Infierno

10.El cuarto de Sam me da miedo!!!

Ya afuera de la escuela— por favor no pregunten como—nos encontrábamos Leila y yo intentando llegar al balcón de la casa de Sam, aunque hacer esto nos está complicando la vida debíamos intentarlo de todas formas. Debían vernos en este momento, lucíamos patéticas.

-Leila, ya súbeme!!- dije frustrada, ya que llevábamos media hora haciendo lo mismo y no logramos conseguir ningún avance desde que comenzamos.

-No es mi culpa que estés más gorda que una vaca en proceso de parto!!! Y a mí no me grites!!!- dijo Leila haciendo mucho esfuerzo para poder levantarme- ah...y quita tu trasero de mi cara- dijo esta un tanto molesta.

-Quita tu cara de mi trasero- dije sin darle importancia a nada de lo que me había dicho Leila antes.

-Está bien- fue la única respuesta que pude obtener de la muy....

-MIERDA!!!!- la estúpidamente desgraciada de mi "amiga" me tiro al suelo e ignoró por completo mis quejidos.

Ella muy contenta se da un pequeño masaje en los hombros y estira sus brazos mientras me dice:- no piensas levantarte, porque yo no te voy a levantar.

-Leila no es momento para que empecemos una discusión, porque créeme cuando te digo que en estos momentos no tengo ni la más mínima paciencia así que ayúdame a levantarme ahora mismo.- digo lo más calmada que puedo aparentar; les prometo que esta chica me saca de mis casillas.

-Ya, está bien- dice Leila alzando ambas manos en son de paz- aguafiestas- yo solo le doy una sonrisa hipócrita- ahora...- dice cuando me ayuda a incorporarme- ven, intenta esta vez tu subirme al balcón- yo asiento y pongo mis brazos unidos, ella coloca sus pies en estos y luego yo le doy impulso. Leila hizo un mortal hacia atrás ágilmente y yo me quedo boquiabierta- lo bueno de saber gimnasia...y ya cierra la boca que hay moscas- dijo presumiendo y yo solo consigo rodar los ojos.

-Si...si, MISS TORPEZA; deja de presumir y ahora súbeme idiota.

-Hay que agresiva- dice Leila un tanto ofendida- por eso tienes arrugas- esta vez me mira divertida.

-Bueno...a lo que vinimos- dije y al entrar al cuarto de Sam puedo notarlo completamente destruido, todo está regado por el suelo y eso me preocupa mucho, ignorando el estado del cuarto de Sam; comenzamos a registrar el lugar y hasta ahora no hemos encontrado absolutamente NADA. Solo han pasado unos diez minutos y ya nos estamos cansando de buscar, ¿por qué su cuarto tenía que ser tan grande?

- ¿Sam es satánica o qué?- dijo Leila señalando unas fotos de perritos sin cabeza que se encontraba en la pared frente a su cama- creo que el cuarto de Sam me da miedo- dice ella asustada- enserio, ¿Cómo Sam puede dormir con eso perritos dándole directo a la cara?- yo me rio al pensar en Sam y sus extraños gustos por perritos sin cabeza.

-Déjala ser- digo simplemente ya cansada y me tiro a la cama- nunca encontraremos nada- no puedo más me rindo.

- Te dije que no la estaban amenazando- dice Leila molesta.- ya sé que quieres pensar que le pasa algo porque ella era tu mejor amiga, pero las cosas no siempre son de color rosa, así que despierta de ese sueño y aprende a aceptar que tal vez.....lo que ella te dijo era verdad.

-Espera, ¿Qué es eso?- digo señalando al basurero de Sam el cual se encuentra tirado en el suelo y dos papeles sobresalían de este, los tome y Leila se acercó a mi.

-¿Qué es?- me pregunto Leila y yo comencé a leer las dos notas.

-Hay....no, pobre Sam- dije y le pase las dos notas a Leila para que ella pudiera leerlas.

-Todo este tiempo que estuvimos enojadas con ella y lo único que Sam hacia era protegernos....- Leila se queda en Shock. Sé que es muy difícil de dirigir para ella porque solo se la ha pasado diciéndome el lado negativo de las cosas y ahora puedo notar que en verdad esta arrepentida.

-Me siento mal por haber pensado que esas cosas que me dijo eran ciertas- digo apenada.

- ¿Y ahora qué hacemos?

-Intentaremos hablar en un lugar privado con ella,pero cuando hablemos con ella que parezca que la detestamos, debemos hacer todo lo posible para que nadie se entere de que vamos a hablar con Sam, o sino todo lo que hizo y todas esa cosas hirientes que me dijo habrán sido en vano.

-Estoy de acuerdo.

Salimos del cuarto de Sam, esta vez con menos dificultad ya que Leila bajo primero y luego me atrapo, mejor dicho....amortiguo mi caída, pero vamos a decir que me atrapo.

(...)

Narra Samantha:

Pasaron dos semanas y yo me encontraba frustrada. Sé que en cualquier momento me tendría que llegar una cara de "mi asesino personal"—nombre más estúpido no se pudo encontrar—el hecho de que aún no me llegara la carta me pone nerviosa e inquieta.

Me dirijo a la escuela, el día en la escuela pasa normal; tomo mis clases y eso era extraño. Últimamente siempre me tiene que pasar algo malo en el día. Ya era la hora del almuerzo y como acostumbre estas dos últimas semanas, me senté sola en una mesa.

Después del almuerzo me dirijo a clase de Literatura y casi se me logra olvidar todo este asunto de mi "admirador secreto". Sonó la campana indicando que la clase acababa de culminar y yo fui la última en salir del salón.

Recogí mis cosas y tome mi mochila, pero al hacerlo una nota sobresalió de esta, y aquí empezamos de nuevo. Sabía que todo esto era demasiado bueno para ser verdad. Tome la nota y la leí.



#541 en Thriller
#259 en Misterio
#200 en Suspenso

En el texto hay: suspenso y drama

Editado: 02.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.