"El inicio."
Creo que todos llegamos a pensar que al entrar a la preparatoria todo cambiará, ya saben, la mayoría entramos a preparatorias nuevas y no conocemos a nadie, nuevos amigos, nuevos ligues, fiestas, alcohol, diversión y yo no negaré eso, solo imaginen ser la nueva de la escuela, eso es lo que soy yo. A mis padres se les ocurrió de la grandiosa idea se cambiarme de escuela para los últimos 2 semestres de la preparatoria.
Ahora mi pregunta es ¿enserio disfrute todo eso? Me vi envuelta en todo tipo de problemas y realmente no sé si valió la pena, todo pasó en un solo año, el último que quedaba para terminar con todo, después de este año mis padres me dejarían libre ya que me iré a la universidad, bueno, eso sí entro a alguna, espero que si me acepten.
Todo esto tiene una historia de fondo, pensándolo bien son varias historias, pero ya se las iré contando en su momento. Les contare un poco sobre mí para que me conozcan algo.
Yo me considero muy normal, no soy popular, tampoco soy una nerd, soy una estudiante promedio, me considero guapa (hay que tener autoestima), mido más o menos 1.58/1.60, tengo el pelo un poco largo, soy pelirroja y bueno, como ya lo dije antes, soy normal, yo era la típica persona que pasaba desapercibida o al menos eso era antes de conocerlos, si a esos del equipo de americano. Ah, y mi nombre es, bueno eso no importa, nunca le importa a nadie, lo importante es el apellido, Walker. Soy una Walker.
Todo empezó en mi último año de preparatoria, justo ayer terminé, y no estuvo mal pero pudo estar mejor si él no se hubiera ido.
Seré más específica y contare todo dese el principio, todo comenzó aquel día, eran principios de septiembre, era mi primer día de clases y yo no conocía a nadie, para mi suerte todos ya tenían grupos de amigos ya que yo era la nueva, ¿que se supone que hiciera? No iba a llegar con un grupo de persona a saludarlas, eso no se me daba muy bien.
Ese día tomé las primeras 3 clases sola, sentada al fondo, ya habría tiempo para que hiciera amigo, aunque no estaba segura si quería tener amigos ya que si son como en mi antiguo instituto preferiría estar sola.
Solo escuchaba las risas de ese chico, creo que se llama ¿Jones? Bueno ese tiene que ser su apellido, estaba sentado a mi lado y no paraba de reírse junto a sus amigos, ya estaba un poco harta así que tome la iniciativa y le hable, solo para que guardara silencio.
— ¿Quieres callarte un rato? —puse los ojos en blanco, no me deja escuchar la clase dese hace un rato.
— Preferiría no hacerlo, pero si me das un buen motivo, podría intentar no hacer tanto ruido —sonrío amablemente.
— El motivo es que eres muy molesto y ya no te quiero escuchar —lo solté así sin más, soné tajante pero me daba igual.
— Oh vamos, no te enojes, creo que te verías más linda si sonrieras un poquito —sonrió de lado.
Bueno, tal vez me precipite, no es tan molesto, pero creo que insinuó que me veo mal si no sonrío, a lo mejor sí debería sonreír un poco, pero no a él.
<< Ya te gusto, eh. >>
Ugh, claro que no, solo admití que no era molesto.
— Ya no seré tan escandaloso, pero quiero saber, ¿está todo bien?
¿Por qué no lo estaría? ¿Tan mal me veo?
<< Ya le gustaste. >>
¿Gustarle yo a alguien? Ja, eso es imposible, solo es amable porque supongo que me veo fatal.
— ¿Porque no lo estaría? ¿Me veo mal o qué?
— No es eso, te vez bien, solo no sé, luces confundida e irritada —hizo una mueca—, pero tal vez son ideas mías, ni siquiera te conozco y no creo que tú tengas ganas de conocerme.
Si tengo ganas de conocerte, me llamaste mucho la atención pero no te lo diré, no puedo abrirme con nadie, eso es lo que siempre me han dicho mis hermanos, si dejo que alguien me conozca bien me harán daño, como a ellos.
— Tienes razón, no nos conocemos y no lo haremos —eso sonó más seco de lo que me gustaría, pero da igual; termine de guardar mis cosas en la mochila ya que la clase había terminado, y salí del salón.
Pasaron mis otras clases y no volví a tener contacto con nadie más, o eso hasta que fue la hora de irme a casa. Mis papás no confiaban en mí para irme sola a la casa, así que tendría que regresar con mi hermano, uno de los más populares de la escuela.
No me molesta que mis hermanos sean populares, solo no quiero que nadie se entere que ellos son mi familia ya que no quiero que nadie me trate diferente por ser de una familia de prestigio y dinero. Aparte si se enteran me pasara lo de siempre, solo se juntaran conmigo para llegar a ellos.
— Listo, vamos a casa hermanita —Dylan, mi hermano, sonrió y me quito la mochila del hombro—, yo llevo esto.
— Tardaste mucho y muero de hambre.
— Tenía unos asuntos pendientes que resolver, me tocó con el peor profesor de matemáticas, creen que por tener dinero soy un idiota —suspiro—, son estereotipos de mierda.
— ¿Estás seguro que solo es eso? ¿No habrás tarado por cierta chica? —si lo insinué, no es que el siempre estén con chicas, no es mujeriego, pero hay una en especial.