⸙¦零¦INFIEL

Cuando encontramos el amor de nuestras vidas creemos que lo tenemos todo, que seremos felices por el resto de nuestra vida y planeamos nuestra vida junto a esa persona, nos imaginamos las cenas y citas que tendremos, la boda, la luna de miel, absolutamente todo, hasta en donde los enterraran cuando envejezcan y mueran.

Y muchas veces tenemos razón en eso, porque hay incontables parejas que lograron ser felices hasta la muerte y nosotros creemos que tendremos la suerte de ellos, porque merecemos ser felices y tener un matrimonio digno una relación estable y confiable, pero nunca planeamos los malos momentos, las discusiones, las infidelidades y las separaciones, porque en nuestra cabeza solo queremos ser felices, pero el mundo real no es así.

Y así como yo creía que tendría suerte, ese pensamiento se derrumbó un día como cualquier otro.

—¿Ya tienes todo listo tesoro? —Pregunté a mi esposo mientras le entregaba su maletín.

—Si preciosa. —Me sonrío. —Recuerda nuestra cita. —Yo asentí y besé sus labios para acompañarlo hasta la puerta de la casa.

Cuando vi que desapareció en su auto fui a arreglarme, tenía el día libre por lo que cumpliría con algunas citas médicas y visitaría a mi madre.

—Mamá ¿Cómo has estado? —Pregunté luego de servirle su té.

—Intentando mejorar pequeña, no pienso irme de este mundo sin saber qué esperas un hijo de Taehyung. —La ayudé a sentarse junto a la ventana para pasarle su té.

—Mamá. —Reí un poco. —Ya te dije que eso no va a pasar en algunos años. —Le pasé un plato con galletas.

—Por eso, me vas a tener aquí por mucho tiempo, esta enfermedad quiere acabarme, pero soy más fuerte que ella al igual que mi deseo de ver tu vientre abultado. —Me miró decidida.

—Diría que no te has ido porque hasta el diablo te tiene miedo. —Rei para tomar de mi té.

—Más respeto señorita, que así es como te saque adelante.

—Tienes razón mamá, pero dime, que te ha dicho el doctor.

—Que he mejorado a pesar de las recaídas, y que si sigo mejorando es muy probable que me vaya pronto de este lugar.

—Espero que mejores, mamá no quiero que me abandones tan pronto.

Luego de visitar a mi madre y terminar con mis asuntos pendientes me dirigí a la casa que comparto con mi esposo para arreglarme.

Kim Taehyung, el hombre que cualquier mujer desearía como su esposo, apuesto, atento, caballeroso, divertido y romántico son algunas de las palabras que lo describen. Tae y yo nos conocimos en la secundaria fuimos amigos hasta que nos enamoramos uno del otro, durante nuestra relación hubo muchos obstáculos, y personas que quisieron separarnos, a pesar de eso hemos mantenido una relación estable en la que el respeto y la comunicación son la base de esta.

—¿Ya te había dicho lo radiante que te vez esta noche? —Preguntó suavemente Taehyung en mi oreja luego de correr mi silla.

—Creo que sí, pero sabes que me gusta que me lo recuerden. —Sonreí como solo lo hago con él.

—Eres hermosa mi vida. —Tomó mi mano entre la suya.

Minutos después nos encontrábamos cenando mientras charlábamos de cualquier cosa.

—Mey —Me llamó cariñosamente Tae para que le prestara atención —. Ya sé que hemos hablado de esto muchas veces, pero sería buen momento para tener un hijo.

—Tae, cariño. —Dejé los cubiertos sobre el plato y tomé sus manos entre las mías con cuidado. —Sé que quieres ser padre, y yo también quiero ser madre, pero eso no está entre mis metas en este momento, aun somos jóvenes y tenemos una vida por delante la cual disfrutar como una familia de dos.

—¿Pero preciosa, no te gustaría un pequeño en tus brazos? Un pequeño de los dos, con él cual podríamos hacer esas cosas. —Me miró emocionado.

—Amor, no nos precipitemos, apenas llevamos cinco años de casados y aunque parezca mucho tiempo no lo es, aun nos estamos adaptando a vivir juntos y a resolver los problemas como personas civilizadas, aun no estamos listos para ser padres, un bebé es una responsabilidad muy grande. —Le dije con calma y con una sonrisa para que no pensara que estaba enojada.

—Tienes razón, disculpa por meter el tema. —Miró la mesa con cierta tristeza.

—No te disculpes cariño. —Hice que me mirara. —Sé que quieres ser padre y lo entiendo, solo que aún no es el momento.

—Es cierto. —Intentó sonreír.

—Cuando sea el momento tendremos nuestra familia Tae, te lo prometo.

Tae y yo nos casamos cuando teníamos 22 años, desde entonces la idea de una familia se plantó en nuestra relación, los primeros dos años lo intentamos, al año y medio de casarnos quedé embarazada, estaba asustada por tener un hijo, pero sabía que Taehyung estaría para mí y que juntos criaríamos a nuestro hijo, aunque a los tres meses lo perdí, la perdida nos afectó a ambos, en especial a él quién esperabaansioso al pequeño, con el tiempo aprendimos a vivir con el dolor de la perdida de nuestro primer hijo, que aunque no llegamos a tenerlo en nuestros brazos lo amamos desde que su supimos de su existencia en mi vientre, pero el miedo se plantó en mí, el miedo de quedar en cinta y volver a perder a nuestro bebé, el miedo de que Tae dejara de amarme por no poder darle una familia, por lo que evitaba volver a embarazarme, al menos hasta que no tuviera miedo.