No diré mucho sobre mi, salvo mi nombre. Me llamo Chrisina Grey LaRusso, y sí, lo sé, es un nombre muy extraño pero la culpa se la pueden ir echando a mis amados padres por su hermosa creatividad. Pero pueden llamarme Chris o Grey, así suelen llamarme mis amigos.
Saliéndonos de las presentaciones y volviendo a lo que está sucediendo… Me siento realmente estúpida en estos momentos, me estoy dando cuenta de que realmente no tengo nada que hacer con mi vida.
Me encuentro en una esquina de mi aula, son las 9 de la mañana y no he desayunado, además de que se retrasó el transporte para la excursión que por primera vez pago en muchos años.
Me explico: Este es el último año para los de mi clase y decidimos hacer una excursión de siete días de Madrid a Italia, haciendo una pausa en las ciudades que quedan en la ruta para turistear un poco (Andorra y Mónaco). Decidimos esto para despejarnos la mente antes de los exámenes finales.
Para que se familiaricen un poco con mi salón les nombraré a los que recuerdo de los casi cincuenta compañeros que tengo:
Esta Lara, no hablo mucho con ella, pero recuerdo bien su nombre porque tiene los saludos más peculiares en los pases de listas desde hace tres años.
Recuerdo igualmente a Luis, era muy amistoso durante las jornadas en equipo y me llego a tocar estar con él en las exposiciones así que sería difícil olvidarlo.
Sky, uno de mi grupo de amigos, de el no tengo tanto que decir salvo que es… una buena persona.
Noel, este realmente no le aportó nada a mi vida, normalmente se la pasaba molestando a los demás y a sus amigas tanto como hacía de cola de los profesores para “josear” la nota del semestre.
Destaco a Lali, su nombre real es Liliana, pero me acostumbre a llamarla así desde hace unos años por una broma de niños que se nos ocurrió en primer grado de secundaria. Ella es mi mejor amiga, o lo que queda de ella. Últimamente no conectamos tanto porque siempre está haciendo papeleo para admisiones universitarias mientras que yo ya cumplí con intentar entrar en la facultad de bellas artes de la universidad “The Accademia di Belle Arti di Roma”, es publica y no tan difícil de acceder así que me confirmaron la carrera un tiempito después de que intente entrar así que no voy forzada. Aunque no me quejo del todo, por más que ella esté centrada en sus cosas siempre está presente y entiendo que es normal en esta época estar ocupados con todo el royo de la UNI.
No me molesto tampoco, tengo también a Marcos, Bella y Ezra, mis fieles compañeros desde jardín de niños, en cada cambio de escuela ellos me han acompañado ya que mis padres y sus padres forman equipo en relaciones internacionales y por alguna razón siempre los mueven de sitio en sitio. Simplemente todos nos detuvimos cuando entramos en secundaria y terminamos en Madrid, realmente siempre pensé que nuestros padres se ponían de acuerdo al momento de cambiarnos de escuela ya que siempre estábamos en la misma, después del primer cambio nos hicimos amigos y luego ya de ahí nos volvimos tan unidos que nos consideramos hermanos de crianza.
No convivo casi con ninguno de mis compañeros, pero puedo destacar un grupito de cinco con los cuales no hablo pero que probablemente siempre recordaré por lo molestos y creídos que son. Sus nombres son; Camila, Nicolas, Helen, Keisy y Gloria. Son como un grano en el culo, realmente no son nada agradables.
Y los que menos quería mencionar son el grupo de, bueno, mi último interés amoroso fallido. Son solamente cuatro, Jeremy, Nolan, Laury y el innombrable, Alexander, y sí, lo sé, igual que mi nombre, tuve que aguantarme la risa de mis amigos por mucho tiempo por esa coincidencia. Tenemos una historia algo larga y con muchos enredos y problemas que coincidentemente no voy a contar ahora.
Nuestra escuela está dividida en tres edificios, los cuales son: jardín de niños, primaria, secundaria (este incluye una sección para los de preparatoria). Cada uno está dividido en tres plantas en las que se encuentran los grados y sus divisiones. En mi edificio hay una excepción para los “sin hogar” de preparatoria en donde nos dan los dos últimos dos años antes de ser libres.
Me levanto de mi lugar, no puedo estar tanto tiempo sentada viendo las caras de tantas personas pretendiendo ser gente de fiar.
Mis amigas se encuentran del lado derecho en la parte de adelante muy cerca de la puerta, están más ansiosas que yo por irse. Me acerco a ellas para hacerles un tema ya que estoy aburrida, dejo mi celular reposando en mi bolsillo.
Llevo un pantalón medio holgado deportivo y negro al igual que todo el salón, por alguna razón nos coordinamos con lo que llevamos hoy sin planificarlo. Tengo una mochila con algunos cambios de ropa porque me daría ansiedad salir sin prepararme. Además del pantalón, arriba, llevo un top pegado negro por el calor que hace.
Mis amigas, Lily, Bella y Ezra tienen igualmente pantalón deportivo esto si fue planeado, le dije a las chicas que nos combinamos de pantalón negro y blusa beige pero las muy untadas no quisieron la blusa beige porque según ellas no le queda bien a la mayoría.
Lily se amarra el cabello café con una goma, no le gusta el volumen que le toma y eso se ve reflejado en la acción dejando ver el hermoso marrón de sus ojos que es igual que el marrón de su cabello.
Bella, que es como una modelo me deslumbró como la primera vez que la vi hoy con su coleta rubia y ojazos verdes por el cual nos confunden como hermanas, no me quejo.
Ezra es más del tipo deportista, ella no anda mirándose al espejo ni mucho menos pero si se estira disimuladamente, no le gusta estar tan inactiva así que cuando estamos tan frizadas en un sitio ella simplemente se estira moviendo su hermosa trenza larga negra.
Frente a ellas no es como si no destacara o lo hiciera mucho, pero se podría decir que tengo lo mio.
La más baja de nosotras se podría decir que soy yo y mido 1.70, es hasta un pecado eso.