Indio... ¡prohibido Morir!

La Entrevista

Allí estábamos, sentados en la grama verde del parque, con la brisa fresca de una mañana soleada, el cielo era de un azul claro intenso y estaban esas nubes esponjosas y grandes sobre nosotros enterándose del cuento; habíamos hecho un paseo, vimos los animales que aún quedaban en el zoo, unas tortugas viejas, las tortugas viven muchos años y no sé qué tanto más pudieran vivir en cautiverio, vimos unos cuantos monitos traviesos, balanceándose de un lado a otro en lianas o cuerdas colgadas en lugares estratégicos para evitar que se aburran tanto, vimos también los cocodrilos o caimanes que no tienen gracia ya que solo están allí callados, casi inmóviles esperando tal vez con inmensa paciencia que algún tonto caiga cerca para desayunárselo, estaban paseando los pavorreales, algunos haciendo sus bailes que enamoran a la hembra de la especie, caminando altivos y con la arrogancia de esos viejos atletas que llegan a la tercera edad con el entusiasmo y el cuerpo duro todavía en algunos casos más guapos que un hombre joven, el indio no era atleta pero no estaba despaturrado ni era feo, aunque no era mi tipo; las aves que aún quedaban en el parque no eran de una fauna muy extensa, un par de guacamayas, distintos tipos de loros, un cóndor viejo, y estos que sacan los ojos… o eso he escuchado decir en el refrán. No es un parque pequeño, había un área que hace muchos años atrás albergaba una jirafa y ahora solo tenía chivos, ovejas, patos, pavos, también una lagunita verde donde estaba posado en su esplendor aquel patito feo que se convirtió en un majestuoso animal. Le pregunte: ¿Cómo eras cuando estabas pequeño?

Cuando era pequeño yo… iba para el colegio, después que salía me iba a jugar metra, metra y trompo, papagayo, bueno… un día una cosa y otro día otra; en la noche llegaba, me bañaba, comía y a dormir, al día siguiente igual, (pensó durante un largo rato y con nostalgia) y mis papas… cuando yo era pequeño, ¡ah bueno!… lo que hacían era trabajar, esos casi no se comunicaban con uno, llegaban era a dormir (se ríe) ¡y, si claro! uno siempre salía con ellos, pero bueno… ¡No! Del carajo te diré; mi madre bueno… ni hablar, consentían mucho a uno, era un niño mimado, la recuerdo a ella que en ese tiempo era alta, blanca, elegante; este… todo lo daba para uno, primero sus hijos y lo demás bueno… trabajaba si, ella trabajaba en una cocina ¡jefa de cocina me acuerdo!, siempre la iba a buscar y todo (se ríe) ¡oíste! ¡cuando cobraba claro!, estaba carajito, íbamos todos, tendría ponle ¿qué? ocho años ¡más o menos! Ella trabajaba en un restaurante, era la que cocinaba y la jefa de todas ahí en la cocina, era la que probaba la comida antes de salí… y toda esa broma, la carne y todo eso, ¡claro! ella dejo de trabajar por lo… (hace un largo silencio recordando) ¡ah! porque claro ya mi papá dijo que él trabajaba y que ella no trabajara más, mi mamá y mi papá siempre vivían juntos, ¡siempre! Y mi papá…bueno mi papá hacía de toda vaina te diré, de todo, o sea manejaba camión, trabajaba en un ¿cómo es?… en un trapiche, ese es broma de hacer caña de azúcar, donde hacen papelón y vainas así, me acuerdo de eso… y después bueno, en la Universidad y está jubilado; trabajó en la Universidad Central de Venezuela y lo jubilaron, ahí trabajaba en un laboratorio de bioquímica, lo jubilaron y bueno... vive de eso ya, ya no trabajó más, toma aguardiente ¡siempre! toda la vida tomó ¡de borracho! pero no escandaloso, ¡borracho! y llegaba a dormir, siempre del trabajo a la casa, eso sí, y todavía ¡llega es bien rascao´ y listo!; a las diez de la noche es a dormir… bien, te diré que conmigo eran bien, te diré que no me tengo que quejar; mi papá siempre nos llevaba dulces, esperaba que llegara la tarde para que me llevara los dulces… eso es lo que… porque en ese tiempo uno no compartía así, que si vamos pal´ parque, ¡nada de eso! La vida era difícil también; nunca me… me jodieron una sola vez, ¡eso si me acuerdo! porque saque en el colegio cero ocho ¿no? entonces le borre el cero y le puse un uno, dieciocho tú sabes, entonces mi mama me descubrió y cuando me agarró, del colegio me dio una paliza; esa fue la única vez que me pegó, me mando a bañar y cuando sintió la agüita entro, ¡aja! Pero es la única vez que me pegó, uno tampoco era tan tremendo así, (piensa) bueno…

