Inesperadamente Usted

CAPÍTULO 18: LA RAZÓN DE MIS PROBLEMAS

—Maeve Azahar… (Escuché una voz desconocida llamándome).

—Azahara (completé).

—Por tu indiferencia, supongo que no me recuerdas (afirmó). Soy David, el que tiró tus libros en tu clase con el profesor Xu.

—Aaaaah

—Parece que no tengo una presencia fuerte (dijo mientras lo miraba extrañada). No conseguí quedarme en tu mente.

—Jajaja (reí intentando sonar natural).

—¿Qué haces en un hospital? ¿Está todo bien?

—Mi hermano se desmayó en la universidad.

—Espero se encuentre bien.

—Yo también. Bueno me tengo que ir deben estar buscándome.

—Bye. Espero verte pronto en otro lugar (dijo mientras agitaba su mano).

—Nos vemos (dije mientras caminaba para regresar a la sala de urgencias).

En ese momento sentí como estiro su mano para alcanzarme.

—Espera (dijo mientras volteé indignada). ¿Me das tu número?

—Azahara (llegó gritando el profesor). Daly despertó (dijo el profesor mientras me arrastró fuera del pasillo sin ver si quiera a David o eso es lo que yo creí).

—No te entiendo Azahara: aceptas casarte conmigo, tu hermano se desmaya de la impresión y antes de que despertara le coqueteas a un viejo alumno de tu prometido (dijo el profesor sin voltear a verme).

—¿Mi prometido? (me limité a responder).

—Recordé que dijiste si, bueno en realidad nunca lo olvide solo que no sabía que era real.

—Entonces, ¿ahora hará que me gradué inmediatamente para casarnos? (pregunté coqueta).

—Por mí, ahora estarías graduada. Mi ética profesional no me permite favorecerte.

—Entonces si en dos años, sus sentimientos no han cambiado, tengamos una cita.

—¿Conseguirás graduarte en el mismo tiempo que yo?

—Lo conseguiré.

—¿Y no podemos ser novios antes?

—¿Usted quiere que su madre le cuente a toda la universidad? (dije).

—Si mi madre no se entera, ¿tendremos una oportunidad?

—¿Usted puede hacer algo sin que su madre se entere?

—Creo que no (respondió).

Llevaba un tiempo deseando que él supiera una forma de guardar un secreto a los ojos de su madre. No me importaría salir a escondidas. Realmente solo quería tener más momentos de confesiones, besos espontáneos y amor sincero; no me importaba si todo era en mitad de una plaza o en la esquina de su oficina. Solo quería una oportunidad para que ambos descubriéramos si era amor o solo era la emoción de lo prohibido.

—Desperté hace media hora, (dijo Daly) ¿por qué tardaron tanto? (nos miró de arriba abajo) ¿por qué siguen juntos? ¿Quieren matarme?

—¿Eres tan débil como para morir si estamos juntos? (respondí).

—Se desmayó de la impresión es probable que muera si algún día nos casamos (dijo el profesor preocupado).

—Usted es muy raro, hace cinco minutos dijo que yo era su prometida y ahora dice que mi hermano morirá si nos casamos.

—Daly es mi amigo, me preocupa.

—Si tuvieras que elegir entre Maeve y yo, ¿Cuándo solicitarías un cambio de alumna?

—¡Daly! (Grité molesta).

—Supongo que tendría que esperar a enero (respondió serio el profesor y Daly se soltó a reír).

—Mi pobre hermana no nota cuando las cosas son en serio y cuando no (dijo Daly entre risas).

Por primera vez en mi vida veía a Daly y al profesor bromear como amigos delante de mí. Era un comportamiento totalmente nuevo y raro, anteriormente su amistad sonaba fantasía delante de mí. Creo que no habían conversado ni una vez sin mi presencia desde que Daly regreso. .

—Ven, ya no hagas pucheros y sonríe un poco (dijo Daly).

—¿Por qué tu amigo no se ríe si es broma? (le pregunte a mi hermano).

—Por qué no es broma (respondió el profesor sin poder contener la risa).

—¿Por qué se portan así conmigo? (dije molesta mientras cruzaba los brazos).

—¿Por qué pediste un examen médico completo por un simple desmayo?

—¿Fue un simple desmayo? (pregunté)

—No, fue la impresión de ver que mi hermanita se quiere casar.

—Si fue la impresión, ¿por qué ahora bromeas con eso?­

—Bueno igual pienso que no hay que gastar tanto dinero por un desmayo.

—Eso lo decidirá mamá.

—Gideon, perdona lo que diré pero ¿podrías dejarnos a solas? (dijo Daly).

—Claro, de hecho tengo que llamar a mi universidad para revisar mi próximo viaje (respondió el profesor).

—¿Volverá a Alemania de nuevo antes de terminar el semestre? (pregunté).

—Aún no es seguro pero estoy arreglando algo, cuando se confirme lo que haré te contare (dijo el profesor). Se está haciendo tarde, será mejor que vaya a casa, ¿me llamarán cuando le  hagan el examen médico?

—Sí (contestamos Daly y yo al mismo tiempo).

—¿Entonces no es solo mi amigo yendo tras mi hermanita? (Dijo Daly cuando el profesor salió). Mi hermanita también quiere que vayan tras ella (solo lo mire enojada). Prométeme una cosa.

—¿Qué? (pregunte molesta).

—No te forzaras a estar con él.

—Él me gusta, ¿por qué sería un sacrificio? Espera, ¿ya no te molesta la idea de que salga con tu amigo?

Y ahí estaba yo, admitiendo ante mi hermano los sentimientos que tenía por su mejor amigo, por mi profesor ¿Cómo lo hice sin culpa alguna? Es algo que yo también quisiera saber. De pronto creí verlo celoso al ver a David, por eso fingí no recordarlo, el profesor venía a mí al momento que David me intercepto, lo vi esconderse tras una columna en el pasillo. Pero, ¿Por qué fingí no conocer a David? No lo sé, pensé que quizá no podría ocultar sus celos y eso sería un paso en falso para nosotros, después de todo, sé que es la mejor opción para terminar mis estudios al mejor nivel y en el menor tiempo posible.

—Sé de hecho una cosa (dijo mi hermano). No saldrás con él antes de graduarte, temes perderlo académicamente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.