16.Tragedia

Ya paso la entrega de diplomas ahora somos recién graduados. Kiara había dado un hermoso discurso sobre lo bien que se sentía al estar a nuestro lado y de cómo está orgullosa de todo lo que hemos logrado para llegar a este punto de nuestras vidas y de cómo la amistad hace todo más fácil. Debido a las palabras de mi amiga, a algunas personas se les escaparon pequeñas lágrimas. Todos los graduados tomamos nuestros gorros y los tiramos al aire como lo hacían en las películas que me ponía a ver con Kiara y Leila.

Cuando culmino el acto de premiación, nos dirigimos al gimnasio en el cual sería nuestro baile de graduación. Al llegar, tenía que admitirlo el club de decoración en el cual se encontraba Leila se esmeró demasiado para que esto quedara totalmente hermoso. El tema de la graduación era: ''si puedes soñarlo puedes hacerlo"—idea de Leila, claro—y creo que en verdad se la lucieron, estoy impactada.

Había algo que me estaba preocupando mucho y ese algo era la nota que mando el maldito psicópata. Estoy muy angustiada, en cualquier momento él—si es que era un él— podía aparecerse y hacer algo.

Creo que mi preocupación debe ser muy notable por lo que me acaba de decir Ashton- tranquila, todo estará bien- aunque el intentara calmarme, no funcionaba.

-No puedo estar tranquila sabiendo que hay alguien, un asesino—mejor dicho—suelto en las calles de San Francisco, el cual tiene un problema con mi familia y quien sabe porque estúpida razón.- le conteste tan rápido que creo que ni yo misma me llegue a entender.

-solo respira, cariño- hablo Ashton depositando un pequeño beso en mis labios.

-Creo que me pondré nerviosa más seguido- y le devolví el beso el cual se volvió más intenso cada segundo.

-Asco!!! Consíganse una habitación para eso!!!- nos gritó Kiara desde el otro lado del salón y yo la fulmine con la mirada mientras la mayoría de los estudiantes se nos quedaba viendo divertidos.

-¿Te apetece bailar?- me pregunta Ashton, antes de que yo le gritara un par de cosas a la que se hace llamar ''AMIGA''. Respire hondo y decidí aceptar su propuesta.

-con mucho gusto lo haré idiota.

-Has llegado a tal punto de decirme ''idiota'' que creo que ''idiota'' será nuestro <<siempre>>.- yo me eche a reír.

-ya quisieras, como digas idioto.

-vez, de eso es de lo que hablo.

Narra Leila:

Ya era media noche. En este momento Thomas me llamo para que saliéramos al campus, no sé por qué razón si me estaba divirtiendo mucho allá adentro, además debía estar atenta al baile ya que era la capitana del comité de decoración. Llegamos al centro del campus donde nadie se encontraba ya que estaban divirtiéndose en el baile y nosotros éramos los únicos dos retrasados que nos encontramos ahí a esas hora de la noche.

Cuando llegamos al lugar, Thomas se quedó callado por unos minutos los cuales parecieron eternos y no podía soportar tanto silencio, así que decidí que debía hablar yo ya que se podía notar que todavía no estaba preparado para hablar.

-Thomas, ¿te pasa algo?- dije finalmente- ¿Por qué querías que viniera hasta aquí? Y ¿Por qué has estado toda la noche tan tenso y nervioso?

-Primero, no, no me pasa nada es solo que...- se quedó la palabra en el aire.

-es solo que...- incité con una sonrisa para que continuara hablando.

-Me gustas muchísimo y quería preguntarte...- Thomas dejo la palabra en el aire otra vez, pero esta vez me preocupe. Se hoyo el sonido de un disparo y todo se volvió de repente en cámara lenta. Pude sentir como Thomas me dio un pequeño empujón y se colocó al frente mío.

-THOMAS!!!- grite sin mas no poder, observe como colocaba sus manos en un pequeño bulto de sangre en su pecho. Mi garganta al igual que mi pecho ardía por el inmenso dolor que estaba experimentando en ese instante. Me dirigí a donde callo el herido cuerpo de Thomas y me coloque de rodillas sobre el pasto del campus, la sangre estaba espesa entre mis manos. La bala le había penetrado un poco más debajo de su corazón; reaccione inmediatamente y saque el teléfono de mi bolso para poder llamar a una ambulancia, pero Thomas coloco sus manos sobre las mías y me detuvo. Mis manos temblaban al igual que mi cuerpo y mi corazón daba latidos acelerados.

-L-Leila- logro decir con pesadez- por favor, no llames a nadie- yo lo mire sin comprender- no les dará tiempo llegar.

-Pero... si hay tiempo, siempre hay tiempo- sabía que le estaba mintiendo, pero me estaba mintiendo más a mí en ese preciso instante, ya que la hemorragia era cada vez peor.- quédate conmigo Thomas no me dejes, por favor se fuerte, no rompas tu promesa, por favor no ahora; dijiste que te quedarías conmigo y que siempre estarás a mi lado sin importar que- dije recordando las hermosas palabras que me dijo el día después de la fiesta:<<Te prometo que siempre estaré contigo y que te amare toda mi vida. Leila "Te amo" y nunca me cansare de hacerlo....>>.