Muchos dicen que la distancia dicta el olvido, que los kilómetros de separación entre dos puntos son más que suficientes para hacerte desaparecer de mis pensamientos. Yo no estoy de acuerdo, no sabía lo que era la distancia hasta que me tocó separarme de ti. No creo que el olvido sea una consecuencia, porque cada día te siento más cerca a pesar de que no estés. Siento que la distancia es equiparable al tiempo, ya que todo se magnifica. No valoré el tiempo a tu lado cuando pude, no te aprecié lo suficiente cuando estabas a centímetros de mí, y ahora me arrepiento.
Otros dicen que la distancia hace la unión y la fuerza, aunque por ese lado no estoy de acuerdo. Simplemente creo que se forma reciprocidad, que es la capacidad que tiene la distancia de hacerte valorar las cosas que perdiste por un periodo de tiempo. Es tener más ganas de querer y ser querido, es cuestión de apreciar lo que una vez se fue.
No sé si la distancia me enseña a aprovechar el momento o a pensarte con desvelo, solo tengo claro que duele. Que muchas veces te necesito y no te encuentro, que quiero escuchar tu voz y no por teléfono, que quiero crecer a tu lado y equivocarme. Quiero romper la distancia, porque de nada me vale que el tiempo se me pase volando cuando volvemos a encontrarnos