Recuerdos

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Se apresuró a despedir a Joshua, le agradecido por la cena y por la excelente compañía que había sido, después de eso, guío a la chica hasta la sala del lugar, dejo el equipaje de la chica junto a la mesita ratona, le indicó que se podía sentar, estaba haciendo frío por lo que le ofreció algo tibio para tomar, guiandola a la cocina.

Mientras la cafetera se ponía en función, le dedicaba pequeñas miradas a la chica.

Le vio el anillo de compromiso en la mano y sintió que se le iba el alma en ese momento, su cabeza estaba rondando que estaba frente a la prometida de Mingyu, eso lo había mareado por unos segundos, se tranquilizó, pensó que ella era la mejor opción para el, se veía muy linda, educada y por alguna razón que desconocía había ido a buscarlo, quería los papeles de la casa? Quería corroborar el divorcio?

Se sumio en sus pensamientos que olvidó que la chica estaba allí mirándolo por momentos, como espernado que se acercara y así poder hablar con calma.

Cuando la cafetera anuncio que el café ya estaba hecho una llamada ingreso al teléfono de la chica rubia, contestando la llamada allí mismo.

—hola amor, si aquí ya es de noche, lamento no haberte llamado es que estaba en otras cosas... Si ya estoy aquí, no, aún no hemos podido conversar, te mantengo al tanto, si espero que mañana esté volando de regreso, cuídalo mucho por mi por favor, y amor... Gracias por todo lo que haces, te amo!

Mientras escuchaba la llamada, oír el nombre cargado de cariño, amor... Cuantas veces pudo llamar así a Mingyu? A lo mucho un par de veces, solo cuando tenían que actuar delante de la familia de él, o los directivos de la firma, eran más de nombres que de sobrenombres cariñosos, aunque no se lo dijo, a él le hubiera gustado que lo llemase así siempre, que se lo dijera viéndolo a los ojos, cuando comían, cuando cocinaban, cuando caminaban por el parque... Algunas tardes pudieron hacerlo, o cuando fueron a la luna de miel, que fue un desastre por una tormenta tropical que atacó la zona.

Lo extraña y mucho, todas sus regadas Mingyu era quien le ayudaba a solucionar no importaba que, como cuando se quebró el lavamanos en el baño, juraría que no fue mucha la fuerza que usó, pero debió ser cambiada, o la vez que no midió bien sus pasos y fue a frenar contra el espejo de cuerpo entero, quebrandolo de una, quién corrió para sacarlo de allí fue Mingyu y limpiando el lugar con precisión.

Hae hizo un ruido gutural, para traerlo de cualquier transe que estuviera, ya que se veía ido todos esos minutos que ella estuvo espernado que pudieran conversar.

El sonido lo volvió a la realidad, llevando los cafés y el azúcar a la isla, sacando unas cuantas galletitas, pero recordó que era muy probable que ella no hubiera cenado todavía.

—oh, perdona, es muy tarde y de seguro no has comido, déjame que te prepare algo rapidísimo...

—en otras circunstancias diría que no, pero te lo agradezco muchísimo, muero de hambre.

Won se puso el mandil y saco todo lo necesario, eso de cocinar para alguien le gustaba muchísimo, calentó unas que otras cosas y preparo algo nuevo, fue sirviendo los platillos en la mesa.

—hubiera podido darte algo más inglés, pero ya me acostumbré a la comida de aquí.

—es mi favorita, ahora con Min en casa puedo tener más oportunidades de comer de esto allá.

Min... Pensó, ellos deben llevarse muy bien para que ella le diga así de cariño.

Se sentó frente a ella con la taza de café, el ya había cenado por lo que solo la acompañaría, esperando con ansías lo que tenía para decirle.

Ya para los últimos bocados...

—jeon Wonwoo... Min te hablo de mí?

—creo que no, no hemos hablado mucho últimamente...

—el me ha contado algunas cosas de ti, pero evita decirme cómo te conoció y porque se casaron tan rápido.

—creo que no es importante, así que no te centres mucho en eso, ahora el es mi ex esposo, espero que le esté yendo muy bien.

—pense que te había hablado de mí, tenemos muchos años de conocernos, nuestras madres eran amigas y deseaban unirnos todo el tiempo...

—y lo lograron, pensó Won. Pero en respuesta hizo el intento de sonreír.

—nunca mencionó a Ilse? O mi nombre Coreano Haemin?

—no, creo que no, nuestra relación como probablemente has de saber duro muy poco, nos comprometimos después de conocernos en el trabajo, nos casamos rápido, y pues nuestro matrimonio no sobrevivió ni dos años, quizá he sido uno de los peores compañeros pero creo que tú serás la mejor compañía.

—si, nos llevamos muy bien, nos cuidamos mutuamente, y creo... Bueno de verdad anhelo que este presente en mi boda.

La mente de Won se desconectó un momento, como era eso que esperaba que estuviese en su boda, como? El novio no era una parte importante en esas ceremonias?

Pero era Alemania por lo que pensó que allá las cosas eran muy diferentes, así que no preguntaría, no era de su incumbencia.

—bueno creo que ya es hora de que hablemos.

Fue a la sala y abrió su maleta, saco una carpeta, y un par de fotografías para después volver a la cocina e inviarlo a sentarse a la mesa, donde fue extendiendo cada carpeta, en total eran cinco frente a él.

—mi nombre es Müller Ilse o Müller Kang Haemin, se que suena raro pero así son las cosas, soy hija de una madre coreana y un padre alemán, conocí a Min en su época más oscura, bueno para ambos era lo mismo, se que el no te lo dijo, que es un secreto de familia Kim, pero creo que debes saberlo, no debería ser yo pero creo que me llevaré la culpa de habértelo revelado, se que Min piensa que te está protegiendo pero creo que debió darte la libertad de elegir.

—no estoy entendiendo nada, tu eres la nueva prometida de Mingyu?

—no, Min y yo nos queremos mucho pero no de esa forma, quién me llamo fue mi prometido, quién está ahora mismo con Min.