No tuve más opción y le conté a la directora la verdad. Le dije que había sido mordida y se asustó al ver el tamaño de mi herida, por lo que decidió investigar y encontrar la solución. No encontró una cura, pero si una manera de prolongar más tiempo mi vida y de está manera poder encontrar una cura más a futuro. Mientras estábamos en la fiesta, aproveché para contarle.
—¿Te dijo como llegar a ese lugar? —preguntó el y yo me lo pensé.
—Algo vi, igual no creo que sea tan difícil —contesté sin darle importancia.
—Entonces deberíamos irnos en la noche, para que nadie nos atrape y regresar pronto o sería mucho peor —dijo el y yo asentí. Teníamos que ser extremadamente cuidadosos o la cosa iría de mal en peor.
Igual me dedique a disfrutar la fiesta y mi entrada fue bastante perfecta. Nunca creí que tendría tan buen cumpleaños y ya de por si, pasar está fiesta sin mi familia es complicado, pero tengo que acostumbrarme. Un chico me invitó a bailar y la pasamos bastante bien, aunque David parecía bastante ofuscado en el rincón y no parecía tener ganas de moverse en absoluto.
Está vez acepté venir con Jacob, cosa que David no sabía. Realmente no esperaba que se molestara, de todas formas solo éramos amigos y jamás imaginé que el terminaría explotando de esa forma tan salvaje cuando lo supo. Su actitud en la fiesta me estaba importunando y como debía estar toda la noche en vela, prefería irme en ese momento.
—Lo siento Jacob, tengo dolor de cabeza —no le di tiempo a contestar, me fui de ahí directo a los dormitorios.
—Delia —escuché esa voz a lo lejos y me tensé de inmediato— ¿No deberías estar bailando con tu pareja? No te vayas tarde, recuerda que tenemos que irnos en un par de horas, a menos que prefieras que el te acompañe —sus palabras fueron bastante atropelladas, pero pude escuchar cada una de ellas.
—Enserio eres un idiota —solté de repente y el solo me vio confundido.
—¿Por qué viniste con Jacob al baile? ¿Por qué viniste con mi amigo? —lo dijo tranquilo pero lucía molesto.
—¿Cuál es tu problema David? —no sabía que le pasaba, pero era evidente que se estaba pasando de la raya.
—De todas las personas en la escuela, era necesario que salieras con mi amigo. ¿Por qué? —sus ojos estaban apagados y yo estaba cada vez más confundida.
—No entiendo tu planteo, pareces una novia celosa haciendo una escena —me reí de lo que había dicho, pero el se mantuvo serio.
—Si quieres llamarme novio celoso, hazlo, pero me molesto que vinieras con mi amigo. Ni siquiera te molestaste porque no te invite —siguió diciendo, ¿es que acaso es estúpido? No esperé a que me invitara, porque de casualidad somos amigos y a veces ni eso, tiene tantos cambios de humor que me estresa,
—Basta, tuviste la oportunidad de invitarme y no lo hiciste, tal vez por miedo, vergüenza o el que dirán, pero no me importa. No tienes ningún derecho a hacerme este planteo ridículo, si no querías que fuera con otro chico, tendrías que haberte puesto los pantalones y haberme invitado. Acaso necesitas que alguien más me invite a salir para darte cuenta de eso, eres un completo cínico —sin darle tiempo a responder me fui, nuestros hombros chocaron. Me volteé por un minuto y lo vi apretando los puños.
Me quedé varias horas tumbada en mi cama esperando. Esperaba que todas las chicas volvieran de la fiesta y se acostaran. Pero era evidente que les gustaba la joda, nadie parecía estabilizarse aquí. De todas formas continué esperando, hasta que finalmente, todas se fueron a dormir y eso incluye a los chicos. Al final salí de ahí para irme, no esperaba que David apareciera y menos después de semejante planeo ridículo. Pero de todas maneras, lo esperé.
—Siento llegar tarde —dijo agitado una vez llegó— Estaba esperando que se durmieran —terminó de decir y ambos nos preparamos para salir.
Escapar de la escuela no era fácil, estaban todas las entradas custodiadas por animales y conserjes vampiros malvados. La verdad, es que es bastante surrealista todo acá. Pero no puedo decir que mi mundo es normal, porque mi existencia ya le quita lo normal. Los vampiros no somos y nunca seremos normales, creo que es suficiente para darnos cuenta, de que lado del mundo estamos.
Salimos por uno de los pasadizos de la escuela, es bastante curioso que pocos los conozcan. Es que es cierto, nadie conoce esos pasadizos más que yo. Recuerdo que costó aprenderlos de memoria, pero usando el mapa del libro prohibido, fue bastante sencillo. Luego de salir del pasadizo, llegamos directo al bosque y fue ahí, donde me di cuenta que ya estábamos fuera de la escuela.
—Parece que salimos —susurró el observando el gran edificio— ¿Ahora que hacemos? —su pregunta me dejó en shock.
—No estoy muy segura, realmente no creía que lográramos salir sin ser capturados —contesté mirando al suelo y el se dio un golpe en la cara con la mano abierta.
A pesar de que yo no sabía a donde debíamos ir, finalmente supimos que todo se iba a arreglar, siempre y cuando llegáramos a la biblioteca de “Futty”. Es en definitiva, la biblioteca más grande del mundo y habla principalmente sobre vampiros y hombres lobos. Si existe un lugar donde encontrar la respuesta, definitivamente tiene que ser ahí.
El bosque es conocido por ser demasiado peligroso, miles de criaturas salvajes se esconden ahí. Cosa que para mi es bueno, tengo una sed espantosa y cazar no me vendría nada mal. Lo hice de inmediato. Eche a correr detrás de unos ciervos y me aseguré de que no les quedará ni una gota de sangre. David se había quedado a un lado y observó hacía donde yo estaba varias veces, ¿era raro que recién ahora empezará a importarme? No me importaba antes, pero ahora me da algo de coshita.
—Siento que hayas tenido que ver eso —dije yo de repente y el solo asintió.
—Está bien, mis raíces vienen de ahí también —contestó el a lo que yo dije y me di cuenta de que el estaba cambiando bastante, eso me agradaba mucho.