Inefable

La pastelería de la esquina

-¿Matt? ¿Sigues ahí?- Matt era mi mejor amigo, nos conocíamos hace 10 años y desde entonces siempre fuimos amigos.

-Kal, lo siento, estaba viendo...

-Matt, lo haces de nuevo si no me vas a hablar cuelgo el teléfono.

-No, Honey, estaba viendo los videos prohibidos que me pasaste la otra noche.

Honey era el apodo que Matt me había puesto cuando teníamos 8 años. Habíamos a un día de campo con nuestras familias y yo me había quemado ese día con la estufa, se me había llenado de úlceras la mano entonces su madre dijo que me ponga miel. Así fue como todo mi brazo quedo untado de miel y el empezó a llamarme Honey o Sweety.

-No te pase ningún video.

-Ah, pero los tienes, no lo negaste.

-¡No, Matt!

-Jajá, no te enojes, vas a arruinarlo todo.

-Entonces dime qué haces.

-Ay mujer, ¿no puedo tener privacidad? Estoy haciendo algo para tu cumpleaños, ¿ves? Arruinaste la sorpresa.

-Ay no, Matt, lo siento, no me digas que es y no lo arruinare del todo.

-Ahora voy a tener que decirte...

-Matt no, no lo hagas.

-Es…

-Voy a colgar.

-Un...

-Adiós.

Colgué el teléfono antes de que Matt pudiera decir algo.

En 2 semanas era mi cumpleaños, hacía mucho calor para ser abril así que con Matt le propusimos a mi madre hacer una fiesta en el patio de mi casa, que era lo suficientemente grande como para poner 10 salas de cines. La idea fue de Matt, él quería que yo me emborrachara y me descoloque completamente, decía "no todos los días cumples 18" lo cual era ilógico porque nunca vuelves a cumplir lo que ya cumpliste, de todos modos acepte, no me pareció mala idea.

Nos costó un poco convencer a mi madre pero Matt tiene sus poderes de encanto y lo logró.

Matt era ese tipo de chico que enamora a todas, es suelto, carismático, atlético y muy inteligente, tiene una personalidad realmente divina. También es encantador a la vista, su melena dorada con ondas resulta bastante llamativa y sus ojos azules parecen de mentira, son realmente hermosos. Lo que más me gusta de él son sus pequitas, son muy tiernas, le da un buen aspecto de niño. Tengo suerte de tener un mejor amigo como él.

Yo soy todo lo contrario a él, soy reservada, bastante tímida, pero solo con la gente nueva, respecto a mi físico no soy una adonis, soy regordeta, más bien normal y mi estatura no es lo que se considera alto, debo rozar el metro 60, mi pelo es negro y lo único que me gusta de mi son mis ojos, ojos verdes, resaltan en mi rostro ya que soy muy pálida. Para muchos soy teñida porque soy muy pálida para ser morocha.

Había arreglado con Matt para vernos esa misma tarde a las 4 en The Bakery que era una pastelería famosa en donde vivimos.

-¡Matty!- corrí hacia él, me colgué de su cuello y luego le di un beso en la mejilla.

-Oh Sweety, estas aplastando mi mano, además nos vimos ayer, no sé porque me saludas como si no nos viéramos nunca- dijo Matt mientras yo lo estrujaba en mis brazos.

-Te saludo así porque estoy feliz, adivina qué...

-A ver... Tu madre se separó y quiere que yo sea su nuevo esposo, si es eso entiendo que estés feliz, vivirás conmigo y yo tendré una esposa bastante candente

-No, basta de hacer chistees de mi madre- le puse cara de enojada, pero nunca me duran mucho, menos con él- sigue pensando.

-Hmm, bien, a ver, déjame pensar...

-No tengo todo el día hombre.

-Bien, me rindo.

-¡Toby Hashwalk ha puesto que asistiría a mi fiesta en el evento de Facebook!- Toby era el chico más guapo del colegio, era el capitán del equipo y siempre andaba con las porristas, era el típico ganador como Matt, solo que él era un poco más y era más asqueroso con la gente, pero era un galán.

-Y a que no adivinas quien habló con sus compañeros de equipo para que vayan a una fiesta el sábado 28 de abril...

-Hmm no es, ¿Toby?

-¿Ahora resulta que tu mejor amigo no puede tener influencia en sus amigos y tiene que haber alguien más genial para que cosas como que todo el equipo de fútbol vaya a tu fiesta?

-Jajá, claro que sí, gracias Matty en serio- Lo abrace y luego el me agarro las manos

-Solo quiero que seas feliz- dijo mirándome a los ojos - y que te emborraches y hagas cochinadas con ese chico que te tiene loca.

-¡Matty!- dije pegándole en el brazo y agarrándolo del otro para entrar en la pastelería.

Entramos y estaba lleno de gente, solo íbamos a comprar una pastel para llevarle a mi madre que estaba con sus amigas.

-Está repleto, no nos van a atender más y hace mucho calor aquí adentro.

-Si sigues quejándote así te van a salir arrugas a los 20 y vas a parecer de 80. Toma un número y esperemos afuera.

-Bien- me estiré para agarrar un número y como era bastante bajita tuve que luchar con la bolsa de una señora, que para ser mujer era muy alta, debía medir un metro ochenta, para llegar a agarrarlos.

-¿Qué número tienes?

-El... el 27

-Va por el 11 recién, ven, esperemos afuera- Matt me tomó de la mano y me ayudo a salir, no sé porque pero toda la gente ahí dentro media más de 1,70, incluyendo a Matt.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.