Indomable

Capitulo Veintitres

Elijah acomoda su camisa mientras se observa en el espejo, suspira satisfecho mientras su móvil vibra llamando su atención, acaba de recibir las fechas para las inscripciones del primer torneo de la temporada, el “Horses War” el cual le permitirá –de poder ganarlo- entrar directamente a la competencia internacional y nuevamente forjar su carrera.

Las cosas no han cambiado mucho desde que tuvo que dejar las carreras, las reglas rara vez son actualizadas y sus viejos amigos y rivales esperan por él con ansias –puesto que ha recibido mensajes e invitaciones de todos ellos a diferentes eventos de ambiente-, su entrenador aceptó volver a trabajar con él pero el resto de equipo debe formarlo por su cuenta y para ello necesita a Elizabeth de su lado e interesada.

Parece haberse perdido en sus recuerdos y memorias pues dejó a mitad de camino lo que estaba haciendo y se quedó viendo fijamente en el espejo.

Su hermano, quien lo observa desde el umbral de la puerta, frunce el ceño al ver tal acto; sabe que el muchacho planea regresar, sabe que ha estado investigando y teniendo reuniones con personas importantes pero nada de ello ha sido informado a sus padres. Está seguro de que les comunicará tiempo antes del gran evento pero eso solo le traerá un ataque de nervios a su preocupada madre.

― Entonces, ¿Irás? ― pregunta Malek viéndolo.

― ¿Cómo entraste a mi cuarto? ― eleva una ceja, ese chico no conoce la acción de tocar.

― No me has respondido ― suelta sin prestar atención a la pregunta mientras observa su móvil desinteresado.

― Sí, entraré a la competencia ― asiente dejando el móvil ― ¿Tú?

― No, no es de mi interés las carreras ― se encoge de hombros. ― No creo que a mamá le agrade que alguien más de su familia intente matarse sobre esos animales.

― ¿Por qué sigues tan reacio a mí? Malek, ¿Qué es lo que te sucede conmigo? ― pregunta frunciendo el ceño.

El muchachito se le queda viendo dubitativo, sin saber si hablarle o no de lo que le está ocurriendo, tras un suspiro profundo el menor de los dos se aleja perdiéndose en el pasillo y dejando a su hermano con la palabra en la boca.

Al parecer lograr que Malek hable será más difícil de lo que piensa pero por el momento dejara eso de lado puesto que tiene una cita y quiere sacarle el mayor provecho a la situación; tiene una propuesta en mente y para poder realizarla y tener éxito en la respuesta debe ser completamente sincero con lo que intenta esconder de todos desde hace tiempo.

 

Por su parte, Elizabeth toma nota en un libreta sobre los cambios de humor de Tempestad, lleva días viéndolo desde las sombras, desde su ventana y demás logrando entender algunos de sus comportamientos pero sin poder encontrar la forma adecuada de ayudar al corcel, pero su mente no está del todo comprometida con su deseo; constantemente divaga entre su hermana y Elijah, entre los sentimientos de Catalina y la cena con el jinete, ¿Cómo no pudo darse cuenta? ¿Es que puede ser más ciega aún? ¡Con un demonio!

Frustrada lanza la libreta al suelo, lleva sus manos a su cabeza y suspira sonoramente. Debe admitir que le traía cierta ansiedad la cena con el muchacho y que, en gran parte, estaba emocionada por ello pero ahora… ¿Cuál sería la mejor acción a tomar? ¿Declinar? ¿Charla el asunto? ¿Charlar sobre qué?

No es como si ella hubiera sabido el tema desde el principio y estaba traicionando a su hermana, claro que no, ella no podía saberlo y tampoco creía que debía ser culpada por el rechazo que Catalina recibió; aunque le asombra en cierta forma puesto que su hermana mayor es preciosa a su parecer, sí, tal vez tiene un carácter difícil de llevar pero es una de las cosas que a hace tan… ella.

Toma el móvil, el número del chico esta frente a sus ojos pero prefiere hablar de las cosas en persona, siempre ha sido así por lo que recoge la libreta y se encamina dentro de la casona; no es como si estuviera usando una excusa para verlo de todos modos, ¿O sí? No, realmente deseaba poder hablar el tema con Elijah, también deseaba saber qué había sucedido entre él y Cata y entender por qué su hermana actuaba tan frenética…

― Elena, saldré ésta noche ―  comenta mientras su hermana lee una revista.

― Bien, ten cuidado y si necesitas que pase por ti me avisas ― la observa seria.

― Claro, no te preocupes ― sonríe.

― ¿Sales con un chico? ― la ve sospechosamente.

― Sí, salgo con un  amigo ― se encoge de hombros.




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