Indomable

12. No estoy en peligro.

La reacción de Evan a nuestra conversación me dejó con muchas cosas que pensar pero la principal era su família, lo apoyaron, le dieron todo lo que necesitaba pero no en el momento correcto, se apresuraron a llevar psicólogos y doctores, no le dieron tiempo de asimilar por lo que pasó, no le permitieron sentir tristeza, miedo, dolor y culpa, dejaron que todo se fuera sobre él, lo agobiara y le hiciera tomar la decisión que tomó: alejar a todos y poder sentir cada una de esas emociones sin que alguien estuviera diciéndo que no era su culpa, que debía volver a ser el de antes cuando lo único que necesitaba era aprender a vivir con lo que pasó, no tenía que superarlo ni olvidarlo, solo vivir con ello.

Todo el camino en auto hasta a mi casa le di vueltas a la situación, ellos lo amaban, era notorio el amor que sentían por él, pero todo ese amor los cegaba, los hacía cometer errores al momento de intentar ayudarlo; sin darse cuenta estaban presionandolo y llevándolo hasta un punto de no retorno, donde la decisión final era fatal.

en cuanto llegué a la casa, caminé a la cocina, charle un rato con mi madre de cosas aletorias mientras cenaba y después de despedirme con un pequeño abrazo me fui a dormir, tenía un par de planes para el día siguiente y debía tener la energía recargada, iba a necesitarla.

(...)

El despertador sonó y me levanté luego de que sonara un par de veces, me di una ducha rapida, me vestí y salí de la casa sin comer, quería comprar algo en una cafeteria que habían abierto a un par de calles y siempre estaba lleno cuando iba de camino a la casa Hunter, así que esperaba que al ser más temprano habria menos personas pero no era asi, la fila para hacer el pedido era igual de larga que las otras veces que habia pasado por ahí, aún así me formé y esperé que avanzara la fila hasta que finalmente pude hacer mi pedido, el aroma del lugar era increíble y estaba deseosa por probar algo de lo que habia comprado pero primero debía llegar a la casa de la família Hunter y darle de comer a un par de bestias hambrientas, estaba emocionada por los planes que tenía para sacar al hombre gruñón de la casa y esperaba que mi soborno en forma de desayuno funcionara, pero cuando llegue a la casa y me abrieron la puerta supe que mis planes se habían ido directamente a la basura.

Evan estaba en su silla y entre sus manos tenía un arma que apuntaba hacia un hombre que desconocía y le gritaba.

— ¡No me ire a un maldito hospital psiquiátrico! — en su voz se escuchaba la ira y en el modo que sostenía el arma se veía decisión, sabía manejar lo que tenia en las manos muy bien y estaba dispuesto a usarla — ¡¿Cuantas veces debo decirles que no estoy loco?!

— Abril, por favor vete, no es buen momento — dijo Ava entre lágrimas y señaló fuera de la casa.

— ¿Que me vaya? no voy a irme ¡Evan tiene una maldita arma en sus manos!

— ¡Por eso mismo tienes que irte! — dijo en medio de un susurro — En este momento él esta incontrolable y no queremos que termines lastimada.

— No pienso irme Ava — entre en la casa, dejé la bolsa que llevaba conmigo sobre la primera mesa que me encontré y caminé directamente hasta Evan, me puse de pie en medio del hombre extraño y el arma que él apuntaba — ¿Que carajo crees que estas haciendo Evan?

Todos en la sala se quedaron mirándome en silencio, uno con enojoy otros con preocupación.

— Lárgate de aquí — habló Evan en un tono más bajo que el que había utilizado un momento antes sin bajar el arma — Vete.

— No voy a irme a ninguna parte, te lo he dicho muchas veces — di un paso hacía él y apuntó el arma a mi cabeza haciendome contener la respiración — Baja el arma Evan.

— Abril, vete — habló Isaac el padre de Evan, era la primera vez que me encontraba con él en la casa — Nosotros solucionaremos esto, no te pongas más en peligro.

— ¿En peligro? — lo miré y negué con ma cabeza — No estoy en peligro.

— ¡¿Cómo que no estas peligro?! — habló el tipo que tenía atrás de mi — ¡Estan apuntandote con un arma! ¡En la cabeza!

— Usted no opine — dije mirándolo por encima del hombro — Mejor haganos un favor y larguese, es obvio que él esta así por su presencia.

— Yo solamente quiero tratarlo ¡Y el me apunto con una maldita arma!

— Pues esta despedido, larguese y dejenos solucionar el maldito problema — el tipo levantó las manos, negó con la cabeza hacía Jessica y Isaac para después caminar a la puerta y salir de la casa — Ahora Evan, suelta el arma, ya se fue.

— Tu también — dijo aún apuntandome.

— ¿Yo tambien que? — pregunte mirándolo y él señaló a la puerta con la cabeza — Ah... ¿Irme?

— Si, largate, no quiero verte tampoco — rodé los ojos y crucé los brazos.

— Mira maldito idiota, hoy no estoy de humor para aguantar tus niñerias así que suelta esa arma ahora mismo.

— ¿O que? — movió un dedo y el arma hizo un clic, mí corazón se aceleró y Jessica gritó.

— Deja de ser tan infantil, por favor, baja esa cosa antes de que lastimes a alguien — estire la mano y él negó con la cabeza.

— Por favor Abril, deja de provocarle y vete, hazle caso — Isaac hablaba serio y casi no se notaba en su voz lo tensionado que estaba — O va a lastimarte.

— ¿Lastimarme? — Jessica, Isaac y Ava asintieron, haciendo que ahora fuera yo quién se sintiera furiosa — ¿Es en serio? Ustedes son familia... ¿Y están dudando así de él? ¡Evan no va a lastimarme!

— Hará algo peor — dijo Ava preocupada con su rostro lleno de lágrimas — Sólo vete.

— No puedo creer que ustedes siendo su família duden así de él — negué con la cabeza y di otro paso hacía Evan — ¿Están conscientes de lo mucho que le duele que duden de él?

— ¿Y esta él consciente de lo que nos duele a nosotros que esto este pasando? — dijo Ava mirándome.

— Lo está Ava, créeme que lo esta — miré a Evan y acerqué un poco la mano al arma — Dame eso, se que no quieres hacerme daño y tampoco querías hacerle daño a ese hombre, entregamela por favor.




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