Infierno

Ángeles y Demonios

Las luces estaban completamente apagadas, Camila estaba en su habitación; prácticamente había construido un fuerte para esconderse y pasar tranquila la noche, el día siguiente sería muy ajetreado. Tenía un plan, se marchará de casa para no poner la vida de sus seres queridos en peligro; ya lo había confirmado, alguien la quería matar, y no se detendría hasta conseguirlo, sin importar si había efectos colaterales.

Hace unos días todo era diferente, su hermana estaba con vida, y sus padres no estaban juntos pero estaban enamorados. Y aunque le costara admitirlo, tenía a Ezequiel. Su primer amor, el típico chico bueno que atrae a todas las niñas por sus ojos grises y mejillas sonrojadas, la sonrisa más linda y digna de protagonizar un comercial de pasta dental, y si a todo eso le agregas su cabello rubio perfectamente peinado, tienes al chico perfecto, de buenas notas y que le encanta hacer caridad. Ezequiel y Camila fueron pareja por dos años, eran la pareja favorita de toda la preparatoria hasta que Camila decidió que ya no se sentía cómoda con un novio tan… tan… tan Ezequiel. Era atento, caballeroso, romántico y hasta un tanto empalagoso. Acá entre nos, creo que fue por eso que terminaron.

Camila salió de su ensimismamiento cuando tres golpes resonaron por toda la casa, era la puerta principal; <<¿Pero quien en sus plenas facultades acude a una casa a las once de la noche? >> se preguntó Camila. Rechinando los dientes bajó a abrir, llevándose la sorpresa de que Ezequiel era quien estaba detrás de la puerta.

Sin pensarlo dos veces, Camila se abalanzó sobre el chico y lo envolvió en un abrazo, que fue correspondido con la misma intensidad. La chica no se percató del momento en que comenzó a llorar hasta que soltó un sollozo. Ezequiel frotaba con una de sus manos la espalda de Camila.

一Tranquila, Cami一 dijo el chico en el oído de Camila con la voz más grave de lo que la chica recordaba, haciendo que ella se estremeciera.

一M-mi hermana… murió, Ezequiel一, dijo la chica con un nudo en la garganta, nudo que se había formado desde que estuvo en el accidente donde perdió a su hermana一. Ellos la mataron, y me quieren matar a mi.

 El chico se separó de Camila lo suficiente para ver sus ojos tristes derramar lágrimas

一¿De qué hablas? ¿Ellos mataron a tu hermana?一preguntó el chico de ojos grises con preocupación en su voz, Camila asintió a lo segundo.

一No lo sé, sólo sé que me quieren matar y no les importa si se llevan a gente inocente bajo sus garras…

一¿Cómo eran? ¿Recuerdas algo que tuvieran todos en común?一preguntó el chico con un poco de desesperación.

一Sí, eh… ellas eran increíblemente hermosas pero unas desgraciadas. Rostros bellísimos que sólo ocultaban maldad, pero ambas tenían un, un tatuaje de una estrella encerrada en un círculo… lo tenían en la muñeca.

Ezequiel se separó de Camila, su rostro estaba pálido y sus pupilas se habían dilatado.

一¡No puede ser!一 el chico llevó sus manos a su cabello y lo estrujo entre sus dedos一¡Te encontraron, Camila! ¡Tienes que huir!

一¿Crees que no lo sé? Claro que tengo que huir pero…一 la chica guardó silencio一 ¿por que dices que me encontraron? ¿Qué sabes sobre ellos?

El chico estaba muy ansioso, pero al ver la mirada de Camila supo que no tenía más opción que responder la pregunta.

一Camila, ellos son demonios, son el Ejército del Diablo, literal. Mi especie a luchado contra ellos desde hace cientos de años atrás. Si te encontraron, saben que si te transforman dejarán a nuestro Ejército sin unos de sus más grandes aliados y probablemente perdamos más terreno一, en su voz había cierto toque de rencor que ella jamás había escuchado一. No podemos perder esta guerra, si lo hacemos las personas vivirán como esclavas de la oscuridad y el bando en el que estoy será parte del Ejército del oponente. ¿Puedes imaginar cuánta destrucción hay en un infierno?, pues lo viviríamos en carne propia.

一No entiendo, ¿qué eres Ezequiel?一 preguntó la chica con la mirada preocupada.

一Un Ángel. Tu Ángel...

De pronto a Ezequiel le brotaron alas y sus pantalones grises y camisa azul cielo pasaron  a ser completamente de color blanco. Camila retrocedió hasta chocar con el marco de la puerta. Ezequiel se levantó en vuelo y Camila se asomó para ver por donde había desaparecido el chico. Lo vio hacer piruetas en el aire, la chica estaba impresionada; para cuando Ezequiel volvió a poner los pies en el suelo, hizo que sus alas envolvieran a Camila, atrayendo a la chica tanto cuanto pudiera.

一Camila, déjame estar a tu lado para protegerte de esos demonios que te atormentan. Aún siento algo por ti, déjame volverte a conquistar, sólo ha pasado cuatro días desde que terminamos. No podemos dejar que dos años maravillosos acaben así. ¿Qué dices?

一Sólo por esta vez, dejaré que me ayudes pero en cuanto esté a salvo te irás…

Ezequiel no dejó que Camila terminará la oración para unir sus labios con los de ella en un tímido y dulce beso que la chica correspondió.




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