Inesperada Tentación

Capítulo 6

—No lo puedo creer, enserio no me lo creo —dije mientras abrazaba a mi hermano.

Estaba totalmente impactada porque el estuviera ahí, hacía años no nos veíamos. Mi hermano y yo nos habíamos criado juntos, pero cuando se graduó de la escuela, desapareció. El tan pronto se graduó, fue a cumplir su sueño por el mundo y no le volvimos a ver en mucho tiempo. Realmente no estaba preparada para encontrármelo en este momento, pero eso lo hacía perfecto y sabía que el tendría la solución.

—¿Ya te encuentras mejor Delia? —preguntó David, se estaba acercando con una lentitud que me causó gracia.

—Si, ya puedo contenerme —contesté tranquila y eso pareció aliviarlo.

—No entiendo —objetó mi hermano y David lo vio confundido.

—El es Henry, mi hermano —me dirigí a David y el asintió— Hermano, el es David. Un amigo —lo último fue algo tenso, la verdad es que no se siquiera si somos amigos o si no somos nada.

Me sentía un poco más tranquila, un poca más calma y sabía que en este momento, podía enfrentar la situación. Le expliqué a mi hermano la situación, que no pude contener mi parte vampiro y que casi me como enterito a David, el se río un poco y luego se dio cuenta que no era lo más adecuado. Incluso le expliqué la situación que venía después, estaba nerviosa, claramente. Pero tenía fe, fe de que mi hermano supiera que hacer.

—Si te mordió un licántropo, la veo difícil para que sobrevivas a ello pero... —guardó silencio durante unos minutos que parecieron eternos.

—¿Pero qué? —preguntó molesto David y ambos lo miramos.

—Hay una manera de preservar la vida más años y se trata de un conjuro hecho por una bruja. Solo hay una bruja capaz de hacerlo y es Litty Lut, la última descendiente de la madre de las brujas —dijo con tranquilidad, cosa que me dejó algo nerviosa. ¿La brujería es real?

—¿Litty Lut? —pregunté yo confundida, nunca había escuchado sobre tal bruja y eso que yo era bastante cerebrito.

—Laura Tatiana Lut alias Litty Lut —escuché que decía David, cosa que me sorprendió— Litty Lut es de mi familia, una prima lejana —acotó el y de repente la vida comenzó a brillar para todos.

De inmediato emprendimos el viaje los tres y nos empecinamos en encontrar a Litty Lut, la última descendiente de la madre de las brujas. Resultaba bastante cansino enfrentar semejante viaje, pero sabíamos que teníamos muchas razones para continuar y nuestra expulsión era una de ellas. Mientras estábamos en medio del viaje, las cosas se sintieron algo malas para mi.

El cuello comenzó a quemarme, al igual que mis piernas y acabé por caerme al suelo de rodillas. La preocupación de ambos hombres a mi lado fue notoria. Mi hermano desapareció y no volvió por varias horas, mientras tanto, me quedé junto a David esperando el regreso de Henry. Aunque realmente no pasaba nada que se pudiera agradecer, la verdad me estaba preguntando como avanzaríamos con esto.

David descubrió mis piernas y pudimos ver que la mancha oscura estaba bajando, lentamente estaba cubriendo mis piernas y el abrió los ojos impactado. No creo que el estuviera acostumbrado a ver esto, pero mi cuerpo estaba totalmente cubierto por esta mancha oscura y solo mi cuello, cara y piernas, seguían conservando ese color piel característico de mi persona.

—Ahora incluso le doy más sentido a esos guantes que no son propios del invierno. Pensaba que te daban asco los gérmenes, pero al parecer no era así —comenzó a decir el y yo desvié la mirada.

A decir verdad, nunca me dieron asco los gérmenes. Usaba estos guantes normales, porque no sabía como explicarle a mis padres, que estaba usando guantes en pleno verano. Por eso decidí que era mejor, usar guantes delgados, de esos que se pudieran usar en cualquier estación del año. De todas maneras no era tan grave, no pasé tanto tiempo con ellos como para que lo notaran.

—Supongo que todo tiene sentido ahora —dije yo sonriendo y continuamos esperando.

Al rato llegó mi hermano y me cargó en su espalda, ahora si, los tres continuamos el viaje. Tuvimos que subir por la montaña de la perseverancia con los ojos vendados, solo de esa manera podíamos atravesarla. Al parecer, en esa montaña existen entes malvados, que pueden causar la muerte de cualquiera que les miré y como nadie sabe si es cierto o no, preferimos continuar la regla.

Según dijo David, Litty Lut vive en la cima de la montaña de la perseverancia y se debe a que ama este lugar por la calidez del día y la ignorancia de los seres. Al parecer, todos los seres vivos, le temen totalmente a los entes de está montaña y ninguno de ellos se atreve a poner un pie en este lugar. Excepto nosotros, que ha decir verdad, no tenemos nada que perder.

—Llegamos —dijo sonriendo David y se quitó la venda.

Los dos fuimos lentamente detrás de el y lo vimos abrazar a una mujer mayor de veinte y menor de treinta. Ella nos hizo pasar y esperó a que le contáramos toda la situación. Ella observó la mordida en mi brazo, la cual no se veía por estar cubierta de la mancha oscura, pero de todas formas se podía sentir el relieve. Cosa que en mi opinión es extraña, una herida no tiene tanto relieve después de un año y menos si es una mordida inofensiva.

De todas maneras, ella nos explicó, que para hacer ese conjuro que preservará mi vida por tres años y medio, necesito bastantes cosas. Ella tiene la mayoría de los ingredientes, excepto sangre de humano puro. Al parecer este último ingrediente era muy necesario, ese es el motivo por el que este conjuro se mantiene en secreto y se deja como que no hay cura para la mordida de licántropo. Las brujas temían que al saberlo, los vampiros usaran a los humanos como medios de curación.

—¿Humano puro? —pregunté yo y ella me observó— ¿Te refieres a una persona nacida de una familia completamente humana? —seguí preguntando y ella asintió.

—¿Yo? —preguntó David y yo intercedí de inmediato.




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