Inefable

Capítulo 41

Narra Benjamín.

Hugo abrió la cortinas de mi habitación y enseguida me di la vuelta para taparme con la almohada.

—Acabo de ver a tres chicas irse. 
—Fue una noche interesante —contesté y me sacó la almohada —¡Ey!
—Basta Benjamín, estas borracho todos los días y todos los días traes a mujeres distintas. Pasaste de estar llorando tres meses seguidos y no hacer otra cosa que trabajar, a emborracharte y salir de joda.
—Es parte de mi duelo —le dije sin levantarme —¿Me das la almohada? 
—Hace mucho que estás ahogando tus penas así ¿Te sirve de algo? 
—Si, me siento mucho mejor conmigo mismo. Sabía que tenía que volver a ser el que era porque tanto amor me había vuelto un llorón y un sentimental ¡Que asco me daba!
—No seas imbécil. No podés estar el resto de tu vida así por Alai.
—No es solo por Alai es por Delfina también... La quise tanto y fui tan idiota. Podría haber tenido una vida maravillosa y feliz al lado de ella. Lucas seguiría con Alai y todos contentos.
—Alai no iba a volver con Lucas, ella lo tenía muy claro y Lucas ya se olvidó de ella.
—¡¿Cómo?! —me senté y lo miré sorprendido —¿Cómo que se olvidó de ella?
—Está con Blanca hace meses pero como no contestás sus llamadas no te enteraste.
—¡Como no me lo contaste!
—Me enteré hace unos dias cuando se enteró Samu porque sabía que se veían pero no que iban tan en serio. Lucas me dijo que quería hablar con vos un millón de veces porque tenía algo importante que decirte y vos no querías saber nada.
—¿Meses?
—Si, meses. Llevan viéndose desde que te fuiste casi y empezaron a salir hace tres meses creo, no sé, Lucas no aclara mucho.

Hice silencio y me quedé pensando en todo el tiempo que había perdido solo porque creía que Lucas estaría haciendo hasta lo imposible por recuperar a Alai. Pero no solo se había rendido sino que parecía que ni lo había intentado.

—No la quiere tanto como vos, Benja. Nunca la quiso tanto como la querés vos desde que la conociste.

Tenía razón. Él nunca la amó como yo. Él nunca fue capaz de sentir el amor que siento yo por ella. Era un imbécil no solo por haberme alejado del amor de mi vida sino por haber creído qué Lucas la merecía tanto o más que yo.

—Voy a llamar a Lucas —agarré mi teléfono de la mesita de luz y busqué su nombre en la agenda —Apagado.
—Andá a bañarte que oles a mierda y después lo seguís intentando, yo me voy a trabajar.

Después de darme una ducha y tomarme una botella entera de agua junto con un ibuprofeno, me sentía algo mejor. Me tiré en el sofá para mirar los videos de las prácticas de Delfina y mientras comer unos trozos de pizza fría que quedaron de anoche pero el timbre sonó al poco tiempo y me obligó a moverme.

—Tuve que venir hasta acá para que podamos hablar —me dijo Lucas cuando abrí la puerta.
—¡¿Qué hacés acá?! —lo abracé enseguida —¡Estás en muletas!

Más allá de todo me alegraba de verlo y de pie. Aunque rápidamente me acordé que estaba molesto con él.

—Pensé que me ibas a pegar cuando me veas —me aparté para dejarlo pasar.
—Debería, solo tuve un momento de debilidad.
—Lo suponía —sonrió y lo invité a sentarse.
—Así que estás con Blanca y Alai te importa una mierda ¿Cuando pensabas decírmelo? —le pregunté mientras me servía un café y le ofrecía otro a él.
—Intenté que hables conmigo un millón de veces.  Quería ser yo el que te explique todo. Pero no querías saber nada de mi.
—Creía que estabas luchando por ella y no lo hiciste.
—Ya no la amaba, Benja. Solo tenía que aceptarlo y lo acepté... Dejé de amarla cuando volví de Las Vegas y empezamos a ser todo lo que nunca habría querido que fuéramos... Fue mi culpa, lo sé. Pero ya hablé con ella, la vida sigue para todos y quiero que vos también sigas tu camino. No es justo lo que hice... Y lo siento muchísimo. No me gusta que sufras por mi culpa.
—Me dijiste que iba a sufrir por amor cuando me enamore de verdad y eso hago, sufrir por amor.
—No hace falta que sigas haciéndolo. Yo no me voy a interponer entre ustedes. No soy quién para prohibirte que luches por ella... Que lo intentes. 
—¿Y nosotros? ¿Vamos a poder seguir siendo amigos si yo empiezo algo con Alai?
—Eso espero porque venía a contarte que voy a ser papá —sonrió —Y que quiero recuperar a mi mejor amigo para que sea el padrino de mi hijo.

Enseguida lo abracé con fuerza y me sentí en casa. No me importaba nada de lo que hubiera pasado porque nuestra amistad volvía a estar en el punto en el que tenía que estar.

—Claro que quiero ser el padrino —reí —Te quiero, hermano.
—Yo también —sonrió —Vete a buscarla, ya nos veremos cuando vuelva a Argentina. No pierdas el tiempo y lo siento, siento mucho que hayas sufrido por mi culpa.

Saqué el pasaje para mañana a primera hora y empecé a guardar algunas cosas.

—¿Y Lucas? —preguntó Hugo cuando entró en mi habitación.
—Está con Blanca, conociendo a la familia de ella. Después viene a cenar con nosotros.
—¿Te vas? —se dio cuenta de que estaba haciendo la maleta.
—Si —lo miré —Me voy a buscarla, no voy a perder más el tiempo. Tengo que verla y decirle que la quiero, tengo que decirle que me dé una oportunidad. Tengo que intentar tener toda una vida a su lado.
—¡Al fin! —se acercó para darme un abrazo.
—Espero que a partir de ahora todo vaya a mejor... Necesito empezar a sentir lo que es la felicidad. Lucas se ve bien, se ve feliz e ilusionado... Es todo lo que necesitaba para seguir adelante con mi vida. Me quitó la culpa de encima y ahora solo quiero que funcione porque sé que la merezco.


 


 

¡Gracias por leerme!
Se viene el reencuentro 🌙🖤
 


 




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