Indeleble [infinitos #1]

Capítulo 19

Es un capítulo bastante corto, pero Javier merece un capítulo para el solo, aparte menciona algo que será importante, pongan atención ;) no olviden votar y comentar.

 

"Días especiales."
 


Javier Walker

¿Algo que nadie esperaba de mí? Que renunciara.

Efectivamente renuncie al único trabajo que he tenido que era de pago dijo, prestaciones, etc.

¿Por qué? Por qué odiaba trabajar para esa compañía.

Nunca me lleve bien con ninguna persona que trabajaba ahí, ni siquiera quise hacer el intento de tener amigos ya que todos me daban pena, en realidad nadie se esforzaba en hacer su trabajo bien o en al menos hacer algo de su trabajo. Lo soporte porque con eso estaba pagando mi camioneta.

Ahora que he pagado por completo mi camioneta he renunciado a ese estúpido trabajo.

No sé qué les hizo creer que filtrar mi número telefónico sería una buena promoción. Termine desechando mi teléfono ya que se sobrecalentó de tantos mensajes e hizo un corto circuito.

Compre otro en el cual solo tenía el número de mi familia y de personas importantes, se reducía a unos 20 contactos a lo mucho.

Entre esos contactos se encontraban Jones, Sebastián Meyer y dos chicos de la universidad. Lo demás era familia.

Justo hoy había quedado con Jones y Dylan para ir a comprar regalos de navidad, ninguno tenía idea de que se tenía que regalar estas fechas por lo cual nos ayudaríamos entre los 3.

Llegue al centro comercial, estacione mi auto y entre a una de las tiendas, era de joyería, tal vez le compraría algo a mi madre de aquí. Mientras revisaba algunos collares entro una llamada de Santiago.

— ¿Ya llegaste? Voy entrando y no te encuentro.

— Estoy en la primera tienda a la derecha.

— Vale, ya te vi, vamos para allá.

Colgó el teléfono y se acercaron a donde yo estaba, habían venido ambos juntos en el coche de Jones.

— ¿Qué compraremos en esta tienda exactamente?

— Busco algo para mi madre, ¿me ayudan?

— Claro.

Después de media hora de estar buscando elegí un collar y Dylan unos aretes, hacían juego según la señorita que nos atendió, el regalo perfecto para mi madre.

Fuimos a varias tiendas de ropa donde compramos sudaderas, chamarras, blusas y suéteres para nuestras familias. De la familia solo nos faltaba comprarle a Elena, solo Dylan tenía su regalo, de gente externa a Dylan le faltaba comprarle el regalo a Karina y le compraría algo a Erick; y a Jones le faltaba comprarle regalo a sus amigos del equipo.

— No sé qué comprarle a Elena.

— Yo tengo una idea, peor si quieres checamos primero lo tuyo —sugirió Jones.

— Se me ocurre comprarle un perfume.

Entramos a una tienda y tras estar media hora oliendo perfumes pude elegir uno que sabía que le gustaría. Saliendo entramos a otra tienda donde Jones compro carteras y relojes para sus amigos, Dylan compro un reloj para Erick.

Por lo que tenía claro solo faltaba el regalo de Jones para Elena y de Dylan para Karina.

— Bueno. ¿Qué les compraran?

— Tenía pensado en un vestido para Karina, Elena lo comprara ya que no se de las tallas —aclaro Dylan.

— Bueno, yo iré a la librería, ¿vienen?

Asentimos y lo seguimos. Al entrar el pregunto directamente por la saga de Harry Potter, Elena ya tenía la versión de los libros que con el lomo forman el castillo de Hogwarts. Supongo que compraría otra versión.

— Ya está, los tengo.

— ¿Qué compraste?

— La saga de Harry Potter.

— Ya la tiene.

— Esta es la versión de los libros de Hufflepuff.

— ¿Todos los libros?

— Sí.

— Wow, si quieres a Elena —dijo Dylan desconcertado—. Esos libros, bueno en esa versión son bastante caros.

— Lo vale. Ahora vamos a casa.

Salimos del centro comercial, ellos se fueron en el coche de Jones y yo en mi camioneta, fuimos a la casa de Jones ya que nos permitió guardar todos los regalos ahí.

Después de guardar todo en su armario, nos acomodamos en cuarto para jugar con su consola.

— Jones, a ti no te lo he dicho. Después de vacaciones me iré a vivir a España.

— ¿Y eso? ¿Trabajo?

— Algo así

— Pues te deseo todo el éxito hermano.

— Sé que faltan días pero quiero darte las gracias. Has cambiado la vida de mi familia, incluyéndome, por completo, para bien. Haces nuestros días especiales, Jones.

— Javier, tú y tú familia son inefables.

— Ya va, no uses tu amplio vocabulario con nosotros.




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