Inefable

➢ Capítulo 2 ➢

2

|MARILYN HARPER| 

—Mi objetivo cómo su orientador, es encargarme que los vasos vacíos de sus mentes queden llenos de conocimiento —dijo el maestro caminando entre las columnas de pupitres con rostros de ingenuos adolescentes.

—¿Nombre? —Señaló con su dedo, extendiendo su largo brazo, en dirección al chico de la oscuridad.

Debido a que me terminé sentando en uno de los pupitres que están en medio del salón de clases, no tuve que ladear mucho mi cabeza para observar la relajada postura que no ha cambiado desde los primeros minutos de la jornada.

—Ethan Brown —contestó con sus codos apoyados sobre la mesa de trabajo de su pupitre.

—Señor, Ethan Brown —repitió su nombre mientras escribía con una cursiva caligrafía algo en el pizarrón—. ¿Podría decirme cuál es uno de los más importantes legados de los romanos?

—Hasta nuestros días, sus aportes en Arquitectura e Ingeniería se continúan aplicando —dijo con un aire de suficiencia con el que me sentí identificada, porque yo también suelo hablar con los demás así. Con suficiencia.

—Bueno...—dijo después de haber finalizado de escribir: «Cultura Romana. Imperio Romano. Edad Antigua».

—Cuando te pedí el dato, esperaba que me dijeras uno mucho más relevante acerca del gran Imperio Romano, pero está bien —dijo escribiendo ahora, en un cuaderno de su escritorio.

Levanté la mano. Todos voltearon a verme, pero yo sólo esperaba a que el "profesor", "orientador", cómo diga que le llamemos, me vea.

—¡Vaya! —Dijo con sorpresa—. Es interesante que en el primer día de clases, una estudiante de nuevo ingreso se atreva a participar u opinar. Sorpréndanos, señorita Harper.

«Créame. No espero menos». Pensé mientras una sonrisa se surcó en mis labios. Una sonrisa satisfactoria es la que siempre está en mí, cuando hablo sabiendo que tengo la razón.

—¿No cree que es inadecuado, erróneo, pensar que el gran Imperio; cómo lo fue el Imperio Romano, sólo tiene legados que son más importantes que otros? Los romanos fueron la poderosa potencia militar y política del mundo antiguo. Teniendo varias formas de gobierno; conquistando grandes territorios cómo Europa o África; siendo su idioma: el latín la base para idiomas cómo el castellano, francés, entre otros; sus importantes aportes a la Arquitectura e Ingeniería siguen presentes hasta la actualidad; y ellos siendo los creadores de lo que ahora constituye la base actual del derecho... ¿En serio dice que tienen legados que son más importantes que otros?

El maestro selló sus labios, como si estuviera conteniendo de emitir una reacción en palabras ante mi participación. De reojo, y por ciertos milisegundos observo a mi alrededor, todos murmuran cosas mientras las pequeñas risillas son ocultadas por la mano en la boca observándome.

Y antes que terminará el minuto que ya había sido marcado desde que el silencio del profesor se dio, observé en la puerta una mirada de satisfacción con una corta sonrisa. Por supuesto, no me sorprende que la directora estuviera observando desde la entrada del salón el comportamiento de los nuevos alumnos en clase.

—¿Todo bien, sr. Briggs? —Preguntó la directora caminando al centro del aula.

—Sí —dijo sin quitarme la mirada evaluativa—, por supuesto que sí.

La directora continuó caminando entre las filas de estudiantes, observándolos desde su altura mientras el sonido de sus tacones resonaban contra las esquinas del salón.

—Cuando la seguridad está en el tono de un alumno nuevo, es algo admirable, porque los demás comienzan a saber un poco más de esta —dijo con una tortuosa lentitud, mirándome—, persona ¿No es así, señorita Harper?

La frialdad en su tono, la postura con la que camina, la superioridad con la que me mira desde la distancia y la arrogante sonrisa en sus labios mientras me observa y espera por mi respuesta produce estremecimiento en toda mi espalda, entre mis frías manos comienzo a sentir el leve sudor que los nervios generan. Ella me genera nervios, y no entiendo el porqué.

Hace muchos meses ya, que un adulto dejó de provocar en mí persona miedo o pánico.

—Así es, directora —contesté dejando a mi espalda completamente apoyada sobre el respaldo, crucé mis brazos sobre mi pecho y las piernas también las crucé entre sí. No pude evitar devolverle la sonrisa, lo que la llevó a su siguiente jugada.

—¿Por qué no pasa al frente y nos cuenta sobre usted? Estoy segura, que tanto sus nuevos compañeros como yo queremos saber más de usted —intentó asegurar.

Desenredé el cruce entre mis piernas y brazos, levantándome del pupitre dije un: —De acuerdo. Y con largos pasos logré llegar al centro del salón de clases.

—Esto será interesante —dijo la rubia, la misma que logró captar la atención del chico de la oscuridad cuando le ofreció un asiento. Ethan, creo que ese era su nombre.

—No sabes cuánto —contesté con una sonrisa satisfactoria al ver su rostro de que sí le contesté y comencé "con mi presentación" antes que la directora emitiera algún comentario.

—Mi nombre es Marilyn, Marilyn Harper —dije mientras observaba todos los rostros, expectantes ante mi figura en el centro—, tengo diecisiete años y los dieciocho los tendré el 8 de septiembre lo que me lleva a que mi signo es Virgo. En cuanto a mis gustos, prefiero el negro y dorado. Me gusta toda clase de música, excepto la bachata, salsa y cumbia. Mis favoritas son las de los años 80. Fue la mejor era para la música.




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