Inefable, lo que creíamos perdido

25. Se la ha llevado

Derek

Puedo sentir como la respiración queda atascada en mis pulmones mientras corro con todas mis fuerzas hacia la entrada del campus; no consigo sacar de mi mente la voz asustada de Gabriel al otro lado de la línea, ni mucho menos la rabia que me abarcó cuando descubrí que podía ser él quien posiblemente esté detrás de todo esto. Mis manos golpean las puertas dobles de la entrada con fuerza y sin detenerme un segundo corro hacia los vestidores donde se encuentra el despacho del entrenador Jenkins, donde Gabriel me dijo hace unos minutos que estaba.

Me arden los pulmones, todo el cuerpo lo siento en un estado de perturbadora pausa mientras mis ojos escanean con desesperación el lugar en busca de Gabriel.

Un jadeo lastimero llega a mis oídos y pone todos mis sentidos en alerta, mis pies aceleran sus pasos sobre el suelo y cuando estoy de frente a la puerta del entrenador, la sangre se me hiela en las venas y una maldición se escapa de mis labios al ver a Luke tendido en el suelo; su cabello rubio está teñido de rojo debido a la sangre que le cae sobre la frente y sus ojos parecen luchar por mantenerse enfocados mientras intenta levantarse.

Me apresuro a llegar junto a él y me arrodillo a su lado tratando que enfoque su mirada en la mía.

—¡Luke! hey, hey con calma amigo. —Mis manos tiemblan mientras acunan su rostro y mi mandíbula se contrae con tanta fuerza al ver su estado que creo que puedo partirme los dientes.

Los ojos de Luke logran centrarse en los míos y reconozco el instante preciso en que los recuerdos, de lo que sea que haya pasado aquí, atraviesan su mente. Sus ojos se mueven desorbitados por todo el lugar y un balbuceo ininteligible empieza a salir de sus labios a la vez que se impulsa hacia arriba tratando de incorporarse.

—Despacio Luke, estás herido.

Mis palabras no tienen ningún efecto en él, sus labios siguen moviéndose en balbuceos y cuando sus ojos recorren todo el lugar y vuelven a posarse en mí, puedo ver el temor en ellos y estoy seguro que mi mirada se encuentra igual.

—Jenkins… Derek ¿dónde está Gaby? —Sus palabras débiles y entrecortadas son como una cuchillada en mi corazón.

Trato de controlar el temblor en mis manos para ayudarlo a incorporarse pero no puedo, todo mi cuerpo tiembla a causa del miedo y la rabia que está recorriendo cada fibra de mi ser. Desde que me encontraba con Gabe y Mei en las gradas no pude evitar notar como los ojos del entrenador se dirigían a donde Gabriel se encontraba, pero al momento en que su ceño se frunció mientras escribía por el celular, alternando la vista de este a la chica a mi lado, la duda comenzó a florecer en mi mente… duda que fue haciéndose cada vez más fuerte mientras empezaba a hilar todo lo ocurrido en mi mente. ¿Qué tal si nunca se trató de un estudiante? Si la persona detrás de todo esto tiene el disfraz perfecto; un profesor. Pero no fue hasta que tuve en mis manos el expediente del entrenador cuando todo empezó a cobrar sentido.

Mis ojos van a Luke, quien se esfuerza por mantenerse erguido.

—Acabo de llegar, la he estado buscando por la universidad pero no he podido encontrarla.

Luke da un paso tembloroso hacia atrás, sus manos viajan a su cabeza para luego verse los dedos manchados de sangre. Sé que está tratando de encontrarle sentido a lo que sucede y también sé que el golpe lo tiene aturdido pero yo necesito respuestas ahora mismo.

—¿Qué es lo que ha pasado, Luke?

Sus ojos se clavan en los míos, poco a poco su mirada se va haciendo cada vez más clara. Como si esa capa de aturdimiento se estuviera desvaneciendo de él.

—Jenkins. —Su voz sale ronca y baja. Todo su semblante ha cambiado en menos de un segundo, para pasar a verse lleno de ira—. Salí del despacho con él, Gaby me esperaba afuera… estaba pálida, y antes que pudiera reaccionar el entrenador me golpeó en la cabeza ¿Qué mierda es la que está pasando? Y tú ¿Dónde demonios estabas?

Mis manos viajan a mi cabello y jalo con fuerza de el. Un grito de pura rabia y frustración sale de mi garganta. La sola idea de imaginarme lo que puede sucederle a Gabriel hace a todos mis sentidos nublarse y que la razón se escape de mi cuerpo. Mis manos se cierran en puños y en cuanto veo los casilleros del equipo no dudo en estampar mi puño en él para intentar sacar la frustración. No sé cuántas veces lo hago hasta que siento un par de manos tomarme de los hombros y separarme del lugar. Puedo sentir la sangre caliente y espesa filtrarse entre mis dedos.

—Es suficiente. Derek necesito que me expliques ¿qué está pasando?

Decir que Luke está enojado sería quedarse corto. Su voz, su postura, el ceño fruncido y la mirada inyectada de rabia, solo me demuestran que mis palabras podrían ser el detonante de su ira. Sé lo que significa Gabriel para él. He podido notarlo en estos meses desde que ella llegó y un Luke decidido es justo lo que necesito en estos momentos.

—Es Jenkins. —Dejo salir—. El periódico, el acoso, todo. Siempre ha sido él.

El asombro se apodera de sus facciones, puedo notar la confusión en sus ojos. La manera en que su mente trata de entender qué razón tendría el entrenador para hacer algo como esto, sé que debo explicarle lo que descubrí en las últimas horas, pero ahora mismo la prioridad es encontrar a Gabriel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.