Ha pasado una semana desde que volví a la universidad, la gente sigue murmurando a mis espaldas pero ahora me importa menos, hay una parte de mí que se siente algo rebelde creyéndose el papel de chica con problemas, esa sensación solo me causa un agridulce, no importa, ya no puedo luchar contra eso, solo seguir adelante.
Entro a clase de portugués y Taima ya está sentada pasivamente esperando a su profesor favorito, me acerco.
-Hola. –Le digo dejando la mochila en el pupitre de su lado.
-Hola, ¿qué tal las terapias con Willy? –Me dice burlonamente.
Se refiere a la doctora Wilson, le mencione que era algo pasada de postres y desde ahí no ha dejado de molestarla con el personaje de la ballena. Taima no es el tipo de chica que se burla de los aspectos físicos pero creo que lo hace solo para tratar de mostrarme su apoyo ante mi agonía de asistir a las terapias como si poniéndose en contra de la doctora generara un apoyo en mí. Raro pero lo agradezco.
-Iguales, las mismas preguntas, la misma forma de que querer llegar y la misma frustración de no poder conseguirlo, creo que al final no se siente tan mal ya que recibirá su pago del mes, además su trabajo no garantiza al 100% que alguien este establemente bien, eso ya debería saberlo. Mejor para ella ¿no?, dinero fácil supongo. –Contesto.
-No has intentado... poner de tu parte. –Me dice de forma dudosa, como si fuera alguien acercándose a una fiera e intentara evitar que le clave los colmillos encima.
-No deseo poner de mi parte, el hecho de ir a esas terapias significa que mis padres no creen en mí, así que no les daré la razón para que crean que yo realmente quise hacer lo que me acusan.
-¿Me vas a decir quién fue? –Me dice. Mierda. Tenía la intención de creer que ya se había olvidado.
-No tiene importancia. –Le respondo con aire ausente mientras miro la puerta esperando que entre el profesor, deseo tanto que llegue ya.
-Pudiste haber muerto, prácticamente es responsable de lo que te paso.
-Pero no pasó nada, y no puedes culparlo por mis malas decisiones, mucha gente consume cosas y están en riesgo de algo y no por eso van a buscar al vendedor. Por favor olvídate de eso Taima. –Respondo algo fastidiada.
Que importa de todas maneras, ya paso, no tiene sentido.
Suspira. –Prométeme que no lo volverás a hacer. –Me dice.
Llega Liam, Genial.
-Lo prometo.
Taima se voltea y sus ojos que antes estaban llenos de preocupación cambian radicalmente como si hubiera visto a su estrella de rock favorita, se podría decir que está casi embelesada por él.
Las horas pasan y la clase termina, salgo al pasillo adelantándome un poco porque Taima se ha quedado un rato preguntándole no sé qué al profesor, dudo que quiera saber algo de la clase, la dejo sola y no me meto, mientras camino por el pasillo a paso de tortuga para que Taima me dé el alcance, me pongo en guardia ante los rumores que deben circular con mi presencia en el lugar, todos estos días es lo mismo pero la cafetería es prácticamente otro mundo, casi se podría decir que es como un coliseo romano, se siente la tensión de gente que quiere señalarte o lapidarte por creerse mejor que uno, por decir yo soy normal y tu no. Todos son unos hipócritas y lo saben.
Otra cosa de ir a la cafetería es ver a Lita, desde mi enfrentamiento ese día, estamos ignorándonos mutuamente, no importa sin embargo, pero quisiera que se cansara de estar en el grupo y se largara, no soporto verla y sin embargo no sé porque de alguna manera hay algo que no me deja terminar el pensamiento de que desaparezca de la mesa.
-Hoy particularmente me siento feliz. –Taima llega caminando a mi lado.
-¿Qué paso? –Pregunto como si no supiera.
-Nada. –Sonríe de forma picara.
Volteo los ojos, no me gusta cuando se hace la chica tonta.
-No creo que nada. Habla. –Demando.
-Hay cosas que van cambiar, pero todo en su momento. –Me dice con una sonrisa maliciosa. Arrugo la frente ante ese comentario.
-¿Qué quieres decir? -Le digo.
-Espera y veras Shaw. Solo te diré que si uno actúa con cuidado y a paso moderado puede conseguir muchas cosas.
-¿Que te traes entre manos con el profesor, Taima?
Me mira alzando las cejas. -¿Por qué crees que Liam tiene que ver con lo que te digo?
-Soy tu mejor amiga, ¿lo recuerdas? A veces no quiero ver las cosas, pero tampoco soy ciega. Estas coqueteando con él y te vas a meter en problemas si sigues adelante.
Ella se ríe. –Estas siendo muy cuadriculada Shaw, debes empezar a ser más osada o seguirás cometiendo estupideces en el camino. –Detuvo nuestra caminata y me miro directamente. –Las cosas si se hacen de forma calculada no acaban hiriéndote. –Se volteó y siguió caminando, la seguí.
Llegamos a la cafetería y ya podía sentir el ambiente, las palabras de Taima seguían retumbando en mi mente. Las cosas si se hacen de forma calculada no acaban hiriéndote. Y que en esta vida podría ser calculado ¿El amor? ¿La amistad? ¿La familia? No entendía, ¿se calcula lo que uno debe sentir o entregar? ¿Cómo?
#33357 en Novela romántica
#7807 en Joven Adulto
romance, amor desilusion encuentros inesperados, drama celos mentiras
Editado: 17.08.2021