La noche es fría y más porque deje mi chaqueta en casa de Esteban, Holder le está pagando al taxista mientras intento protegerme sin éxito del frío que amenaza con darme hipotermia.
-Te daría mi chaqueta, pero dentro será un horno. –Me dice cuando está a mi lado.
-Que considerado. –Le digo burlándome mientras caminamos hacia el lugar.
Cuando llegamos, efectivamente el sitio es un caldero de cuerpos, me siento a gusto con el cambio de ambiente en mi piel.
Holder me guía hacía el bar. -¡Charlie! –Le grita al camarero que está sirviendo tragos en una esquina, es joven, el mismo de aquella noche.
-¡Holder, que bueno verte! –Grita mientras se acerca, se dan un choque de puños.
-Ella es Shaw. –Me presenta.
-Hola. –Me dice mientras sonríe a su primo, parece como si compartieran una conversación secreta.
-Que te sirvo hermosa. –Me dice.
Holder se ríe. –Oh vamos, ¿en serio primo? Déjala tranquila. –Le dice de forma divertida.
Él sonríe, tiene la misma sonrisa sexy de su primo.
-Una cerveza, está bien. –Le digo.
-Regreso en unos minutos. –Responde alejándose.
-Discúlpalo, a veces cree que es un casanova. –Me dice.
-No me molesta. –Le digo.
Me mira. -¿Así?
-Sí, solo fue un comentario, no es nada. –Le digo.
Frunce el ceño ligeramente y lo cambia al instante. -¿Cómo te sientes? –Dice mirándome.
Pienso en su pregunta. En este momento, bien. En general, intento seguir adelante, supongo.
-Bien. –Es todo lo que digo.
-Qué bueno. –Dice.
Charlie regresa con las cervezas y nos deja.
-Ven, busquemos una mesa. –Dice y lo sigo.
SOAD suena en el ambiente, llegamos a la mesa y tomamos un trago de cerveza mientras escucho Aerials, "when you lose small mind you free your life"
Miro a Holder, esta de perfil mirando cómo la gente baila, en un instante nota que está siendo observado y voltea, me sobresalto al ser descubierta pero es casi imperceptible.
Me sonríe. – ¿Te gusta? –Me dice.
Trato de entender su pregunta. ¿Me gusta que? ¿Me gusta verlo? ¿Me gusta el lugar? ¿La cerveza?
-¿Disculpa? –Digo.
-¿Te gusta la música? –Me dice, mientras voltea a ver a la gente.
-Sí, ponen buena música aquí. –Le digo y bebo un trago para entrar en ambiente.
El ritmo cambia a un electro, hay más gente en la pista.
-¿Qué tipo de música escuchas? –Me pregunta.
-De todo, me gusta esta música por ejemplo. –Le digo.
El hace como si se concentrara en escuchar la música, como si no se hubiera dado cuenta de que estaba sonando, después de un par de estrofas, sonríe.
-Is it like the ocean? What devotion are you? How deep in your love? -Está haciendo fono mímica a la canción y me rio.
Continua haciéndolo mientras me mira. Me rio más, hasta que se acerca a mí y me habla al oído, automáticamente me pongo rígida por su irrupción. -¿Es como el nirvana? –Me susurra.
Paro de reír.
Continúa cantándome en español al oído y luego se aleja, como si nada, mira a la gente que baila como si no hubiera causado un efecto en mí, como si decirme en el oído la traducción de la canción no hubiera sido nada. Lo miro sin entender. ¿Por qué tuvo la necesidad de hacerlo? No lo entiendo, le echo la culpa al trago pero luego veo que solo ha tomado la mitad de su botella.
Han pasado unas horas y espero a que Holder regrese con las bebidas. Todavía sigo pensando en lo que pasó, después de eso, actuó natural, continuo viendo a la gente, tomando de rato en rato su cerveza y luego me dijo que necesitaba ir por un cigarro, cuando regresó empezó a preguntarme cosas básicas como si tenía hermanos o vivía con mis padres, le dije todo, menos los dramas familiares, solo que mis padres estaban separados y fin de la historia. Él me dijo que vivía con su tía, su padre vivía en otro país y su madre había fallecido hace varios años, creí que se pondría triste pero lo hablo con naturalidad, parecía un tema superado para él.
Lo veo llegar, con su típica caminada relajada, pero a la vez se siente como si fuera dueño del mundo, el tipo se ve bien entre la gente, es que realmente es sexy, no puedo evitar sonrojarme ante eso.
-Disculpa la demora, pero mi primo estaba full. –Me dice mientras deja las botellas.
-No te preocupes. –Le digo y cojo la cerveza al instante, de pronto tengo mucha sed.
-¿Te estas divirtiendo? –Me pregunta.
-Sí, claro. – Lo miro. -¿Tu?
Me mira con esos ojos que me matan, sus ojos bailan con picardía o tal vez soy yo que estoy algo mareada. –Por supuesto. –Dice. -¿Quieres bailar? –Es una pregunta que no esperaba, es más ni siquiera creí que era de esos chicos que bailan.
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Editado: 17.08.2021