Penúltimo capitulo.
Eiren:
Todo había sucedido tan rápido.
En un chasquido de dedos había perdido prácticamente todo lo que me mantenía estable. Ahora siento que camino sin algún rumbo fijo. Me siento tan vacía que no pensé que esa sensación que pensé que me ayudaría, dolería. Cada día me he mantenido sedada, con aquella anestesia que solo Jarel puede proveerme. El miedo me abruma cuando aquel bálsamo da el indicio de desaparecer, sé que no podré soportar aquel suplicio, ese dolor que se instaló en mi corazón y en mi ser.
Estoy sola y esa sensación es arrasadora.
En la casa permanece un silencio sepulcral capaz de elevar cada vello de mi cuerpo, me estremece y me recuerda lo desagradable que es mi vida. Han pasado diversos días en los cuales pensé que me reconfortaría, que superaría el hecho de que mis padres están en la cárcel y que a mi hermanita se la llevaron hacia el hogar de mi tía Elsie para que pudiera recuperarme sin alterarla. Mis pensamientos resultaron estar equivocados, el dolor sigue carcomiéndome, destrozándome.
Recuerdo cuando fui a declarar todo lo que sabía acerca de mi violación, Abraham y Elissa estaban ahí, vueltos un mar de lágrimas mientras me escuchaban decir de la forma más cruda posible todo lo que había rememorado. En ese momento pude escuchar la cinta que Jarel había logrado grabar y es impresionante como otra herida emocional se me fue abierta.
Dios mío.
Lo que había oído no eran mis padres, eran dos individuos totalmente enfermos que buscaban zafarse de los problemas que conllevaban sus espantosas acciones. Creí que mi madre no había divulgado algo que delatara a su esposo por miedo de que este la lastimara posteriormente, pero no fue así, estaba muy equivocada. La relación toxica que ellos llevaban era otro nivel, rozando lo inimaginable. Abraham la manipulaba y ella caía rendida a sus pies sin importarle que segundos atrás se sentía horrible al sentirse participe de mi abuso. Eliss siquiera se disculpó, no rogó que la perdonara, solo lloraba mientras exclamaba con sus ojos que dejara pasar esta situación, que los ayudara a salir y que nuestras vidas continuaran como si nada hubiese sucedido.
Eso ocasionó que la cólera aumentara, que me diera igual la cantidad de años que ellos duraran tras las rejas. Por supuesto, ese furor no duró demasiado porque siguen siendo mis padres, los seres que me dieron la vida. Me escuece saber que no los volveré a ver, que me lastimaron y que por sus actos destrozaron toda una familia.
Leia viene casi todos los días a mi casa luego de la universidad, prácticamente se viene conmigo al salir de clases. Quiere hacerme compañía, ayudarme a salir de este pozo sin fondo y sacarme por lo menos una sonrisa a diario. Le conté lo que había sucedido y creo que eso le provocó una crisis emocional impactante, lloró tanto que al final tuve que consolarla.
Intento ir a la universidad como si nada hubiese pasado, me pongo al día con las evaluaciones, me dirijo un rato hacia un pequeño parque para distraerme y luego regreso a casa, donde vuelvo a deprimirme.
Jarel ha sido un gran soporte como siempre, es la persona que hace que no enloquezca y cometa acciones que puedan costarme la vida. Sin embargo, sigue con sus actitudes inusitadas, esas que hacen que nunca se me olvide lo que es y lo que puede ser capaz de realizar. Lo amo, claro que lo hago, pero el temor que siento por él nunca disminuye y creo que es inteligente de mi parte tener eso en mente.
Doy un respingo en mi asiento cuando se oyen los aplausos de los estudiantes a mí alrededor cuando el documental termina. El profesor sonríe genuinamente al notar que los alumnos se sintieron a gusto con su dinámica clase, la cual, a duras penas pude prestarle atención. Y es que, ¿Cómo mostrar interés en eso cuando a mi lado esta Audel y siento que su aura renegrida me asfixia? Inclusive, mientras el salón estaba a oscuras para que se reflejara la película en el telón, podía notar su intensa mirada sobre mí, puedo jurar que a veces soltaba risillas al percatarse de mi incomodidad.
Esta clase no es parte de mi carrera, simplemente es una actividad extra que al formar parte puedes adquirir un punto en una de las materias más bajas que tengas. No pensé que el familiar de Jarel iba a formar parte de ella, de lo contrario, jamás hubiese entrado a este salón.
Los estudiantes se levantan y salen del aula mientras el profesor se entretiene en desconectar la laptop y los demás aparatos. Trago saliva cuando caigo en cuenta que Audel no se para y hay algo en mí que ocasiona que yo tampoco lo haga. Me cuesta creer que esa persona a mi costado tenía un padre que fue asesinado por el papá del chico que más quiero y que aparte tiene habilidades de las cuales desconozco.
Escucho una risa ronca de su parte y es por ese sonido que volteo para atisbarlo, la oscuridad de la estancia hace que se me dificulte ver cada una de sus facciones a detalle.
—Me impresiona —comenta, ladeando levemente su rostro para seguir escudriñándome. Frunzo el ceño al no entender a qué se refiere —pensé que al venir a este mundo, se encargaría de estar con alguien más... —Me observa con burla —relevante. —Culmina su oración, la cual me hace inquietar de alguna manera. Sé que se refiere a Jarel.
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Editado: 12.03.2021