Infectados

S I E T E

Después de ver aquello, todo se distorsionó volviendose negro. No supe cuanto tiempo pasó hasta que abrí los ojos y me di cuenta que había sido devuelta a la realidad; donde un preocupado benjamín me miraba a los ojos sin poder creérselo. Aturdida me di cuenta donde me encontraba: Seguía en ese laboratorio rodeado de tanques. No quise explicar lo que había visto, no tenía la fuerza para hacerlo. Parpadee acostumbrándome al repentino déjà vu que estaba viviendo.

Todo se había sentido tan real…

El ruido de pasos descalzos resonó por el laboratorio cuando tras la puerta apareció Hades completamente desnudo cubriéndose solamente su parte intima con una hoja. Sus mejillas estaban sonrojadas de la vergüenza y sus ojos esquivaban los míos con nerviosismo. Sentí a mi lado como Benjamín se atragantaba con su propia saliva escaneando el tonificado cuerpo de Hades.

— ¿Hades? ¿por qué no llevas puesta tu ropa? —pregunte con curiosidad sintiendo como mis traicioneros ojos se fijaban de mas en sus marcados brazos y abdomen bien definidos.

Hades trago el nudo en su garganta antes de hablar. 

—Yo…ehm…los Saitzans me atacaron por poco y salgo vivo. —se excuso con sus mejillas mas rojas de las vergüenza.

—Deberías cubrirte, no me gusta el exhibicionismo— intervino Benjamín sin aguantarse la risa, Hades lo fulmino molesto.

—Entonces no me mires— bufo Hades cruzándose de brazos. Mi boca cayó en una gran “o” y mi rostro seguramente se sonrojo. Benjamín por su parte se fijo de mas en esa "área" pude casi sentir como le daba un paro cardiaco. 

— H-hades... —tartamudee roja como un tomate.

— Si, Raven —respondió confundido mirándome fijamente. Aparte la mirada avergonzada y señale la hoja en el piso. La cara de Hades se deformo con espanto y velozmente se agacho para recoger la hoja y taparse sus partes. Suspire aun con el sonrojo en mis mejillas. Benjamín se había quedado sin palabras y miraba el suelo fijamente, pobrecito, seguramente y se había quedado traumado. — ¿Dónde está tu ropa? — chille aun con la mirada apartada. Hades rasco su nuca nervioso, sus acaramelados ojos recorrían el lugar inquietos.Estuve tentada a voltear y seguir saciando mi curiosidad pero la mano de Benjamín tapando mis ojos me lo impidió.

—Los Saitzans…l-la desgarraron…— Suspire asintiendo y tras hacerle una seña a Benjamín este me soltó sin dejar de acuchillar con la mirada el desnudo cuerpo de Hades. Respire hondo y con toda resistencia del mundo me obligue a fijar la mirada en el techo, privándome de aquella tentadora vista.

Vamos Raven, este no es el momento.

Me repetía en mi mente recobrando la compostura. Asentí mentalmente y cuando estuve lista para hablar sin que mi lengua se trabara o mis curiosos ojos recorrieran todo su cuerpo sin pudor alguno, hable.

—Acompáñame Hades, te buscare ropa— rompí el incomodo silencio mientras salía por la puerta. Benjamín pareció reaccionar observándome con una sonrisa de medio lado que no tarde en corresponder. "Estaré bien" eso es lo que quise transmitirle. 

—Yo me quedare aquí. Ya sabes, por si encuentro algo útil.— asentí y sin mucho reparo Salí con Hades pisándome los talones.

Sabía de sobra que Ben se había quedado para investigar. El, al igual que yo, tenía mucha curiosidad con esta ciudad. Solo que, yo no era el para saber si en aquel lugar encontraria algo de utilidad.

Narrador Omnisciente:

Mientras las siluetas de Raven y Hades desaparecían; Benjamín, por su parte se quedó revisando archivos y otros papeles en la vieja computadora del laboratorio. Sin darse por vencido el pelinegro encuentra una carpeta con la inscripción “Niños Malditos Sub-desarrollo (Poderes)”. Benjamín lleno de intriga y tras asegurándose de que nadie lo viera dio clic en la carpeta con el destartalado mouse abriendo una tabla representada por ojos de distintos colores:

Pero algo en esa tabla llamó su atención: Un escrito de varias páginas que especificaba lo que el se había estado preguntando siempre. Porque fueron creados. Tomando una de las sillas se sentó y con paciencia empezó a absorber aquella información.

Los “Niños malditos” al cumplir los 18 adquieren sus habilidades y con el tiempo y situaciones se les desarrolla un poder del color de sus ojos. Es por eso que Los Niños malditos no repiten color de ojos ya que es un solo poder para una persona. Bajo un poco mas fijándose en aquella tabla y en ese color de ojos tan abominable. Amarillo, casi dorado era el color de ojos de Hades que en la tabla aparecían tachados y daba ERORR Seguido de un pequeño y breve texto:




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