Edad Media, un mundo donde existía la lealtad, la valentía, el honor y la hechicería, aunque esta última no sea bien vista. Siendo que en la sociedad los consideraban el centro del problema o el punto de inicio desde que el primer rey fue asesinado por uno. Todo lo que tenía que ver con la magia, era una deshonra para el que la manejara y para el mundo en si según toda la sociedad, aunque ellos fueran buenos. Por ejemplo, un hombre cuyo nombre es Daniel. Un joven hombre amable y bondadoso que usaba sus conocimientos y habilidades para curar gente enferma, hasta gente con heridas graves. Ese hombre siempre fue maltratado por la sociedad desde los 9 años, es huérfano desde los 5, así que nadie podía defenderlo de esos abusos. Pero siempre veía bondad en el interior de todos. Ese hombre regresando a su cabaña, lejana al reino, encontró a una niña entre hojas secas temblando por el horrendo frio de invierno, la recogió y la llevo hacia su hogar para poder cuidarla y darle lo necesario, el joven hombre la adopto como su hija un tiempo después. Con el paso de los años, Daniel le iba enseñando la magia a su hija, teniendo potencial en su interior siendo que aprendió de propia cuenta conjuros que eran para hacer daño. Su padre le comento que esa magia no era bien vista, que solo la usaría si llega a ser un momento de emergencia. Los años transcurrieron, la joven ya casi cumplía los 18 años, su padre fue injustamente acusado por un homicidio, siendo que los caballeros eternos encontraron su hogar, entrando y tomándolo para llevarlo a la ‘justicia’. Ahora era turno de su hija devolverle el favor que le hizo hace años. Era su turno de salvarlo.
Editado: 01.10.2019