Narra Alai.
Después de ver a mamá, volví al apartamento de Benja. Nos estábamos quedando ahí el fin de semana para irnos con su familia a España a conocer a Brais y de ahí, después de unos días, poner rumbo a Alemania.
—Amor, me encantan tus tangas cuando los llevas puestos pero odio mucho que los dejes colgando en la canilla del baño —. Se quejó ni bien entré por la puerta.
—Ay Benja, sos pesado eh —. Suspiré y me acerqué para besarlo —. Las lavo y quedan ahí para secarse.
—Para eso existe algo que se llama tender —. Insistió.
—Ayer cené tu arroz todo duro y quemado, no te quejes. —Le recordé.
Mientras preparaba una ensalada con filetes de pollo, yo me senté en el sofá para escribir un poco. Estaba inspirada y quería escribir algo nuevo, aunque mi prioridad era el final de la trilogía Inefable.
—¿Nueva novela? —Me preguntó cuando se sentó mi lado y me pasó una copa de vino —Mi Lugar Favorito En El Mundo... —leyó.
—Todavía no hay nada listo para que leas, es un borrador.
—¿De qué trata?
—Habla del verdadero amor, de un amor que es para toda la vida. Los protagonistas son amigos desde niños y por circunstancias familiares, se acaban separando en la adolescencia. El tiempo y la distancia hace que pierden el contacto pero se reencuentran después de muchos años y el amor entre ellos empieza a aparecer.
—¿Por qué pierden el contacto?
—Tendrás que esperar a leerla para ver qué pasa —. Sonrió y lo besé.
¿Qué es el amor?
Para mí el amor es Benja. No podría definirlo mejor.
El amor es él cuando me abraza, cuando me mira, cuando me sonríe y cuando me escucha. El amor es él cuando me aconseja, cuando me acompaña en cada paso que doy, cuando me anima a cumplir mis sueños y cuando me sostiene cuando no se cumplen.
Créanme si les digo que el amor sano existe. No se conformen con relaciones tormentosas, no dejen que les hagan creer que se tiene que sufrir... Como me dijo mi mamá "cuando ese amor que antes te llenaba de alegría se convierte en lágrimas de dolor, tenés que irte de ahí y buscar otro amor que vuelva a hacerte feliz." El amor es más simple de lo que uno piensa y esa simpleza se encuentra cuando se encuentra a la persona indicada. No les voy a decir que todo es perfecto, hay peleas y desacuerdos pero no al punto de sentir que ya no vale la pena.
Me costó sanar, volver a confiar en mí y en los demás, pero lo conseguí. Ahora, viéndolo desde la distancia, entiendo que alejarnos aquellos meses fue lo mejor para ambos. Si bien Benja me ayudó mucho, él no tenía que salvarme de mis pensamientos ni aguantar mis celos por amor, ese camino tenía que recorrerlo sola (y con terapia).
No sé si estábamos destinados a estar juntos pero al final la vida nos unió y es lo más maravilloso que me pudo pasar.
Narra Benjamín.
La miro caminar enfrente de mi hacia el centro de la pista y siento que el mundo se detiene. Me sigue poniendo nervioso cuando la tengo cerca, cuando la veo... Siento un cosquilleo en todo el cuerpo cuando corre a mis brazos después de unas horas sin vernos y me besa. Amo verla dormir, amo verla reír y sufro cuando la veo llorar. Mi corazón le pertenece y sé que podría destrozarlo en millones de pedazos pero también sé que jamás lo haría. Es todo lo que necesito y todo lo que quiero. Valió la pena esperar años para tenerla conmigo y sé que nada en este mundo nos podrá separar jamás porque hay amores que son verdaderos y el nuestro lo es.
—Amo este lugar —dejó la manta en el césped y nos sentamos a mirar las estrellas.
—Te quería dar algo especial... Sé que hablamos muchas veces de que no queremos casarnos ni queremos hijos... Pero quería darte algo lindo, algo que al mirarlo nos haga pensar en el otro. —abrí la cajita para que lo vea.
Eran dos anillos de plata, tenían una media luna grabada junto con un corazón y en la parte de detrás nuestros nombres.
—¡Me encanta! —sonrió y me dio un beso —¿Me lo pones? —le brillaban los ojitos —Podemos comprometernos bajo las estrellas, sería algo nuestro y cada vez que mire este año, recordaré este momento especial.
—No preparé nada —reí nervioso.
—Lo que te salga, amor. —me pidió.
—Alai —reí nuevamente y agarré su mano —Yo, Benjamín te entrego este anillo como prueba de mi amor eterno por vos y te prometo que te voy a amar, a cuidar, a respetar y a hacer reír todos los días del resto de muestras vidas. Porque te quiero y porque sé que lo nuestro estaba escrito en estas mismas estrellas que vieron nacer nuestro amor. —le puse el anillo y dejó escapar una lágrima, me acerqué para darle un beso en la mejilla y así secarsela. —Siempre voy a limpiar tus lágrimas con mis besos. Te amo.
—Benja —sonrió aún con la cara roja y llena de lágrimas de felicidad —Yo, Alai —agarró el otro anillo y sujetó mi mano —Te prometo que te voy a seguir a cualquier parte del mundo. Te voy a cuidar, te voy a besar y abrazar cada día. Te voy a respetar y a amar hasta el último de mis días. Porque lo que siento por vos, lo que siento cuando te tengo a mi lado y te veo —me puso el anillo y nos agarramos con fuerza de las manos— No puede ser expresado en palabras... Es...
—Inefable... —susurré mirándola a los ojos.
—Inefable... —repitió.
Bajo las estrellas hicimos el amor, y nos juramos no dejarnos de querernos nunca porque un amor como el nuestro era para toda la vida y sin duda nuestro lugar favorito en el mundo era en los brazos del otro.
—Por y para siempre, amor mío —susurré en su oído cuando se recostó a mi lado.
—Por y para siempre —repitió y volvimos a besarnos.
FIN 🖤🌙

🥹 Gracias por leer Inefable.
Pronto tendrán el epílogo y daremos el cierre a esta historia de amor 🌙🖤
¡GRACIAS!