Hasta que fui creciendo y dejé, bueno… empecé a patinar, patineta, patines, en ese tiempo no había patineta sino patines, este… ¡ah! me iba a buscar mangos, con los demás amigos… empezábamos a tomar caña blanca, cocuy me acuerdo (riéndose) ¡ligábamos! ¡Eh!… bueno hasta que crecí, empecé a tener novias, ir pa´ fiestas, pa´ playa… tenía un hermano mayor, pero ese… ese lo mataron, tenía diecinueve años cuando lo mataron, yo tenía doce, lo mataron por defender un amigo de él, que le dieron una cachetada y salió el a… y llegaron cuatro tipos y lo mataron… con un punzón en el corazón y el tipo lo pagó y todo, al tipo lo remataron en treinta años, (piensa y mira hacia el cielo) era el mayor, él trabajaba en ese tiempo no me acuerdo donde, en la Yaguara era, pero no me acuerdo… de mi mamá no se me olvida cuando… ¡coño! cuando mataron a mi hermano, la vi que se tiró al piso, lloraba, bueno… ¡quería morirse! estaba yo carajito me acuerdo, y bueno… recuerdo que, en ese día, yo dije… ¡algún día!... ¡por eso es que uno no puede decir esa vaina! “algún día” voy a caer preso pa´ mata a ese tipo que mato a mi hermano, dije yo carajito.

Yo llegué donde ese tipo estuvo ¡fíjate tu eso! cuando yo llegué a San Juan de los Morros al tipo lo habían matado y no sabía ¡qué casualidad!... (Piensa) porque al tipo lo remataron en treinta años, (mira y hace mueca con el entrecejo) y yo cuando llegue a San Juan llegue a buscar al tipo ¡oíste! con el nombre y todo… y como más o menos con los años que llevaba ahí saben rápido quien es; y el tipo lo habían matado, cuando mataron a un poco de gente que mataron, entre esos habían matado al tipo ¡eso recuerdo yo que estaba carajito! ¡Y esas palabras!... ¡Y esas palabras! Y fíjate llegue allá, nunca me lo pensé que… y te diré… yo creo que hubiese visto a ese tipo y busco de hacerle algo... ¡oíste! porque ya lo había pensado… en mi casa normal, caraotita con arroz, tajadita, carne mechadita… este… postura de gallo (se ríe) travesura de gallo, y picante oíste ¡eso sí!, en la casa se come picante ¡bueno! yo por lo menos como y toda mi familia… este… ¡me querían mucho y me quieren todavía! ¡oíste! la familia mía... toda mi familia me quiere, por ese lado te digo… bueno… mi casa igualita esta, ¡eh! si es grande, porque es grande, es primer piso abajo, tiene entradas diferentes. ¡Ah! pero donde vivía antes ¿no?… ¡cuando era chiquito! tiene entradas diferentes a las otras, es de tres pisos, se entra por el primero y el otro que tiene otras escaleras extras; recuerdo que uno llegaba con la moto ahí… siempre paraban las motos, la bicicleta ahí mismo, uno metía la moto pa´ entro e´ la casa, siempre tuve moto. Ahora es que no me gusta ¡bueno pa´ que tu veas! la primera moto la compre trabajando.




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