- Nagi empezó a enrojecerse - No sé que piensa de mi, pero... Elizabeth es una persona muy importante para mí
-¡¿Nagi?!
- Oh... gracias - dijo la anciana - Elizabeth ¿Ya encontraste las respuestas que buscabas? Te preguntabas por qué temian envecejer ¿Cierto? Por tu reacción entiendo que aún no hallaste la respuesta. Por ser mi bisnieta te explicaré algunas cosas antes de morir - La anciana estaba sentada en su sillón favorito - ¿Qué sucedería si empiezas a envejecer ahora mismo? 
- ¿Ahora mismo? 
- Si, ahora mismo frente a Nagi. ¿Qué sucedería si comenzarás a envejecer frente a él? ¿Qué sentirás si tú pierdes tu belleza y juventud mientras que él permanece así...joven y bello. 
- ¿Cómo me sentiría?

Instintivamente ella miró a Nagi, tan hermoso y jovial. Si comenzará a envejecer se volvería fea frente a Nagi. Ya no podría seguir mirándolo a la cara. De repente recordó las palabras de él "Cuando te ví por primera vez me sorprendí. Eres muy hermosa y amable. Indepentemente de tu clase, eres maravillosa. No importa si estás despierta o dormida, eres hermosa. También lo eres cuando te sonrojas".

Sus palabras golpearon su mente y su corazón. Si se volvía vieja se volvería fea y él ya no le diría ese tipo de cosas. De hecho ya no la miraría seguramente. Quizás hasta sienta asco al verla cómo envejece y va perdiendo su belleza juvenil. Los invisibles ni los de las otras razas no envejecen nunca. Solo lo hacen los Zombies por eso y otras cosas es que son la clase más baja de todas. Elizabeth se puso pálida de solo pensarlo siquiera.

- Creo que todos quieren vivir y ser bellos - siguió la anciana - Incluso en los recuerdos de lo seres amados. Esto te explica por qué los zombies nos aislamos también
- Ser bellos - murmuró Elizabeth
Esas palabras la impactaron más de lo que quiso aceptar, quizás se deba por tratarse de una Zombie o a lo mejor sea por sus sentimientos hacia Nagi
- Una vez que conoces el amor, querida bisnieta, no quieres que esa persona te vea envejecer y decaer. ¿Qué tal si al verte en ese estado Nagi deja de amarte? Incluso sin amor, una vez que te dicen lo bella que eres, para todo zombie es difícil dejar de pensar en ello. No somos lo suficientemente fuertes para aceptar eso.




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