Inefable

➢ Capítulo 4 ➢

«...Todos aparentamos mostrar cómo nuestra faceta natural para ser "socialmente correctos". Fachada que cae tarde o temprano».

—Marilyn Harper (Inefable)

4

|MARILYN HARPER|

—No creo que seas de la clase de chicas que son introvertidas y tímidas —dijo después de tomar sorbos de agua de su botella, cerrando está voltea a verme. Siento su mirada sobre mí, pero me limito a corresponderle. Mirar el piso sobre el que voy caminando jamás había sido tan interesante cómo ahora.

—No lo soy —dije.

—¿Y por qué vas tan callada, entonces?

—Porque no me interesa hacer conversación —noté la confusión en su rostro ante la frialdad con la que mi voz salió, así que agregué: —No, en estos momentos.

—Está bien —agachó la cabeza pasando la botella entre sus manos y luego la volvió a levantar, diciendo: —¿Estamos cerca?

Observé a mi alrededor.

—No sé —dije sincera porqué en realidad mi mente no conectaba con ningún rincón del vecindario cómo lugar familiar.

—Entonces—

—¡MARILYN! —Escuché el agudo y lejano grito de la señora Harper, visualicé al frente, varias casas al frente, ella estaba alzando una de sus manos atrayendo mi atención.

—Ya sé dónde es mi casa —dije caminando con un poco de aceleración en mis pasos.

—Creí que algo malo te había pasado —replica la señora Harper antes de jalarme a ella y abrazarme con las fuerzas necesarias para poder dejarme sin aire.

—Me había perdido —dije—, aún no me he familiarizado con el vecindario.

—Yo las dejaré...—escuché a Ethan decir detrás de mí y la señora Harper me suelta y centra su atención en el chico con playera, shorts y un balón de baloncesto entre uno de sus brazos.

La señora Harper lo mira de arriba abajo, y en un acto rápido Ethan da un paso al frente y extendiéndole la mano a la señora Harper, dice:

—Soy Ethan Brown, mucho gusto —la señora Harper le tiende la mano sonriendo.

Si fuera cualquier otra persona en estos momentos y en esta situación, creería sin problema que Ethan es la clase de chico amable, caballeroso y con buenos modales cómo segundo nombre..., pero soy Marilyn Harper y sé que lo anterior es una fachada que todos aparentamos mostrar cómo nuestra faceta natural para ser "socialmente correctos". Fachada que cae tarde o temprano.

Ambos comienzan a intercambiar un par de palabras a lo que no presto atención cuándo está se concentra en una de las casas que están frente a la mía. Una de las ventanas en la sala, tiene las cortinas entreabiertas.

Presiono más mi sentido de la vista al notar que alguien está detrás de estás. Luego esto desaparece cuándo las cortinas son cerradas totalmente.

—Sí, vivo a un par de cuadras delante de aquí —menciona Ethan pero yo sigo sin prestarle atención a lo que habla con la señora Harper.

La casa se ve demasiado descuidada. La pintura vieja, las paredes manchadas, varias ventanas tienen gruesas maderas sobre estás, la única excepción es la que tiene la cortina con la persona detrás de está, el jardín frontal parece una representación del desierto de Arizona y una señal de peligro y "NO PASAR" están al inicio de éste (jardín frontal).

—¿Marilyn? —Pregunta la señora Harper, ladeo la cabeza para encontrarme con las miradas confusas de ella y Ethan.

—¿Ah?

—Qué si entrarás ya —dice señalando a la casa.

—Ah..., sí, sí —digo.

—Nos vemos Marilyn —dice caminando lejos, volteo sorprendida porque no me llamo por el ridículo apodo de antes—, oh, perdón, nos vemos pitufa anormal.

Rodé los ojos y entro a casa.

—En unos momentos estará la cena —grita la señora Harper desde la cocina y yo le correspondo con un "De acuerdo" mientras subo a la segunda planta.

Pero no a mi habitación, sino al ático: en la casa, es el lugar más alto para ver a los demás, y el menos posible para que ellos me vean haciéndolo.

Saco mi celular, y con la cámara apunto a la casa de enfrente, la que está más deteriorada que mi salud mental.

No es mucho lo que veo, además de un doberman (raza de perro) en el jardín. Durmiendo en una de las esquinas del patio trasero, con una cadena tirando de su cuello. Ahora, viendo su aspecto, veo porqué lo llaman "el perro del diablo".

—¡Marilyn! —Me llama el señor Harper de la planta baja.

—¡Voy! —Grito con mi vista recorriendo y memorizando lo más que pueda de esa casa. Hay algo de ella que me resulta extraño.

Al no observar nada más, decido bajar a cenar con los señores Harper esperándome sentados a los extremos de la mesa. La silla vacía, la mía, al centro.

Coloco mis auriculares, mi suéter talla extra y color negro para permitirme sentir la brisa nocturna fría golpearme en cuánto salgo de casa.

Los señores Harper, después de lo que pasó, estuvieron de acuerdo que los paseos nocturnos me beneficiaban a mí y a mi balance mental. Ahora, que recuerdo el camino por el que caminé hoy en la tarde con Ethan puedo volver a casa sin problema.

Starting Over de John Lennon se reproduce en mis auriculares a medida voy pasando casa tras casa.

But when I see you darling

(Pero cuándo te veo cariño)

It's like we both are falling in love again

(Es cómo si ambos volviéramos a enamorarnos de nuevo)

It'll be just like starting over




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.