El resto del día fue tranquilo, Evan sé la pasó en la sala de estar hablando con Liam de fútbol, otras veces hablaban sobre la política hasta que sé desviaban y terminaban contándosé historias de Ava, era agradable ver a Evan comportarsé de manera normal, verlo sonreír era increíble, parecía una persona totalmente distinta.
Después del almuerzo su ánimo cayó, ya no hablaba, sólo aséntía y en ocasiones parecía cómo sí no estuviera escuchando, su rostro estaba tenso y abría y cerraba sus manos, incluso podría jurar que apretaba la mandíbula, así que caminé hasta él y sin decir nada lo llevé hasta mi habitación, lo ayudé a subir a la cama y pusé una mano en su mejilla.
— Debes descansar un poco — sonreí y acaricie suave su barba — Más tarde vendré por ti y te llevaré a comer el mejor pastel de la ciudad.
— No quiero salir — quite la mano de su mejilla y caminé a la puerta sin decir nada, no iba a pelear con él cuando estaba adolorido, iba a esperar que sé le pasara y le dejaría muy en claro que en mi casa sé deben séguir mis reglas.
salí de la habitación y caminé a la sala de estar, miré alrededor y cuando estuve ségura de que nadie estaba cerca, marqué el número de Marcus, que contestó al tercer tono.
— Abril — respondió en su tono sério de siempre.
— Marcus — hablé intentando imitarlo, pero reí cuando escuche lo mal que había sonado — Disculpa que te moleste en este momento pero quisiera preguntarte un par de cosas sobre la terapia.
— Esta bien, no estoy ocupado ahora mismo.
— De acuerdo, ¿Cuánto tiempo le tomaría a Evan recuperarsé si asistiera a terapia? — me sénté en el sofá y subí los pies a la mesa frente a mi.
— Mm... realmente no sabría responder a eso, todo depende únicamente del paciente.
— ¿Pero acaso no tienen un estimado de cuanto debe tardar? — pregunté extrañada por su respuesta.
— Si, tenemos un tiempo estimado en el cual esperamos que el paciente muestre avances y en lo posible una recuperación completa, pero como te dije antes, todo depende del paciente, hay algunos que tardan más del tiempo y otros al contrario finalizan antes de llegar siquiera a la mitad del tratamiento, la mayoría de expertos prefieren dar una fecha limite pero yo no soy parte de esa mayoría, prefiero no poner un límite o una meta a mis pacientes, siempre he creído que lo mejor es permitirles evolucionar poco a poco, que en vez de tener solo un reto que duraría mesés, pueden tener uno cada día.
Desde que había conocido a Marcus había notado que era un hombre muy sério y que lo que salía de su boca eran sus firmes creencias, al principito su firme creencia estaba en que yo no podría con Evan, pero ahora estaba decidido a ayudarme y había cambiado de parecer, pensaba que podía hacerlo y que con su ayuda el vikingo gruñón volvería a ponersé de pie y la forma en que hablaba cuando sé trataba de la terapia era increíble, era todo un profesional pero estaba firme en sus métodos, que como el mismo había mencionado eran día a día en vez de mesés, sé dedicaba a ayudar a personas que por alguna razón terminaban en terapia física y en vez de presionarlos con una fecha límite los guiaba cada día para que el tratamiento fuera un éxito, admiraba su manera de trabajar.
— De acuerdo, me convenciste, tus métodos son impresionantes — suspire — Sólo que aún no sé que hacer para convencerlo, es tan terco, no atiende a mis sabios conséjos, tampoco ha funcionado mucho que le grite, aceptó los masajes pero no creo que acepte amablemente ir a terapia y... si, tampoco creo que acepte a la fuerza, Evan fue un soldado y no creo que séa fácil doblegarlo, todos los avances que he tenido es porque él los acepto.
— Supongo que yo podría darte un par de ideas diferentes a las que ya mencionaste, pero la verdad no creo que estes dispuesta siquiera a intentarlo — sé quedó en silencio un momento — Y es increíble incluso que yo este pensando en darte esas ideas porque quiero golpearme a mi mismo sólo por haberlo pensado.
—Bien, cumpliste con el deber de interesarme, la curiosidad no me dejara en paz si no pregunto cuáles son esas ideas asi que Marcus... ¿Cuales son las ideas? — la linea sé quedó en silencio y esperé a que hablara, pero no sé escuchó nada — Sé hombre y habla de una bendita vez, no soy muy paciente cuando soy curiosa.
— Esta bien, no tienes que alterarte asi — rió y tomó una bocanada de aire — ¿Intentaste séducirlo ya?
No podía estar hablando en sério, tenía que estar haciendole una broma de mal gusto y estaba dispuesta a soltar un discurso acerca de lo machista que estaba siendo, pero antes de que pudiera hablar él la interrumpió.
—»Sé que suena terrible lo que acabo de decir y créeme que entiendo que quieras insultarme e incluso golpearme ahora mismo, pero piensalo bien, ya intentaste algunas cosas con él y no ha sido muy colaborador que...
— Entiendo lo que quieres decir — lo interrumpi y suspire — Y también llegué a pensar en eso, creeme, pero supongo que no funcionaría y podría séntirsé herido si descubriera que estoy manipulandolo...
— ¿Que tú estás qué?
la voz de Evan llegó desde atrás de mi y apreté los ojos, me había descubierto con las manos en la masa, no tenía escapatoria.
— Hablamos después, tengo problemas — Marcus respondió con un simple de acuerdo y colgó, pusé el celular en el sofá, respire hondo y gire la cabeza para mirarlo — Acercate, tenemos que hablar.
— Definitivamente tenemos que hablar — dijo serio y movió su silla hasta quedar frente a mi — Y quiero saberlo todo, sin omisiones Abril.
Ese era el problema de vivir en una casa pequeña, fácilmente podrías ser atrapado mientras haces planes en contra del enemigo.
Estaba en problemas, muchos problemas y la expresión que tenía Evan en su cara me dejaba ver que no sería fácil arreglarlos. sólo tenía una opción.
La verdad.
Nota de autora: