Prólogo

Siempre solían decir que el amor dolía, otros que no debería de doler.

Yo experimenté ambos.

Uno me subió en un pedestal, me demostró que las historias podían ser bonitas, para luego caerme en un abismo cuando el cuento llegó al final.

Demoré en recuperarme más de lo que hubiera deseado, las pesadillas al principio fueron recurrentes, fueron cesando a medida que pasaba el tiempo.

Aún recordaba sus palabras, me torturaban cada que alguien mencionaba su nombre.

—Es mejor para ambos. —No podía verme a la cara, directamente a los ojos—. No tendremos el tiempo para continuar, cuando tu estés libre yo estaré ocupado o viceversa.

Vi su mirada, marcando una clara determinación. Pocas veces veía esa mirada, estaba claro que no era una broma, esto iba en serio. Y no había vuelta atrás.

Así que hui, decidí mudarme a otro país. Dejar a mi familia, amigos, todo.

¿Sirvió? Si, conocí grandes amigos.

Hasta que me tocó volver y volví a enamorarme. Y lo más increíble, de mi mejor amigo.

Si, Seth cambió todo parámetro en mi vida.

Con él nada dolía, no había pesadillas, no había soledad, me sentía segura.

Desde el inicio él estuvo ahí, sin embargo, a veces nos cegamos a la idea de que esa persona que tu ves como solo un amigo se pueda convertir en la persona ideal para ti, en tu contraste, en tu complemento.

No lo veía como mi mitad, aprendí que yo era mi mitad. Que yo podía hacer cualquier cosa, pero quería hacerlo con él.

Quería ese futuro anhelado con él, disfrutar los atardeceres con él, hasta organizar un estúpido con él, podía imaginarme mil escenarios patéticos solo para disfrutarlo con él.

No había dudas, ni pesimismo. Sabía que juntos éramos algo indescriptible.

¿Aún podría remediarlo todo? O era tarde para pedir perdón.

Si tuviera que regresar en el tiempo, te diría todo lo que siento por ti Seth. Eres… estúpidamente perfecto. Y que tonta fui al tardarme tanto en verlo.

—Pensé que hablaríamos después… tú lo sabes.

—No hay nada de que hablar, debes partir a Colombia. Termina de alistar tu maleta, Valentina te espera.

—De acuerdo. Solo quiero que sepas que esto está pasando solo porque tu lo quieres así.

—Lo sé.

Quiero decirte que… Te amo Seth.

Nota: 

Bienvenid@s a los que recién leen esta parte y muchas gracias a los que ya leyeron la versión antigua. Este libro tiene dos partes: pasado y presente. El presente inicia desde el capítulo 21, pueden empezar a leer desde ahí o desde inicio para entender mejor la historia. 

Al finalizar el libro, escribiré de donde nació la idea de esta historia, y algunas curiosidades. Leere sus comentarios, sería de gran ayuda saber sus opiniones. 

Besosss