Inefable

La noche

Luego de ese comentario estúpido de mi madre hubo silencio por unos minutos hasta que mi padre decidió cambiar el tema.

-Eh… Gin, cuéntame, ¿cómo es tu nueva casa en California?

-Muy linda, es hermosa, es amplia, tiene buena luz natural, frente a la playa y lo mejor, ¡a 5 minutos en auto del SHOPPING!

-Gin, tienes un vestidor gigante lleno de ropa y ¿sigues yendo de compras?

-Claro que si hermanita, sino, ¿cómo crees que les compré estos regalos?- Saco un par de bolsas de debajo de la mesa y empezó a repartir como si fuera navidad, cada bolsa tenia nombre.

-Bueno, creo que debo irme- Dijo Matt levantándose de la mesa.

-Claro que no- mi hermana lo tomó del brazo y volvió a sentarlo – también eres parte de esta familia y eres como mi hermano, también tengo cosas para ti- Gin saco una bolsa enorme y se la dio a Matt –Cuidado que hay algo frágil, es para tu hermana.

-Yo… yo no sé qué decir…

-Pues agradece- le dije y me miró como diciendo “¿en serio? Creí que debía tomarlo y salir corriendo”

-Gracias, Gin.

Mi hermana lo abrazo y le dijo algo al oído aunque no llegue a oír por el ruido de las demás bolsas.

Dejé de prestarles atención y abrí mis bolsas, en ellas había un vestido largo de gala azul oscuro realmente hermoso, unos jeans, unas remeras y una funda para un IPhone aunque yo no tenía ese teléfono.

-Gracias, Gin, esta hermoso todo.

-Falta algo, déjame buscarlo en mi cartera…- se paró y fue a buscar su cartera a la sala –a ver…- dijo mientras revolvía –mmm… sí, acá esta- tendió su mano y me dio una cajita en una bolsa muy linda.

-Gin, ¿qué es esto?

-Ábrelo.

Lo abrí y me quedé sin palabras.

-Es hora de que te modernices, esa carcacha vieja ya no sirve.

-Gracias, Gin, en serio, gracias- la abrace fuerte, me había regalado un teléfono nuevo, por eso la funda.

-Bueno, ¿por qué no te pruebas la ropa? Tú también Matt.

Nos fuimos con Matt arriba a probarnos la ropa que mi hermana nos había traído.

-Vas a tener que enseñarme a usar esta cosa- le dije a Matt enseñándole el nuevo teléfono mientras subíamos las escaleras.

-No es difícil, te acostumbraras, aunque tú tienes ese dinosaurio así que tal vez si sea difícil.

-Matt- le di un golpe y los reímos.

Matt se fue al baño a probarse la ropa y yo a mi cuarto. Lo primero que me probé fueron los jeans, me iban perfectos, mi hermana era buena para estas cosas. Para complementar me puse una de las remeras que me había traído.

Salí de la habitación y Matt estaba esperándome, se había probado unas bermudas y una remera.

-Te ves bien perra.

-¡Matty! - dije pegándole y riéndome

-Señorita- dijo poniendo su brazo en jarra para que yo pase el mío, así lo hice.

Llegamos al comedor y todos comenzaron a decir un montón de estupideces sobre la ropa como “Te hace un culo tremendo” “Deberías dejar que tu hermana compre tu ropa seguido”.

Una vez que dejaron las estupideces subimos a probarnos lo otro. Bajamos unas dos o tres veces más. Quedaba lo último por probar, a mi el vestido y a Matt unos jeans y una campera.

-Kal…- se quedó mirándome y yo me avergoncé un poco - te ves hermosa, en serio, te lo digo con toda la sinceridad como tu mejor amigo.

Bajamos las escaleras y esta vez se ahorraron sus comentarios.

-Hija, te ves hermosa- parecía que mi madre iba a llorar, yo no era una chica precisamente elegante, siempre andaba desarreglada y con el pelo revuelto, la elegancia no era lo mío.

-Gracias, mamá. ¿Ya me puedo cambiar?

-Déjame sacarte una foto, querido, ve por la cámara.

-Solo una, pero Matt debe estar.

-Sí, sí, lo que digas.

Mi padre llego con la cámara, Matt y yo posamos y nos pareció divertido la idea de que él esté completamente desarreglado al lado mío y comenzamos a hacer caras y poses de modelos.

-Bueno, listo, ahora sí, quiero cambiarme.

Matt y yo subimos a cambiarnos.

-¡Tengo pastel de postre, si quieren bajen!- grito mi madre desde abajo.

-Matt, ¿quieres pastel? Voy a buscar para mi, si quieres te traigo, es la especial de coco de mi mamá

-Está bien, tráeme.

Matt y yo nos fuimos a la cama a ver una película, yo como siempre me quede dormida. Cuando me desperté eran las seis de la mañana, Matt seguía acostado al lado mío, él también se había quedado dormido, lo miré como dormía y me transmitía tanta paz verlo dormir, solo podía pensar que así era la única forma de que todo esté bien, en sus sueños su hermana podría estar bien, su padre podría seguir vivo y toda su familia feliz. Me daba mucha pena todo lo que él había pasado, no merecía nada de todo eso.

Intenté volver a dormirme pero no pude, mi cabeza daba mil vueltas, estaba preocupada por la hermana de Matt, ansiosa por la fiesta y pensaba en que iba a pasar con Toby. Me abracé a Matt y casi sin darme cuenta volví a dormirme.




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