Indio... ¡prohibido Morir!

Vengo De Donde Los Presos Lloran

Preso en Yare, en los valles del Tuy. Cuando llegue allí, estaba el comandante este… Acuña, que él es del barrio y fue él el que me recibió, era teniente… ahorita es mayor, es teniente coronel o algo así, me recibió él me acuerdo; él era el comandante, el que cuidaba a Chávez, ahí estaba Chávez preso cuando eso, y él era el comandante, el que comandaba los guardias ahí, él me conocía cuando llegué… estaba así mismo como estoy ahorita, bueno agachao ¡no! Y tamos todos así… de repente viene un tipo ¡epa! In… ¡ese Apache! ven acá ¡coño el guardia! ¡Me asusté! Era de noche, un funcionario ¡párate de esa vaina! y me paro, diga… diga mi efectivo, "¡mi efectivo no! mi capitán” (dijo el uniformado) ¡diga mi capitán! pero yo no sabía quién era, era el amigo mío ¡él!, entonces me dice ¡que más Apache! ¿Como esta la vaina? Coño aquí vale, mala pero aquí en los Valles le digo yo ¡sin saber quién es el tipo!, porque estábamos en lo oscuro, nos tenían a todos así en la oscuridad y los mando a subir a todos… y me pregunta ¿vienes de dónde? ¡de oriente! de la Pica, llevando carajazos en esa vaina ¡ah! ¿Y cómo está el barrio? me pregunta ¡coño! Cuando me dice el barrio, coño tengo años que no lo veo y se quita la gorra ¡no joda! y lo ofendo, se me salió la grosería, los demás guardias ven que le estoy diciendo así a su comandante (hace un ademan como si lo fueran a golpear) ¡No!, no, no (se ríe) tranquilo… y los tipos se rebotaron de una vez ¡no, tranquilos! (dice el comandante a los otros) Y yo le digo: coño disculpa pote, coño pote ¿estás aquí?; Si, yo soy el comandante aquí; me dijo, yo soy el comandante, el que mando aquí y le digo caray ta´ bien, ¿pa´ onde te vas a ir? me preguntó, y yo le digo mándame pa´ onde sea, a mí no me mandes pa´ ninguno de esos pabellones especiales ¡no! yo vengo de la guerra le digo, yo tengo que seguir guerreando, ¡sí! porque uno no puede vivir en especiales me dice mirándome, porque es peor; te asaltan donde te ven ¡eso es un chigüire!, te apuñalean, te roban, entonces me dijo: “¡bueno vale! ¡tranquilo! Hablamos ahora, hablamos bien y tranquilo ¿le aviso a la familia? Me preguntó, ¡Si, avisa! bueno ta´ bien ¡tranquilo!, ahora hablamos; entonces me dejaron ahí de una vez, me pasaron, me… me dieron la dirección… ¿pa´ onde quieres ir? Pa´ onde ustedes me manden, vas pa´ la máxima, no pa´ la máxima no quería estar, yo no quiero… quiero un pabellón, bueno en la máxima esta Bujía me dijeron, bujía era un preso que era… que era malandro y yo lo conocía, yo les digo ¡no! eso no importa le digo ¿qué quieres? yo vengo de donde los malandros lloran les digo; es verdad… en oriente los malandros lloraban, ahí te amarraban de una viga y te daban palo, y tu llorabas... ahí hay tipos que llamaban a la mamá a grito de pulmón… entonces me mandan pal´… pal´ pabellón tres, en los Valles, entonces están la… me mandan pa´… bueno… ¡vas para la banda de los gozones! es una banda de puros bandidos que eran, que eran los que habían violado a la… la esposa del ministro… a pura gente de plata, violaron a las mujeres a las hijas, todo eso, y esa banda estaba apoderada… pero yo los conocía también de… del Rodeo era… me mandan allá, cuando voy subiendo ¡me acuerdo! estaba una barbería y digo yo, nooo voy aféitame, taba chivuo, melenudo, sabes que en oriente es así la gente… entonces llegué y veo al barbero ¡Hola Indio! Me senté, aféitame… en ese momento el barbero me pregunta… ¿pa´ onde te mandaron? Pal ‘tres, coño chamo esa vaina es candela me dijo ahorita sacaron un muerto de ahí y le digo: bueno ¿qué voy hacer? Voy pa´ allá de todas maneras, ahí tengo el maletín, en eso me dice: cónchale el que comanda ese pabellón es… Jorge Carieton ¡caray! ¿Jorge ta´ahí?... sí, que es de la banda, le digo coño ese es amigo mío, bueno llámalo, entonces mandamos a otro preso, ¡MIRA! una segunda… llama a Carieton y dile que aquí está el indio, que se está afeitando, y llego el mensajero y le dijo: ¡mira! Que el indio llegó - ¿qué indio? - ¡Gonzalo! - ¡caramba! - Le dijo al vigilante ábreme ahí, voy a buscar a mi amigo y llegó a la barbería, ¿Qué pasó? me pregunta ¿te mandaron pa onde? Pal´ pabellón tres, ahí toy yo, papaíto… me dijo: tranquilo que ahí tamos y dije ¡ay bueno! (encogiendo los hombros) ¡Vente! dijo Jorge, me afeitaron y agarro otro preso… abrieron, en eso abrieron ellos, allá cerraban pa´ que la gente comiera… entonces en eso… mandó a otro preso, ¡mira! Llévate este bolso y me lo pones arriba de la cama, que no se le pierda nada a ese maletín, si no ya sabes cómo lo vas a pagar le dijo; el tipo: ¡no tranquilo! agarro el maletín y se lo llevo pa´ su celda, así que empiezo a caminar con él en el estadio… porque eso es grande, entonces me dice: ¡coño! Empieza a contarme: ¡mira! Aquí nojoo tengo más enemigos que el carrizo y yo le digo coño y yo andando contigo a ver si me friegan ¡no tranquilo! a mí no me tiran atentado aquí me dice tengo comandao esto aquí; comandaba los cuatro pabellones el tipo ¡Caramba! el tipo era un bandido… era una banda de gente que eran amigos, me dice tranquilo que… vamos a caminar me dice tú crees que todos esos bobos… mira cómo me escoltan cuando yo veo… un poco e ‘presos en verdad nos escoltaban, estaban por allá para que no les hicieran atentados… entonces llegué allí, subimos después en la tarde, tranquilo esa cama es suya, bajó a un tipo de una cama ¡esa cama es suya! Me dijo a mi (baja el tono de la voz algunas veces, cuando llegan a su memoria ese tipo de recuerdos donde alguien con poder en la cárcel lo ayudaba)… me la dio y bueno… ´taba al frente un portugués que era de aquí del barrio… de aquí de donde vivo, pero un carajito… un muchacho y era hijo del portugués ese que… y ´taba allá también y yo le digo coño… nos pusimos hablar y vaina; duré ahí ¿Qué? un año en los Valles ¡Ah! jugué con Chávez fútbol, con Arias Cárdenas, con todos esos tipos, ellos jugaban con… con los presos, los militares y los presos, nos pasaban pa´ allá… bueno por medio de este comandante… este Acuña; también le vendí un cuadro a Chávez en cien mil bolívares, en ese tiempo era un realero, un cuadro… bueno que no lo pinté yo… lo pinto un amigo un día, un cuadro en que sale Chávez ¿no? Bolívar y Jesucristo, ellos tres… entonces se lo enseñé a Chávez así por la ventana y le digo ¡MIRA ESTE CUADRO! cuando se vio él, Jesucristo y Simón Bolívar ¡nojoo! ¿CUÁNTO? me preguntó. Yo le dije cien mil… ¡MANDAMELO! Me acuerdo, le dije a Acuña… le llevé el cuadro y me dio los cien mil de una vez; y ese cuadro pa´ que tu veas lo vi por el congreso en estos días, diferente, en estos días lo vi y el mismo… la broma Chávez, Bolívar y Jesucristo y las ratas saliendo del congreso… un poco e´ ratas… saliendo por las paredes y la vaina del congreso… cuando sacaron a la gente del congreso; fíjate que se iluminaron fue por ese cuadro que le vendimos nosotros. ¡PORQUE ES IGUALITO! y se… más o menos ¡coño! vamos ahora aplicarle la de las ratas (como si lo dijera el pintor del cuadro) y de ahí bueno… ¡un año! y de ahí me mandaron pa´ San Juan de los Morros, allí dure como tres años, en San Juan, viviendo.




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