-Oye - escuchó la voz de lejos - Ksi, oye - la voz comenzaba a acercarse cuando abrió repentinamente los ojos.
Estaba todo borroso y confuso pero lentamente la situación adquiría sentido, tenía a Tau frente a ella, al parecer sacudiéndola un poco.
-Por fin despiertas - le dijo sonriente, estaba arrodillado frente a ella.
Él la ayudó a levantarse lentamente, mientras ella se ponía de pie entendiendo y recordando las horas anteriores. Cuando ella lo miró a los ojos no pudo evitar mirar el cielo que tenía un color azul muy oscuro, ya era de noche.
-El cielo - exclamó ella al darse cuenta.
-Si, ya anocheció, espero que hayas dormido bien.
-Ni me había dado cuenta, lo siento - admitió avergonzada.
-Está bien, no te hubiera despertado de no haber sido necesario. Harrison nos está llamando, creo que dijo algo de cenar.
Ella asintió con la cabeza, para comenzar a caminar por donde él le estaba indicando. Juntos llegaron a donde se encontraban la mayoría de evaluados reunidos, cada grupo con su encargado, por lo que ambos se dirigían con Harrison.
-Bien - dijo mirándolos - Me parece que esperamos demasiado por lo que voy a pasar a comentarles algunas cosas, empezando por algunas reglas, deben tenerlas siempre presentes.
Todas las miradas dirigidas a Harrison adoptaron un semblante preocupante.
-No desperdicien recursos, comida, medicina, uniforme y herramientas que se les van a entregar para las pruebas. Las pruebas son obligatorias, a menos que tengan lesiones lo suficientemente graves. Ir sólo a lugares autorizados, los cuidadores no tienen el permiso de detenerlos pero yo sí, y no me gusta que me molesten por imprudencias. La última y no menos importante, nada de parejas, nada de relaciones entre ustedes- Harrison levantó la vista para señalar a todo el grupo en modo de advertencia.
A Ksi la última regla le parecía algo extraña, estaban en una situación en la que estaban en peligro, debían sobrevivir y estar atento a todo, no entendía a quien se le ocurriría tomar aquello tan a la ligera que tuviera tiempo para relaciones.
-Ahora voy a explicarles un poco de los días aquí dentro, espero puedan amoldarse sobre todo a los horarios, los levantaremos 7 a.m., almuerzo a la 1 p.m., el refrigerio será entregado a las 6 p.m. y la cena a las 10 p.m..
-¿Cómo vamos a saber la hora para esas cosas?- sonó la voz aguda de Iota entre todos.
-Por ahora nosotros los dirigentes les vamos a estar diciendo, al igual que los altavoces - se aclaró la garganta para continuar - Sobre las actividades, las pruebas psicológicas serán por la mañana y el entrenamiento físico por la tarde. Para dormir, cada grupo tiene su cabaña con literas, ustedes pueden elegir las que quieran, los evaluados duermen arriba y abajo los cuidadores. - dijo mirando a las cabañas que tenía a su derecha.
Eran cabañas mucho más bajas que el galpón del inicio, por más que tuvieran el techo de dos inclinaciones. Por fuera se podía ver que estaban hechas de chapa de un color muy oscuro, eran angostas pero largas, en sus laterales se podían ver pequeñas ventanas que formaban una hilera.
-Una pregunta - Equis había comenzado a hablar - ¿Durante las pruebas nuestros cuidadores van a ayudarnos?
-No, sus cuidadores se van a quedar por fuera del límite de la prueba para observarlos, esa será su única tarea. - se quedó pensativo un momento para luego añadir - Una última cosa sumamente importante, a las 11p.m. será el toque de queda, todos deberán estar en sus camas preferentemente dormidos y si alguno no se despierta comenzaremos el día sin esa persona, con su consecuencia correspondiente.
-¿Y cual es? - Esta vez fue Gamma quien hizo la pregunta
-Les recomiendo no averiguar. - Harrison se dio media vuelta añadiendo - Y ahora, que tengan una buena cena.
Al comenzar a caminar sentía como algo resbalaba por su manga y recordó, lo suficientemente tarde, que aún llevaba la barra de cereal, ya estaba en el suelo. Con mucha velocidad Tau la levantó, sin poder evitar hacer ruido, por lo que algunos del grupo se voltearon a verlo curiosos pero al no descubrir nada siguieron normalmente.
-¿Cómo tienes una si cuando las entregaron estabas dormida? - le susurró él en su oído.
Ella se sintió un poco incómoda con su cercanía.
-Phillip.
Sólo eso bastó para que Tau le dirigiera una mirada seria al pelirrojo, mientras la escondía en uno de sus bolsillos junto a la barra que le había guardado a ella, a lo que el cuidador respondió con un levantamiento de hombros divertido. Ksi no quería tener problemas por lo que decidió seguir al grupo ignorándolos.
Ingresaron al galpón principal, ya no había rastro de atril, ni de las filas de sillas, si no que en el interior había tablones de punta a punta, acompañado de largos asientos. Al final de ellos se encontraban las cocinas, donde comenzaba la fila de los evaluados que tenían bandejas metálicas en sus manos. Siguieron en silencio a Harrison hasta el final de la fila para formarse y esperar su turno, los cuidadores fueron a buscar una bandeja para su evaluado y se las tendieron, ellos automáticamente las tomaron.
-¡Siguiente! - gritó la cocinera a cargo para que la fila avanzara.
Fueron pasando uno por uno, a medida que las cocineras les servían en sus bandejas se iban acomodando en los tablones de acuerdo a su preferencia. Ksi miraba como la cocinera le ponía un cucharón de verduras y un pedazo de carne, junto con una manzana.
Ya estaban sentados, todo el grupo en el mismo tablón, mientras que los cuidadores se habían separado de ellos y tenían su propia sección de tablones más cercanos a la salida.
Ksi había comenzado a probar la comida lentamente, con desconfianza y le sorprendía los distintos sabores dependiendo de la verdura que elegía, estaban cortadas en dados de distintos colores, le llamó la atención uno de color morado pero al probarlo su expresión llamó la atención de una compañera.