Inefable, lo que creíamos perdido

9. Todo que ver

Han pasado dos días desde la tarde de piscina y no he vuelto a tener noticias de Derek; él no ha vuelto a la Universidad, según Luke por asuntos familiares. La curiosidad está haciendo un hueco en mi interior, realmente quiero saber qué es eso que Derek oculta que logra ponerlo de tan mal humor, es como si tuviese un interruptor en el cerebro que puede ser apagado con tan solo una llamada.

Hoy he estado a punto de pedirles su dirección a los chicos, pero no encuentro ninguna excusa presentable para hacerlo, Además que es un poco desesperado de mi parte.

―Tierra llamando a Gabriel. ―Una mano frente a mis ojos me parpadear repetidas veces y centrar mi vista en la sonrisa traviesa de Mei―. ¿En qué pensabas, chica? Estabas completamente ida.

Las clases han pasado en una tortuosa lentitud, y ahora nos encontramos en clase de Arte moderno. Nos asignaron un trabajo en parejas y Mei se unió conmigo. Debemos leer una cantidad absurda de textos y hacer un ensayo crítico de la influencia del arte moderno en la actualidad. Gracias a los cielos es para la próxima semana.

Mis ojos permanecen fijos en Mei, mientras que un pensamiento un tanto desesperado atraviesa mi mente. Yo estoy interesada en saber qué ocurre con Derek y Mei parece bastante entusiasta en que me junte con él, tal vez pueda jugarlo a mi favor.

―Solo me preguntaba si Derek está bien ¿Has sabido algo de él?

Mei permanece en silencio por unos segundos, su mirada escrutando con detenimiento mi rostro, hasta que un pequeño grito de entusiasmo escapa de sus labios de la nada haciendo que el profesor nos mire de mala manera por un instante.

La chica se disculpa con el profesor y tapa su boca para no la escuchen reír, luego me señala en silencio con ambas manos, mientras que una mirada soñadora aparece en su rostro. Tal vez, esto no fue muy buena idea después de todo, pienso mientras veo el brillo de entusiasmo en sus ojos.

―¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ―repite enérgicamente Mei cuando salimos del salón―. Sabía que pasaba algo entre ustedes ―finaliza levantando la barbilla como quien acaba de ganar un reto o descubrir un misterio.

Por mi parte me limito a poner los ojos en blanco y negar con la cabeza, aunque el calor que amenaza con llegar a mis mejillas no me ayuda demasiado, mucho menos la pequeña sonrisa que se asoma en mis labios. Realmente no estoy segura que no esté pasando nada entre el castaño y yo. No estoy diciendo que me guste o algo por el estilo; tampoco es que no me parezca atractivo, solamente creo que hay cierta… conexión.

―No pasa nada entre Derek y yo. ―Mei me da una mirada que asegura que no cree una palabra de lo que digo―. Es solo que prometió ayudarme a descubrir quién escribió lo del periódico ―concluyo bajando la voz para que solo ella me escuche.

Mei detiene sus pasos y me observa con ojos muy abiertos. Su boca se abre formando una O y sus facciones se fruncen un poco. Da una mirada hacia las personas que están a nuestro alrededor y luego me toma del brazo para que volvamos a avanzar.

―Pero no han vuelto a poner más nada Gaby, ¿no es mejor dejar las cosas calmadas? ―En sus ojos puedo notar que ella está preocupada, no quiere que me afecte tal vez, como la última vez.

Por un momento reflexiono en lo que me acaba de decir y debo aceptar que tiene razón; si no han puesto más nada y el periódico no ha vuelto a salir, lo mejor sería dejar el tema zanjado y así con algo de suerte todos olvidan lo que pasó y podré terminar mi carrera en paz.

Pasamos por un salón de donde salen hermosas melodías de violines, la voz profunda de una profesora logra escucharse de fondo dando instrucciones mientras que la sonata se hace cada vez más fuerte.

―Bueno, creo que tienes razón. Si no sale más nada creo que lo dejaré pasar.

Y de verdad espero que sea así, porque pese a todo debo aceptar que la Academia me gusta bastante, hace que me sienta parte de algo, aún cuando no hablo con nadie fuera de los chicos y una que otra persona en mis clases de fotografía, el campus me hace sentir especial.

Mei me regala una sonrisa tranquilizadora y aprieta mi mano en señal de apoyo, antes de regresar a la expresión astuta de hace un momento.

―Pero sobre Derek…. ―La chica eleva ambas cejas cuando me mira―. Creo que de eso si debemos hablar.

«Oh Dios mío, en que fue lo que me metí».

Niego con la cabeza y dejo que la risa se escape de mis labios cuando Mei empieza a armar miles de escenarios en los que solo estamos Derek y yo. Esta chica es todo un personaje.

Cuando las últimas clases de la mañana llegan a su fin se nos informa que la jornada de la tarde ha sido cancelada debido a una asamblea de profesores. La noticia me llego como caída del cielo, pues no estaba muy emocionada con las tres horas que seguían de expresión oral. Aprovechando el hueco le digo a Mei para ir a Shakes puesto que aún no lo conozco y ella no pudo haberse mostrado más emocionada al respecto.

Pasamos a nuestros casilleros antes de salir y escucho detrás de nosotras a Luke y Nate, conversando animadamente sobre las jugadas que utilizarán en el primer partido de la temporada y de lo exigente que es el nuevo entrenador del equipo para ser alguien tan joven. Intercambio una mirada con mi amiga y dejamos salir una risa cómplice. Nosotras tenemos pensamientos muy distintos a ellos referente al nuevo entrenador. Aunque los míos, mucho más inocentes que los de la chica a mi lado.




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