Indomable

Capítulo Treinta y Nueve

Galeón corre con rapidez dejando atrás a varios contrincantes, el corcel parece cómodo con su jinete aunque su amo no está del todo seguro, lleva mucho tiempo en no hacer aquello y las inseguridades nacen de pronto poniéndolo nervioso por lo que decide dejar al animal trotar a su gusto y respirar profundamente, tiene que calmarse o las cosas se pueden complicar para ellos; debe confiar, es capaz y su amigo semental está en perfectas condiciones de salud, pero, ¿Y él? ¿Está listo?

― Buen trabajo amigo ― palmea el lomo del animal al bajar mientras espera por un asistente que llevará a su semental a pastar cerca.

― Tenemos que hablar ― Elizabeth se encuentra detrás de él.

― ¿Al menos vas a dejarme respirar luego de haber bajado de mi caballo? ― la observa divertido.

― No estoy jugando Elijah ― rueda los ojos. ― ¿Qué ha pasado contigo?

― Tuve una charla interesante con alguien y llegué a la conclusión de que no soy adecuado para ti ― responde encogiéndose de hombros.

― ¿Con alguien? ¿Con quién? ― Lo ve molesta ― ¿Cómo puedes decir algo así cuando sabes que lo que tenemos y lo que sentimos?

― ¿Tenemos? No tenemos nada pequeña ― niega lentamente.

― No me llames pequeña, no soy una niña y sé que lo que dices es falso ― avanza hacia él ― ¿O ha sido todo una mentira? ¿Acaso solo hiciste lo imposible por enamorarme por un mero juego?

― No, escucha… ― suspira.

― Elijah, no sé quién es el imbécil que te hablo en mi nombre pero es ridículo lo que ha hecho, porque la que elige quien es adecuado o no para mi soy yo y te he elegido desde hace tiempo y creo haberlo dejado en claro cuando me opuse a mi hermana y a mi familia; ¿Qué tengo que hacer para que lo veas? ― Farfulla por lo bajo ― Te amo, idiota.

― Que dulce ― sonríe.

― ¿Entonces? ¡Dime algo y deja de jugar conmigo! ― pide sintiendo un nudo en la garganta.

― Eres una mujercita increíble, fuerte, valiente, cabezotas y muy hermosa pero debo concentrarme en mi regreso, tengo un título que ganar y de eso depende mi carrera, no puedo tener distracciones y sin dudas tu eres una de ellas ― rasca su nuca ― Y tú tienes un futuro que armar, ve y estudia, encuentra lo que te hace feliz y no lo sueltes Elizabeth porque me temo de que yo me he equivocado y nunca podré darte algo mejor, algo que verdaderamente merezcas.

― Pero tú eres quien me hace feliz y a quien no quiero soltar, ¿No lo ves? ― pregunta incrédula.

― Lamento todo esto, me precipité contigo. ― suspira dando un giro sobre su eje.

― ¿Y eso es todo? ― toma su brazo ― ¿Así nada más?

― Perdóname Lizzy. ― ni siquiera voltea a verla.

― ¡No me llames así! ― masculla.

― Señor Greggor, debemos hablar sobre algunos asuntos ― un hombre de gran bigote se acerca a ellos teniendo entre las manos una planilla a firmar.

El mencionado se aleja de la joven rápidamente, como si no importara de ninguna otra forma, como si fuera cualquier persona…

Elizabeth voltea, Lucas y sus amigos platican animados a unos buenos metros de ella y no tiene ninguna intención de pedirle que la acompañe por lo que sale del hipódromo con velocidad y sin ser vista, no tiene nada que hacer allí; estando sumida en su mente, derramando esas amargas lágrimas que se esfuerza en vano por mantener en sus ojos choca de lleno con la figura de alguien pero ni siquiera sube la mirada, se disculpa a duras penas y corre lejos, con todo lo que tiene.

Piensa una y otra vez, está más que segura que las opciones que tiene de quién habló con Elijah son su hermana o su padre pero sería estúpido pensar que su progenitor lo alejo, ¿Qué motivos podría tener? En cambio, Catalina…

 

Elijah sale de uno de los cambiadores, apoya la cabeza contra la pared y cierra los ojos con fuerza mientas maldice con todo su ser… Ella se veía realmente mal, verla de esa manera ha sido una de las peores cosas que podía pasarle, sin embargo, escuchar de sus labios ese “te amo” acompañado de aquella respuesta que buscaba desde hace tiempo en ella y perderlo todo a la vez… Su padre era egoísta con él pero tenía razón, era apenas una muchachita, no podía arrastrarla al mundo que Arthur y Elijah conocen, porque no es solo caballos… No… Hay mucho más, si deseas triunfar en ese rubro tienes que sacrificarte para ser de los mejores mientras tengas tiempo.




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