Inesperada Tentación

Capítulo 3

Mi madre me envió hace unos días, el vestido que usarían en la fiesta. Aunque siendo honesta no es lo mío, lo que menos me gusta es usar vestidos y asistir a fiesta. Prefiero usar bonitos vestidos florales y salir a recorrer el campo que rodea mi casa. De todas maneras, me sentí una total y absoluta princesa, cuando me tocó bajar por las escaleras y que todas las miradas se pusieran sobre mi.

Lo más traumante fue ver, que incluso David, tenía sus ojos clavados en mi. La fiesta transcurrió bastante normal al comienzo, pero entre baile y baile, todo se volvió intenso y caótico. ¿En qué momento las cosas se descarrilaron? Cuando misteriosamente, recibimos un ataque de hombres lobo, por muy raro que suene.
Tal vez nunca expliqué detalladamente, que en nuestro mundo no somos los únicos. Muchos años antes de que los humanos mutaran, existieron los hombres lobo y ellos nunca fueron humanos, sino animales que mutaron hasta poder tomar forma humana. Lo sé, un poco diferente a lo que los humanos conocen debido a películas como “Crespúsculo” “The vampire diaries” entre otras.

Los hombres lobos matan vampiros, creo que eso es lo único acertado de estas series y películas, aunque también podemos detallar, que pierden su total conciencia humana al tomar su forma animal. Los animales por lógica no son racionales y eso no cambia para estos seres mutantes. Pero sea cual sea el caso, los hombres lobos irrumpieron en la escuela y comenzaron una persecución asesinando vampiros.
Todos comenzaron a correr desesperados, incluyéndome. Aunque nosotros tengamos una velocidad superior a la de ellos, eso no cambia que ellos posean ciertas habilidades animales que son superiores. Como un perro persiguiendo a un humano, es casi lo mismo. Lo que si puedo decir, es que las cosas se torcieron y no se en que momento acabé metida dentro de una de las paredes de la escuela, totalmente separada de André.

Fue en ese momento, en el que me sentí perdida y aterrorizada, en que me encontré con alguien que aunque sabía que me odiaba, me hizo sentir segura. David estaba escondido en la misma pared que yo, solo que el no estaba en el pasillo sino en el hueco, ese hueco que era una pequeña habitación. El me vio y me dio una mala mirada, luego de eso simplemente me ignoró.

—¿Qué haces acá? —preguntó de repente, luego de estar dos horas encerrados en silencio.—Lo mismo que tú, supongo —contesté yo y el solo rodó los ojos.

—Eres una asquerosa impura con padres vampiros, ¿acaso no puedes pelear contra hombres lobos? —preguntó de repente con algo de ironía en su voz.

—No, lo siento. No me enseñaron persecución con hombres lobos, cuando estudiaba en casa con la tutora —solté con sarcasmo y el simplemente asintió.

—Esa habría sido una buena materia y bastante útil para ser exacto —comenzó a decir y algo en mi se alegro, me estaba hablando amablemente, eso no suele pasar— Es bueno que estés aquí, alguien tiene que morir primero y ese no seré yo —terminó de decir y yo sentí ganas de lanzarlo a los hombres lobo para que lo devoren.

—Eres demasiado malvado.

—Y tú un parasito que no debió nacer, ¿por qué no solo te mueres y le ahorras un problema al mundo? —espetó con molestia y yo simplemente giré mi cabeza y lo ignoré por bastante tiempo.

Las horas pasaban con una increíble velocidad y yo ya me sentía totalmente devastada, la verdad es, que todo esto estaba resultando una tramoya terrible y ya quería que acabara de forma urgente. Como vi que el tiempo no pasaba, decidí levantarme y ponerme en marcha. Decidí continuar por los pasadizos y ver si encontraba a alguien más vivo por aquí y David pareció seguirme, a los minutos estaba gateando tras de mi.
El tiempo era incesable en ese momento y las cosas se pusieron más complicadas. Con David dejamos esa pared y tomamos la intención de refugiarnos en el laboratorio, el cual era a prueba de lobos y si teníamos suerte, salvaríamos nuestras vidas. La idea era hacer un poco de tiempo y esperar a que el ministerio vampiro, lo solucione. Aunque sabíamos que era algo digno de aterrarse, pues los licántropos suelen ser muy aterradores.

De repente, un hombre lobo, se lanzó furiosamente contra y sus dientes feroces podían ser vistos a larga distancia. Una mordida de estos animales y no contaríamos el cuento, son realmente feroces. Aunque pensé que no la contaba, alguien me salvó y ese fue mi compañero de escapada, David. Quedé totalmente sorprendida por su acto, más porque me deseo la muerte en varias ocasiones.

—¿Estás bien? —preguntó el mientras nos alejábamos.

—Si, solo algo conmocionada —contesté sin dudarlo y el pareció asentir con la cabeza.
El ambiente se había vuelto algo tenso y simétrico, realmente no estaba completamente segura de que las cosas terminarían bien, pero de todas formas intenté esforzarme para que las cosas fueran más sencillas. Comenzamos a golpear desesperadamente, solo queríamos que alguien nos ayudará y nos sacará de ese oscuro pasillo que nos estaba asesinando.

Dentro no parecía haber mucha gente, pero claramente había la suficiente como para sofocarme. La situación a mi alrededor claramente no era buena y pudimos sentir que había gente dentro de esa habitación, solo que no nos querían abrir y con el paso del tiempo, todo se volvió más complicado.

—Abran —dije yo aterrada. Los ruidos fueron constantes dentro, pero nadie abrió.

—¿Van a abrir o tengo que tirar la puerta abajo? —preguntó David y automáticamente la puerta fue abierta.

Cuando la puerta fue abierta, finalmente vimos quienes estaban dentro y se trataba de André, Ashley y dos chicos más, que no pude reconocer. Me senté a un lado con André, el parecía bastante cansado y sus ojos estaban claramente enrojecidos. No fue el único, David se acercó a mi y se quedó muy pegado. Al mismo tiempo estaba Ashley, quien no despegaba su cuerpo de mi mejor amigo.

¿Cómo entraron estos lobos?




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