Luego de finalmente poder separarme de el, no me volví a acercar en varias horas. Realmente no me sentía lo suficientemente capaz, de poder resistir está terrible tentación que estaba enfrentando, era demasiado grande para mi. En cambio, el no se rindió y se acercó de regreso en cuanto tuvo la oportunidad.
—Delia, tenemos que escapar —dijo el. La seriedad en su rostro me había puesto nerviosa, ¿será que le doy demasiadas vueltas? Claro que no, solo estoy preocupada.
—Tienes razón, olvidemos todo esto y centremosno en lo importante —contesté yo y comenzamos a armar un plan.
Armamos muchos planes fallidos de escape y por más que intentamos, se volvió bastante difícil cumplirlos. Pero de todas maneras continuamos intentando. No fue hasta un par de horas después, que finalmente apareció alguien muy familiar por fuera de la celda y ese era mi hermano. No se como ese chico dio con nosotros, pero lo hizo y fue un trabajo impecable y perfecto.
Sabía que había cosas que necesitaba saber, pero también tenía en mente que debía salir de ahí lo antes posible y eso hice. Mi hermano abrió la puerta de la celda y ambos salimos de esta despacio. No queríamos que supieran que habíamos escapado, por lo cual tuvimos que salir en total silencio y que nadie se enterara.
En cuanto logramos salir del edificio sin que nos vieran, tuvimos que echar a correr porque nos comenzaron a buscar y vaya que le metimos velocidad a nuestros pies. Nos costó bastante trabajo llegar a Litty Lut, pero lo hicimos y le contamos que todo había salido mal y que no habíamos conseguido la sangre. Solo quedaba esperar y ya.
Esa noche salí a recorrer un poco la montaña y me quedé observando al aire pensando. No sabía que más hacer o como ejecutar el resto que se acercaba, pero tenía en mente que las cosas se estaban disparando y debía ejecutar todo de la forma más correcta posible. A los minutos, David se sienta junto a mi y se queda mirando las estrellas sin pensar en nada más.
—¿Qué haces acá? —le pregunté seria y el me observó en silencio, pero no pude evitar mirar la herida en su cuello.
—Deja de darle tanta importancia, solo fue un impulso —dijo molesto y se cubrió la herida con su mano.
—Le doy importancia, pude haberte matado —argumenté yo obvia y el negó con la cabeza.
—No lo hiciste, solo deja de pensar en lo que pudo pasar y piensa en lo que pasó. No pasó absolutamente nada —objetó el y yo simplemente sonreí.
Es impresionante todo lo que este chico ha cambiado. Antes me insultaba constantemente por ser vampiro y ahora simplemente, evita darle importancia al hecho de que lo mordí y casi le hago mucho daño. Ahora lo defiende y antes lo atacaba. Quien diría que la vida es tan cambiante y tan sorpresiva.
—Eres increíble —dije sonriendo y el también sonrió.
—Solo quiero estar contigo, me he dado cuenta de que eres especial y aunque se que mi familia no estará contenta, estoy dispuesto a pelear esta guerra a tu lado —comenzó a decir y el momento para mi mejoró notablemente— ¿Puedo besarte? —preguntó con cuidado, supongo que no quería que sacara mi lado vampiro asesino.
—Si, solo mantén una distancia prudente —contesté yo y así lo hizo.
Luego de estar ahí un rato y disfrutar de la belleza de la noche, decidimos que era momento de irnos a dormir y así fue como lo hicimos, dormimos abrazados toda la noche y esperábamos que al día siguiente todo mejorara. Pocas veces entendía lo que pasaba y en ocasiones evitaba mantenerlo en mente, pero tenía miedo y eso era inevitable. La vida tiene miles de recursos, algunos tristes y otros no tanto, pero de eso se trata, de seguir luchando.
—Deja de luchar, deja de pelear Delia. Todo terminó —decía esa voz una y otra vez, como un disco rallado que no se detenía.
—Ayúdame —gritaba André y yo solo pensaba en nada.
De repente todo se oscureció y vislumbre a los lobos junto a los humanos, estaban preparados para atacarnos y matarnos. Apúrate amigo, has tu trabajo y acaba con ellos. Observé a la distancia, ahí estaba David con sus padres. Le pedí ayuda con la mirada, pero el solo me observó con los ojos caídos y se volteó junto a sus padres, abandonándome.
La herida en mi abdomen era dolorosa, profunda y sangraba mucho. No sabía en que momento mi parte humana, había corrompido a mi parte vampiro, pero ya no me sentía tan fuerte como antes. Toqué el suelo con fuerza y mi amigo me cargó en brazos, yo solo veía su rostro borroso, todo lo que veía era demasiado borroso.
El me llevó cargando hasta una habitación, tuve la oportunidad de observar y ver a todos los humanos/vampiros fallecidos y pensar en que pronto sería uno de ellos. El me dejó en el suelo y se acercó a abrazarme, me dio un beso en los labios que me sorprendió. ¿Acaso el es mi novio en está visión? Pensé yo y si, así era.
En eso veo aparecer a David con sus padres y se lanza sobre mí en cuanto me ve, comienza a llorar y a sacudirme por completo. André trata de alejarlo de mí y yo solo quería que se acercara más, aunque no lo quisiera admitir. El lo empujó y se aferró a mi mano, comenzó a pedirme disculpas de forma desesperada y de repente, todo se desvaneció para mí. En ese momento perdí la vida y abandoné este mundo.
Abrí los ojos alterada y David apareció de inmediato, intento abrazarme y fue cuando Litty Lut apareció, que supe que debía hacer algo para arreglar el problema. Lo vi en sus ojos, ella sospechaba de mis pesadillas y era momento de decirle lo que estaba pasando, de esa manera podría ayudarme a solucionarlo o ver lo que está pasando.
—Estoy impresionada, jamás imaginé que existiría una especie como la tuya —dijo ella sonriendo, de una forma extraña cabe aclarar y para mi lo extraño es diabólico.
—¿Una especie como la mía? —pregunté confundida.
—Una mitad vampiro mitad bruja —contestó ella sin dudarlo y yo no comprendía lo que decía.