Capítulo 13

Mis ojos se sintieron aguados, rojos e hinchados. El cuerpo dolía como el mismo infierno. La sangre brotaba de mis antebrazos y de mi cuello, no sabia que tenia escrito en el ultimo. Pero mis antebrazos mostraron una realidad con la que siempre tengo que vivir

“Impura”

Las lágrimas volvieron a bajar por mis mejillas al recordar esa palabra; impuro ¿Por qué ese insulto me duele tanto?
Ahora que lo recuerdo, esa fue mi primera interacción directa con David.

“Asquerosa asquerosa impura” Dijo esa vez, sus palabras fueron muy crueles para mi yo de ese entonces, pero con el pasar de los años, sigue siendo doloroso.

Siempre me costo aceptar la realidad, siempre tuve que esforzarme mas que los demas. Siempre viví con la presión de demostrar que si soy digna de vivir en el mundo humano, me esforzó por demostrarle a los demás, que aunque tenga dos padres vampiros, aún soy digna de tener una vida humana normal.

Siempre hay alguien que me llama así, recordándome finalmente, que todo lo que me esfuerzo al final no importa. Siempre seré una impura, siempre seré vampira y estoy condenada a llevar esta vida. ¿Es mi culpa haber nacido así? No lo es, pero para todos, estoy es lo que soy y pienso que debo morir por ello.

¡Incluso el!

¿Será que es verdad? Tal vez si no soy digna de hacer magia. El peor momento de nuestras vidas es cuando nos damos cuenta, de que no merecemos nada de lo que tenemos y nos sentimos como si nuestro valor fuera nulo.

—Delia —se escuchó una voz entre las rejas, aunque no era una simple voz. Era su voz

Abrí mis ojos que hasta entonces habían estado cerrados, me concentre en ese cabello rubio que me miraba entre los barrotes. Con su mano me indicaba acercarme, pero yo simplemente me sentía desgastada y cansada, me dolía el cuerpo si, pero el dolor mas fuerte que sentía era emocional.

—Delia, no puedo ir hasta ti. Por favor intenta acercarte —insistió el, yo me limite a parpadear varias veces. Las lágrimas no me dejaron ver con claridad.

El insistía con su mano mientras miraba a su alrededor, decidió complacerle ya duras penas me forzó por quitar mi cuerpo de la pared en la que estaba apoyada. Inevitablemente caí en el suelo, me di un fuerte golpe en la mandibula. Ayudándome con las manos, me arrastre hasta la reja.

Fuertemente me sostuve de los barrotes, mientras el metía sus manos para ayudarme a incorporarme. Me deje caer sobre la reja, el me observó con tristeza mientras abría una bolsa de plástico y sacaba algo que parecía comida, torta o algo así.

—Te traje comida, estas muy débil, necesitas comer —su voz se sintió mas ruda de lo normal y el no dejo de insistir al ver que yo me negaba a comer.

—No quiero nada David —lentamente pronuncie las palabras, me costaba tanto hablar.

—Tienes que comer y no aceptar un no por respuesta —sus preciosos ojos me miraban con preocupación. Parecía triste y yo aquí siendo testigo de su pesar.

El comenzó a cortar con sus manos, la torta en pedazos pequeños. Llevo uno a uno los trozos a mi boca y hacia gestos para que yo comiera. Aunque eran unos gestos bastante graciosos, no tenía la energía suficiente para reírme.

—Lo siento tanto, yo soy el culpable de que estés así —abrí un poco mas mis ojos para verlo con claridad, el seguía siendo el mismo chico solo que ahora mas vulnerable.

—No es tu culpa, gracias por no intervenir —mis palabras seguían siendo lentas pero eran honestas. Si el hubiera intervenido, no se que hubiera pasado. Prefiero que el no hiciera nada.

—¿Te duele mucho? — preguntó al mismo tiempo que veía mis heridas, una por una, acaricio cada palabra escrita en mi cuerpo y mientras mas las acariciaba, sus dedos se ponían mas ensangrentados.

—El dolor físico no es el problema, la peor parte es el dolor emocional —ahora me costaba menos hablar, mis ojos se cerraron y algunas lágrimas bajaron por mis mejillas. El limpio con su pulgar.

Al principio David era un chico bastante cruel, incluso me deseo la muerte por ser una impura. Pero con el tiempo aprendí que el tiene buen corazón y que solo era un niño guiado por un mal camino. El no es cruel, no es un asesino, no es, ni será nunca, uno de ellos.

Mientras salía con el, aprendí mucho sobre su vida. Aprendí que el es solo un matón escolar mas, entendí que el día que me deseo la muerte, el no tenía conciencia del peso que sus palabras tenían. Solo era un niño repitiendo como loro lo que oía en casa.

Conmigo aprendió, que la vida de los vampiros no es tan terrible y que el hecho de ser parte de esa civilización, no me hace menos mujer que todas las demás. El aprendió mucho conmigo, me mostró su dolor y todo el peso con el que cargó, el solo era un niño asustado. Se abrió una milla.

Pero al final, nada asignado.

Los elegidos a ellos.

Lo conozco, no tiene madera para ser parte de ellos. Yo estoy mal pero el va a estar peor, pudriran su cabeza. Yo sufrí bastante cuando me torturaron, pero fue mas la violencia emocional que la física, aunque para el no fue mucho peor. Se que el sufrio incluso mas que yo.

Ver como torturan a la persona que amas y no poder hacer nada para impedirlo.

No creó que ninguna persona, por más fría y dura que sea, pueda soportar algo como eso. Desde que fui encerrada, el me visito todas las noches con ayuda de su madre y viene a traerme comida y darme un poco de cariño.

No se cuanto llevo acá, ni se cuanto tiempo estaré. Solo se que vine a salvar a mis amigos con un plan bien armado, la tortura era el precio a pagar y yo lo aceptaría. Quedarme aquí encerrada, eso no lo acepto.

A pesar de que sabia que seria torturada y aun asi lo aceptara, de todas maneras al llegar el momento no estaba preparado

Tal vez alguna vez les pasó, cuando saben que algo malo va a pasar y ustedes se preparan mentalmente para cuando pase. Pero cuando llega el momento vuelven al punto cero y se dan cuenta que nunca estuvieron preparados para ello