Ver a la novia de mi hermano Liam caminar de lado a lado por toda la sala de estar mientras escuchaba lo que sea que le decían por el celular era gracioso y desesperante al mismo tiempo, su cara de preocupación me hacía sentir culpable por divertirme mirándola. ella escuchaba atenta y algunas veces asentía a pesar de que la persona con la que hablaba no podía verla. Su tono al hablar era aún más de preocupación de lo que nos dejaba ver la expresión que tenían.
—¿Realmente no hay nada más que puedan hacer? —esperó unos segundos y suspiró – Mamá, mamá cálmate, encontraré una solución, sí, no, no voy a apuñalarlo.
Liam y yo nos miramos y ella río, era toda una contradicción con piernas, primero se mostraba tan preocupada que en cualquier momento caería al suelo llorando desesperada y ahora reía; un par de minutos después terminó la llamada y se sentó junto a mi hermano.
—¿Era por Evan? —Ava asintió —¿Qué pasó?
—Lo de siempre, despidió a la persona que mamá contrató para ayudarlo, estoy harta de que se comporte como un niño, es un maldito adulto —si, ella estaba furiosa.
—Pero debes entenderlo, aún está muy reciente todo lo que le pasó, no se acostumbra todavía a la idea de que necesita ayuda para caminar nuevamente.
—Eso no le da el derecho de tratar a nadie cómo lo hace, no puede andar por ahí repartiendo insultos y despidiendo gente, que se comporte como un adulto —Liam solo la abrazó y suspiró —Pero esta vez voy a solucionar esto a mi manera.
—¿Y cuál es esa manera? —Ava suspiró y Liam negó.
—Ava, no — ella se levantó y él la miro, me sentía incómoda ahí, escuchando cosas que no me eran de mi incumbencia, pero no era capaz de levantarme, sentía la necesidad de quedarme y escuchar.
—Es mi hermano William, no me quedaré más tiempo con los brazos cruzando fingiendo que nada está pasando —tomó su bolso y caminó a la puerta.
—¿Qué hará? —le pregunté a Liam.
—Va a internar a su hermano en un hospital donde puedan atender sus necesidades físicas y emocionales —se pasó una mano por la cara —Evan va a odiar estar allí, ya tiene suficiente con sus emociones acerca de esto y con todo lo que está viviendo.
Sin dejar que Liam hablara más, me levanté y corrí, sentía la necesidad de ayudar, de hacer algo, así que corrí y detuve a Ava mientras subía a su auto, ella me miró y tenía sus mejillas llenas de lágrimas, caminé hasta ella y la abracé.
—No lo hagas, no lleves a tu hermano ahí —ella me abrazó y lloró aún más.
— No quiero hacerlo, pero no tenemos otra opción, él no nos ha dejado otra opción.
—Hay una opción —ella dejó de abrazarme y me miró.
—¿Cuál es? La verdad ahora mismo acepto lo que sea —sonreí y limpié sus mejillas.
—Llévame a tu casa, yo voy a atenderlo y mientras tanto intentaré convencerlo de ir a terapia — ella río.
—No conoces a Evan, linda, él en este momento es... no hay palabras para describir lo mal que se comporta ahora mismo, es el rey de las pataletas.
—Bueno, pues veamos qué tan malo puede ser —sonreí.
—Lo peor que puede pasar es que no funcione nada de esto, ¿Verdad?
—Y lo mejor podría ser que acepte ir a terapia —ella me abrazó.
—Te agradezco mucho por querer hacer esto, eres mi última esperanza.
—Haré lo que este en mis manos —la miré y sonreí —Sólo dime cuando empiezo.
—Mañana si quieres —ella asintió y subió al auto — Dile a Liam que te lleve temprano.
—Está bien, allá estaré... espera — sonreí — ¿Tu hermano es alérgico a algún animal?
—No, ninguno —sonrió —¿Tienes alguna idea?
—No, sólo tenía curiosidad —ella sonrió y arrancó el auto.
No sabía porque me había ofrecido a hacer esto... bueno, no nos digamos mentiras, me había ofrecido porque no podía ver a Ava tan preocupada y sin esperanzas, yo no era la persona más calificada para el trabajo, pero al menos me esforzaría más que las otras personas que habían contratado. Ava era de mi familia, era la novia de mi hermano y había sido una increíble mujer, buena novia, buena cuñada... merecía, aunque fuera un vano, un esfuerzo de mi parte.
Entré de nuevo a la casa, me senté junto a Liam y él puso su brazo sobre mis hombros.
—¿Qué sucedió allá afuera?
—Intentaré ayudar a tu cuñado —él sonrió y dio un beso en mi cabeza.
—Tengo fe en ti, podrías levantar un muerto si te lo propones — bromeó.
—No seas idiota —reí y me levanté —Mañana vas a llevarme a su casa, veremos si verdaderamente puedo levantar hasta un muerto como dices tú.
—Haz tu mejor intento, ellos han pasado por muchas cosas, la noticia de que estaba perdido en acción, luego de no encontrarlo en meses pensaron que estaba muerto y luego de que lo encontraron se ilusionaron, creían que todo iba a estar bien pero no, estaba mal herido, estuvo inconsciente por días y cuando despertó e intentó levantarse no pudo —las lágrimas salieron de mis ojos y mi hermano me abrazó más —No es permanente, creo que lo supones por todo lo que hablamos Ava y yo, él tiene posibilidad de volver a caminar pero debe ir a terapia pronto, si no sus músculos van a atrofiarse.
—Y no podrá caminar de nuevo si deja que eso pasa —respire hondo y limpié mis mejillas —Tengo un trabajo difícil que hacer entonces.
—Tendrás que ser fuerte en esto —asentí y me levante —Saldré un rato, dile a mamá que tengo un nuevo empleo.
—Se lo diré.
Salí de casa y caminé por un rato, debía aclarar mi mente y pensar en un plan de acción, él era un soldado y había pasado por cosas inimaginables y yo sólo era una mujer de veinte años con una vida cómoda y que no había pasado por nada traumatizante o mediamente difícil.
A menos que un encuentro cercano con una tarántula cuente cómo algo traumatizante o difícil.