Narra Alai.
Me desperté sobresaltada, no hacia más que tener pesadillas en las que me caía de edificios muy altos, me ahogaba en el mar, escapaba de alguien que me perseguía... Todas esas pesadillas que me hacían despertarme angustiada y triste. Agarré el teléfono y vi unos mensajes de la inmobiliaria, tenía ofertas para el apartamento pero les estaba dando largas porque no sabía que iba a hacer. Mar del Plata tendría que esperar, al menos por ahora.
Desde que Lucas se despertó mi vida no cambió demasiado, sigo yendo al hospital cada día, ahora incluso estoy más horas, y lo ayudo con los masajes, que me enseñaron las enfermeras, y con sus ejercicios de rehabilitación para que pueda volver a andar. Tiene movilidad así que será cuestión de tiempo que pueda caminar como antes.
Pienso en Benja cada día desde nuestro beso. Lo pienso porque lo quiero y porque aunque la culpa me mata sé que no quiero volver a estar con Lucas.
Estoy segura que lo que yo siento no se compara con lo que siente Benja... Él está peor y por eso no quiero agobiarlo porque sé que le duele la situación, tanto por Delfina como por su amigo. Este tiempo intenté dejarle espacio y evité su mirada porque desearía besarlo a cada instante. No hablamos pero espero que lo hagamos cuando deje a Delfi y que podamos contarle los dos lo que pasó a Lucas. Aunque yo lo intenté varias veces, pero no escucha, no quiere escuchar y es imposible. Ahora que le dan el alta espero que sea más fácil poder poner fin a lo nuestro.
—¡Buenos días preciosa! —me sonríe Lucas desde la silla de ruedas que está al lado de su cama —¡Vuelvo a casa!
—¡Al fin! —me acerco para darle un abrazo y me sorprende agarrando mi cara para robarme un beso que no alcanzo a esquivar —Lucas... —estoy a punto de reprocharle pero una voz detrás de mi nos interrumpe.
—Hola parejita —dice Benja desde la puerta con una sonrisa fingida —Sólo venía a despedirme.
—Gracias por haber venido, creía que no te ibas a despedir de mi —le dice Lucas y se acerca hasta la puerta —Buen viaje, hermano. Mandá fotos cuando estés con Hugo —Benja se agacha un poco para abrazarlo y se dan unas palmaditas en la espalda.
—¿Qué les pasa? —pregunto de brazos cruzados —Están menos efusivos de lo normal... ¿Te vas de vacaciones? —miro directamente a Benja que cruza su mirada con la mia y antes de contestarme mira a Lucas.
—Me voy a vivir a España, con Delfina —me dice mirándome a los ojos y siento como si me hubieran clavado un puñal en el corazón.
—¡Dame un abrazo, La! —se acerca a mi —¡En el fondo sé que estás contenta de que me vaya! —bromea y me abraza.
—Deberíamos hablar... —susurro.
—No tenemos nada que hablar —contesta bajito y me suelta —Bueno, me voy que tengo que descansar un poco. El vuelo sale esta noche —comenta ya mirando a Lucas, le da otro abrazo y se va.
Quiero salir detrás de él y entender qué pasó pero Lucas agarra mi cintura y me pide que lo ayude a guardar sus cosas.
—¿Por qué se va?
—Porque quiere ser feliz.
—No tiene sentido que se vaya ahora que despertaste... Estuvo siempre al lado tuyo y quería más que nadie ayudarte en la recuperación.
—Yo le dije que se fuera, que hiciera su vida.
—¿Pasó algo que no sé?
—¿Me podés cerrar el bolso?
—Lucas, mirame y decime que pasa.
—Pasa que te amo Alai y que quiero que estemos juntos, que volvamos a ser lo que alguna vez fuimos... Que no me dejes sólo.
—Yo no quiero ser tu novia y creo que lo sabés perfectamente. Pero soy tu amiga y estuve y estoy acá con vos... Como amiga.
—No me hagas esto —me miró con los ojos llenos de lágrimas y agarró mis manos —Sin vos me voy a dejar estar, no voy a hacer rehabilitación... No voy a querer vivir.
—Lucas, yo no soy el amor de tu vida. Fuimos algo muy lindo, yo te amé muchísimo y sos una persona importante para mi pero no te amo más, no voy a estar con vos por lastima porque no te lo merecés.
—Esto es por Blanca... ¡Es culpa suya!
—¡Blanca no tiene la culpa de que vos me hayas sido infiel! —lo miré enfadada —¡Blanca no tiene la culpa de que vos me hayas ocultado que te hablabas con ella! No tiene la culpa de amarte. La culpa es tuya y solo tuya. Y creo que estás siendo muy egoísta conmigo.
—¿Yo? ¿Y vos? Porque yo me apoyé en Blanca en un momento en el que nuestra relación estaba muy mal... Y no hice nada más. Vos hiciste lo mismo con Benjamín, Creaste una conexión sentimental todo este tiempo.
—Primero, la relación estaba mal porque ¡Me fuiste infiel con ella! —estaba harta —¡Segundo, cuando Benja y yo empezamos a pasar tiempo juntos fue porque estabas en esta puta cama de hospital, prácticamente, muerto! ¡¿De verdad te esperabas que dos de las personas que más te quieren no iban a apoyarse mutuamente?! ¡Mi relación con Benja no tiene nada que ver con la tuya con Blanca!
—Te besó.
—Fue mutuo porque también lo besé —confesé y sentí alivio. —Sabés que él siente cosas por mi desde hace mucho tiempo... Y la verdad es que yo a día de hoy lo quiero.
Lucas movió su silla hasta la ventana y se quedó ahí. No sabía si irme o quedarme hasta que me dijera algo. Me dolía acabar así pero no estaba dispuesta a ceder. Tenía claro hace mucho que se había terminado.
—Para mi fue doloroso dejar de amarte y ojalá no hubiera ocurrido pero pasó... Ojalá con el tiempo puedas entenderlo. Siempre te voy a querer Lucas y voy a estar siempre para vos y tu familia... Pero necesito volver a quererme a mi. Me voy a Mardel... Creo que es lo mejor tomar distancia.
—No puedo creer que quieras estar con Benjamín... Nunca te cayó bien.
—Este tiempo si empezó a caerme bien... Conocí un Benja que no me había permitido conocer antes. Pero esto no es lo importante Lucas porque yo no te dejo porque quiera estar con él. Te dejo porque lo nuestro se acabó hace mucho... Y no quiero que nos odiemos.
—¿Hay algo que pueda hacer para que cambies de opinión? —dio vuelta la silla y me miró.
—Volver el tiempo atrás... —rompí a llorar y me lancé a sus brazos.
—Ojalá pudiera... Alai.