¿Y después qué indio, qué paso después de la guerra de las galaxias? Me dijo: Llegue fue pa´ observación otra vez, pa´ otra broma… y de allí, me acuerdo que llamé a un vigilante y le dije: ¡mándame pa´ pabellón! Pa´ no viví allí, porque yo sabía que ya estaba metió´ en un lío, y me dijo: “¡Ah! Quieres ir a malandrear” y le dije bueno… mándame pa´ donde tú quieras y me mando pa´ uno que era el pabellón más malo que había; el tipo me mando pa´ allá ¡mándame pa´ donde tú quieras! yo ya sabía que estaba preso, yo sabía que iba a pagar años ¡estoy cometiendo un delito!
Me mandaron pal´… uno me acuerdo, ahí había un poco e gente de Carapita, pero me mandaron pa´ donde no estaban ellos, llegue y bueno… me dieron una cama el mismo día, había cinco camas y habían veinte y pico durmiendo ahí y llegando… y de una vez me dieron una, un amigo de Carapita, “¡esta cama es tuya!” y se bajó el tipo de su cama ¡NO! el tipo se iba de traslado fue… y me la dio, me dijo “bueno voy de traslado pal´ rodeo, esta cama es tuya”, me la dio… me quede ahí y bueno… tuve que pelear por esa cama sabes, que empiezan a quitártela, buscan de robarte y vaina y bueno… tienes que pelear a juro, es fuerte eso, bueno viví ahí ¿coño… cuanto viví en los Flores? (piensa) como tres o cuatro años creo… como cuatro años y de allí me mandaron pal´ Rodeo.
El Beneficio de libertad I. Existen en las leyes venezolanas como en la mayoría de las leyes del mundo beneficios de libertad para un condenado, para alguien que ha sido privado de libertad de acuerdo al crimen y las circunstancias en que fueron cometidos dichos delitos. Así mismo, algunas infracciones de la ley no pueden apelar a ningún beneficio como es por ejemplo el tráfico de drogas por lo menos no en Venezuela. En otros países del mundo varia la condena para cada delito en particular y de hecho existen países donde en algunos estados está aprobada la pena de muerte; la aplicación de las leyes siempre dependerá de la religión y las ideologías de los habitantes de un territorio, los beneficios que cada país en su constitución estipulen para un castigo determinado dependerá de esos principios y tal vez existan algunos lugares en donde un beneficio de libertad condicional no exista, pero eso no lo sé con certeza.
El indio siguió explicándome con vehemente pasión los sucesos que siguieron luego de su primera vez pagando las consecuencias del asalto cometido… En la primera caída pagué tres años, luego tuve un beneficio de libertad y ese beneficio me lo dieron no por el abogado ¡NO! Si no que, por hacer un bien, fíjate como es la cosa, se cayó un tipo, con una gorrita de chichero le digo yo y una… una bata de vender chicha, pero el tipo no era chichero si no que se cayó en el asalto pues, él estaba robando creo que era teatro “las Palmas” y lo agarran, el tipo nunca había robao´ pues, el tipo no… y llegó y entonces todo el mundo empieza a vacilá: “¡eeeese chichero!” y vaina “¡ese gordito!” Empiezan… como pa´ ve si llevaba real y robarlo, y yo me le quedo viendo y lo veo que es un gordo inocente de esos que uno ve ¿coño? Lo van a embromar, y le digo ¡ven acá gordo!, ¡ven acá chichero! le digo yo también, “¿Qué paso?” Dice él, siéntate ahí vale, empiezo hablar con él ¿de dónde eres tú? “No, yo vivo aquí mismo por el Hospital de Catia, ahí mismo detrás del Hospital por ahí vivo yo”; coño estas cerca de tu casa ¿y tu familia? “No, viven ahí mismo” él se cobró y se dio el vuelto con la pregunta y empezamos hablar, pero ya sabes… y ¿por qué cometiste esa vaina? Le digo yo, me dice “coño vainas, primera vez, este… me invito un tipo y se dieron a la fuga”. Lo agarraron fue a él “¡coño! es primera vez que robaba vale y ahora estoy metido en este lío” me dijo, ¡cónchale échale pierna mijo! Pero no te eches ganso le digo yo ¡no! Entonces llega y lo con… coño mi pana, tranquilo vale acuéstate aquí; le digo yo, en la entrada de la cama mía no… yo no dejaba que nadie durmiera, porque a veces uno iba pal´ baño y pisaba a alguien, como yo tenía mi cama allí nadie me dormía, porque tú tienes tu espacio, tu cama, ahí tu marcas tu zona y de ahí nadie te puede pasar, ningún preso te puede pasar pa´ tu lao´, si tu no le dices “pasa si eres de confianza” entonces le digo duerme aquí, ¿tienes colchoneta? ¡no! Yo te voy a prestar una y le presto la colchoneta; le digo: yo mañana voy pa´ tribunales, así que estas pendientes de aquí, que nadie se me meta y malandree le digo yo, le dejo mi cuchillo y todo; le digo agarre este cuchillo en la mano, agarro y me voy, porque yo voy pal´ tribunal no vayan a vení a metese pa´ acá, aquí hay que pelear le digo yo, pero vacilándomelo pa´ metéle un mojón, ¡nadie se iba a meter! No tranquilo “¿pa´ que tribunal vas tu?” me pregunta él, pa´ Santa Eduvigis digo yo, “coño ahí trabaja mi cuñado” me dice, pero no le pare mucho ¿sí?, si, coño se llama Omar Aguiar, ¡Ah bueno está bien! ¿Cómo es él? Le pregunto yo, me dice el “uno de lentecitos” ¡coño! Y le digo: nooo ¿está en tercero de instrucción? ¡Sí! si él es el que tiene el caso mío le digo yo, el cuñado de él es el del caso mío ¡fíjate! el secretario del juez; “bueno dile que tú eres amigo mío” me dijo y le digo: no tranquilo, y dije no, no voy a decir nada pa´ que no vaya a pensar que es que le… como recibí a su cuñado le voy a… no le dije nada, me confirmaron la vaina, me quede ahí, me confirmaron el auto de detención; coño bueno… me regreso, eso fue un martes, el miércoles es día de visita y yo le digo al gordito si te viene tu visita yo tengo dos camas, te voy a dejar una, la mía pa´ mi visita y esa cama (señalando al vacío) es pa´ que recibas tu visita tú, a tu hermana, a los que vengan le digo yo, y viene la visita, le dejo su televisor ahí pa´ que… cuando llego la familia… ¡nojo! mayor sorpresa ¡ay! ven el cuarto limpiecito ¡coño! si tu vienes llegando, “¡no! esto es de un amigo mío” le dice el, que está aquí y me conoció y tal, y le dijo a la hermana, la hermana era abogada, ´taba la mamá ¡coño! tú lo ves como lo querían oíste, era el niño mimado de la familia, cuando veo que entrompa el tipo, le digo coño ese es el secretario, hay fue cuando dije: es verdad lo que este me dijo, que es cuñado de él y lo deje que pasara, después me hice el loco pa´ que nos oyeran hablar y… ¡Carlitos! se llamaba el chamo, entonces tosí y Carlos: “¡Indio! ¡Epale! (dijo el) Ven acá pa´ que conozcas a la familia”, yo veo, cuando entro está el tipo y el tipo se me queda viendo y le digo: ¡mucho gusto! “¿Cuál es el nombre de él?” le pregunta el secretario a Carlos y le digo yo: ¡Gonzalo! El tipo dice “¿tú no estás conmigo vale?, ¿tú no fuiste ayer pa´ tribunales?” Y le dije ¡Sí! “¿porque tú no me dijiste que conocías a Carlos? No te hubiese confirmado el auto” ¡fíjate como es la vaina! Y me dice: yo no te hubiese confirmado el auto de detención, hubiese hablado con el juez y te suelta, “me lo terminaban de confirmar y es la confirmación que vas a pagar”. Yo… ¡coño! Pa´ que no fueras a decir que después yo me estaba ¿Cómo era? ¡Aprovechando de Carlos! “No vale” (dijo el secretario), ¡cónchale! de ahora en adelante… por eso fue que me llevaron esos… pague tres años, “no te preocupes vale yo voy hablar con Castillo -es el Juez- tu eres amigo mío”, y de ahí pa´ acá el tipo así conmigo, (bien) cada vez que iba pa´ los tribunales me daban comida, atendían a la familia mía bien, me puso hablar con el Juez y todo, entonces el juez me dijo: “mira vamos hacer lo siguiente, estas metido en un lío” porque fue cuando me agarraron en Boleita que te dije en los ascensores; “chico estas metido en un lío… un lío feo” me dijo, “porque a ti te nombran ahí que tú eras el que… el que planeaste el robo, toda vaina fuiste tú, vamos a ver cómo hacemos” me dice, pero bueno… pero ya… “bueno yo te voy a condenar a ti a cinco años cuatro meses, porque si te condeno en cuatro años… superior te los va a subir a ocho me dijo, te voy a condenar a cinco años y cuatro meses y superior te los va a confirmar lo mismo, y yo por eso es que lo voy hacer” dijo, “te los voy a poner…” bueno haga lo que usted pueda dije yo; y el tipo… el escribiente se iba graduar de abogado y yo le di ¡pa´ la sortija!... yo le di real porque en ese tiempo yo tenía, ¡toma! le hice un regalo y vaina. ¡Positivo! Todo lo que me dijo el juez fue así, después que me condenaron, me dijo: “al mes después que te condene te vas en libertad y yo mismo te la doy” y así fue, después que me condenaron al mes me fui en libertad, el mismo juez me… me hizo toda la diligencia con este ¡fíjate… por el bien que le hice al chamo ese! Ese beneficio fue “Suspensión de la Pena” que me dieron, se llamaba “Suspensión Condicional de la Pena” ahorita no sé cómo se llama; y conseguí la libertad con el así, presentándome; o sea bueno, me presentaba cada ocho días, las condiciones eran trabajo, estudio y cero… no podía meterme en los bares, no podía tomar aguardiente, no podía salir de viaje, de todo eso yo tenía que participarles a ellos, todas esas cosas si las hacia o las quería hacer; entonces como tenía… al mes, mes y medio en libertad fue que me caí, de nuevo.
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Editado: 19.11.2024