Inesperada Tentación

Capítulo 14 (FINAL)

Las cosas fueron escalando cruelmente y todos se estaban preparando para esa guerra, esa que finalmente acabaría todas las disputas. Yo no estaba para nada de acuerdo, no me parecía correcto, pero sabía que no teníamos muchas opciones.

André era el protagonista de está historia, porque era quien estaba destinado a ponerle fin a esto y matar a quien fuese el líder de toda esta secta horrible. La verdad es que poco me preocupaba, solo tenía que ocuparme de sobrevivir y sacar a mi hijo con vida de este lugar.

Me levanté con precaución y note que la puerta de mi habitación estaba cerrada, era evidente que André iba a impedir que estuviera vinculada en esté problema, pero me dio igual. Salté por la ventana con dificultad e intenté no golpearme mucho, debía mantener a mi hijo a salvo.

El viaje resultó bastante normal y esperaba que así se mantuviera todo el tiempo que fuera posible. Me dolía profundamente ver todo lo que estaba pasando y por sobre todas las cosas el hecho de que ninguno de mis amigos tenía la intención de parar.

—Esto no tiene porque continuar, es suficiente con que nos dejen ser parte del gobierno —dijo quien parecía ser el líder de todo esto.

Comencé a acercarme para ver toda la situación y estaban se un lado los que están de mi lado y al otro los enemigos. Pude ver a David cruzar la linea y abrazar a sus padres, quienes claramente se encontraban del bando enemigo. Se volteó unos minutos y nuestros ojos se chocaron, luego se fue ignorandome.

—No los dejaremos ser parte del gobierno de los vampiros, sabemos que si eso pasa, no serán los humanos los únicos que sufran y nosotros seremos masacrados por ustedes. Esto es definitivo y no está a discusión —dijo el representante electivo de nuestra raza.

—Esto de que los vampiros pueden graduarse y fusionarse secretamente entre los humanos es una tontería. No viviré mi vida con miedo de que algún vecino sea un vampiro o peor, que un día el novio de mi hija resulte vampiro —la voz de una mujer humana resalto por sobre las otras y yo ya me estaba sintiendo muy impaciente.

—Eso no va a pasar, los vampiros tenemos derechos y no hemos batallado por tanto tiempo para ser aceptados, como para permitir que un miedo, una envidia o un rechazo humano, nos haga perderlo todo —dijo el hombre tranquilamente.

Son estos momentos, únicamente estos los que me hacen sentir orgullosa de ser una vampira. Son pocas las ilusiones que me quedan y la verdad es que ya no quedan esperanzas, ni de vida ni de nada. Pero mi hijo me hace sentir un poco de fe y realmente espero que esto pueda terminar pronto.

Mi corazón se apagaba, al ver como tristemente todos rechazaban la razón y la palabra, para finalmente atacarse entre ellos a golpes. Lo único que pude ver son humanos discriminadores y vampiros salvajes. Todo lo que hemos evitado, finalmente no había marcha atrás para eso y cuando vi todo el odio y resentimiento de las personas, supe que ya no había marcha atrás en absoluto.

Yo también me uní a la coleta, donde armas había incluídas y la gente moría de forma rápida y veloz. Vi a Alec a la distancia y corrí hacía el, quien pegó el grito en el cielo al verme y yo me sentía feliz de estar ahí. No pude ver a André, realmente no lo encontraba y esperaba de corazón que estuviera bien.

La guerra estaba un fuerte nivel, más del que debería y no bastó demasiado tiempo hasta que finalmente este suplicio parecía acabar. Esos humanos y vampiros enemigos, fueron acabados cuando su líder fue asesinado y nadie tuvo mas culpa de esto que mi querido mejor amigo.

La maldición había acabado y tanto vampiros, hombres lobos, brujas y humanos, fuimos participes para acabar con esta rebelión que iba a asesinarnos. Era nuestra mas fuerte bendición finalmente cumplir y nada podía callar nuestras almas repletas de felicidad.

De repente una punzada de dolor me apretó fuertemente el estómago y me vi contraída hacía abajo, cayendo al suelo mientras Alec me sujetaba con su cuerpo lleno de heridas. Al parecer una bala voladora había impactado en mi cuerpo y me estaba absorbiendo lentamente la vida.

—Tranquila Delia, todo esta bien, estoy aquí contigo —dijo Alec y con dificultad me tomó entre sus brazos para llevarme a la sala principal de la escuela.

Todos los fallecidos y heridos estaban siendo llevados ahí, con cosa de curarlos o en caso de los fallecidos, poder reconocerlos y saber quienes son. Por lo que Alec me llevó directo ahí y me recostó en una cama improvisada en el suelo.

—Delia —susurró Alec y yo intenté hablar pero estaba agotada.

Cerré los ojos dos minutos y al abrirlos estaba André a mi lado, me dio un pequeño abrazo y un beso en la mejilla. “todo va a estar bien” susurró una y otra vez. Yo no sentía que realmente esto tuviera solución y algo hacía que me doliera mas de lo habitual. Al final era mas de lo que podía soportar en ese momento.

Mis ojos se volvieron a cerrar durante unos minutos bastante largos y me dediqué a respirar profundamente e intentar sentirme mejor y fue en ese momento que al abrirlos lo vi a el. David estaba a una larga distancia siendo retenido por André y Alec. Ninguno de ellos quería que el se acercara a mi, pero no pudieron evitar que al final lo hiciera.

—Delia, mi amor —dijo el tomando mi mano y nuestros corazones por un minuto muy largo se conectaron.

No le dije nada, me centré en disfrutar de sus ojos y el parecía insistirme con la mirada. ¿Era el momento para decirle que esperaba un hijo de el? capaz moría hoy, no podía simplemente ponerme a pensar si era un buen momento o no.

—Estoy embarazada David —dije sin mas y tras mi último suspiro de vida, mis ojos se cerraron y mi alma desplegó en vuelo.

En mi otra vida deseo ser humana y estar con el hasta ser viejitos.




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