Infinidad Parte 2 — Oscuridad Sin Límites

Capítulo 10

Después de que Guilea le diera el beso a John, él fue a abrir la puerta.
Los que habían llamado eran de la policía, recordándole a John que se tenía que ir en ese momento de su casa. Tras avisar a Guilea, que ya no vestía la túnica roja sino un elegante vestido blanco con tacones, se fueron de la casa.
Tras pasar la puerta, miró a Guilea esperando que ella supiera a dónde ir.
 —Primero iremos a algún sitio donde estemos sólos.
John asintió, con sólo pensar que iba a estar a solas con una mujer como ella su cara se volvía cada vez más colorada. Al ver su reacción, Guilea sonrió y le sujetó la mano mientras andaban.

En el camino al cementerio habían sido el foco de atención de las personas que paseaban. Incluso Fred se quedó mirando a Guilea, aunque John intuía que ahora que Fred lo había visto con Guilea le iba a dar una paliza, ya fuera por celos o envidia de tener a su lado a Guilea.
Al llegar al cementerio, Guilea revisó un pequeño diario rojo y empezó a moverse por las lápidas y tumbas siguiendo un patrón. Pasó por la iglesia interior, se dirigió al ala este, pasó por la vidriera de Cristo crucificado detrás de la iglesia, volvió al ala oeste y repitió el ciclo de nuevo.
Después de repetirlo por varios minutos, Guilea volvió junto a John.
 —Ahora debemos de tener alrededor de dos, puede que incluso tres días más. Tenemos que encontrar tu legado y tienes que aprender a usarlo antes de la noche de dentro de tres días.

John y Guilea se dirigieron al bosque, a las afueras de la ciudad. En el camino, Guilea explicó a John que estaban en el día en el que él se encontró con la pared cubierta de sangre.
Guilea había usado su legado y le pidió a la naturaleza que los enviaran al día anterior al que se conocieron. Pero debido a que habían viajado en el tiempo, como pago tenía fiebre y mareos.
Cuando llegaron a un claro en el bosque, John apoyó a Guilea en un árbol y la dejó dormir. Con el tiempo, el también se durmió.

Cuando John despertó, ya había pasado el mediodía. Guilea estaba recuperada y en su diario rojo tenía los apuntes de lo que vio Isabel en el alma de John.
 —¿John conoces algún templo o un sitio con muchos cuadros antiguos?
John se quedó pensativo un tiempo, antes de que se acordara.
 —En el sótano de casa guardamos unos cuadros, mi abuelo me dijo que los pintó el abuelo de su abuelo y que eran un recuerdo familiar.
Al escuchar la respuesta de John, Guilea dejó en el suelo su diario y lo miró.
 —¿Cómo eran los cuadros? ¿Había en alguno un dragón dorado gigante?
John asintió con la cabeza, haciendo que Guilea lo sujetara de la mano y se fueran a casa de John.

Al llegar a la casa de John, Guilea buscó por todas partes la entrada al sótano, antes de que John le dijera que la única entrada estaba dentro de la casa.
 —Extraño...
 —¿Qué es extraño?
Guilea miró a John.
 —Todo. Usualmente, todas las casas tienen una entrada al sótano desde el exterior, sin embargo, la tuya no. Eso me recordó lo que la policía te dijo, tu madre estaba en el comedor al lado de la ventana y tu padre salió por el jardín trasero, perdió su mano y desapareció.
 —¿A dónde quieres llegar?
Guilea miró la casa de John y se mordió las uñas.
 —Que creo que sé qué ocurrió, si me respondes una pregunta. ¿Dónde está la puerta del sótano?
John pensó por un momento antes de responder.
 —En el pasillo entre el comedor y la cocina.
Al responder, John lo entendió. Si sus padres huían de algo desde el sótano y ambos se dirigían en direcciones opuestas, uno terminaría en el comedor y el otro frente a la puerta del jardín trasero.
 —John, creo que tus padres estarán presentes cuando tu antepasado aparezca, en ese momento ocurrirá algo...
 —No pasa nada, comprendo que si mis padres tienen que morir este día lo harán. Si intento cambiarlo, no estaría aquí, por eso no voy a darle más vueltas. Ahora Guilea, explícame qué es el legado de un protector.
Guilea lo miró antes de asentir con la cabeza, pero mentalmente, estaba alerta. Sin saberlo, ella misma había creado una paradoja aún mayor debido al hecho de cruzar la sangre de un dragón con la descendencia que dio luz a John.
 —Lo primero que debes saber es que los legados poseen parte de la vida de nuestro ancestro, así es como te ponen a prueba. Debido a eso, no existen dos pruebas iguales, aunque dependiendo del antepasado pueden parecerse.
Guilea cogió su diario rojo y se lo dio a John.
 —Este es mi legado, un diario en el que puedo apuntar cosas infinitamente. Pero mi otro legado es pedir la ayuda de la naturaleza y pedirle que haga un incendio, que haga caer un rayo o que empiece a llover.
 —Eso no lo entiendo, ¿puedes tener dos legados?
 —Si, aunque es complicado. Un legado es el poder que deja un antepasado en tu familia y depende de sus sucesores reclamarlo o no. Mi diario es un objeto que usaba mi antepasada. Cuando pasé su prueba me dejó todas sus recetas para crear medicamentos y varias cosas para proteger a otras personas de la oscuridad.
John abrió el diario y aunque no entendía nada, veía muchos números y anotaciones.
 —Para leerlo necesitarías aprender griego antiguo.
John miró a Guilea con los ojos abiertos.
 —¿Sabes griego antiguo?
 —Si está escrito en el diario sí. Es complicado explicarlo, es como si al tener su legado entiendo a la perfección su lengua de origen.
John asintió con la cabeza y miró de nuevo el diario.
 —Este es el primer tipo de legado. El segundo se basa en la magia, por ejemplo, cuando me encontré con mi segundo antepasado y superé su prueba, me dio como legado su poder de comunicarse con la naturaleza. Se podría decir que mi legado no tiene elemento fijo, pero hay otros que pueden controlar el fuego o el agua.
 —No digas tonterías, tú eres mucho mejor. Si quisieras podrías crear un tsunami o un terremoto.
Guilea tosió antes de continuar.
 —El último tipo es el más... "problemático" por así decirlo. En muy raras ocasiones, el objetivo del legado es el cuerpo mismo. Cuando el antepasado es demasiado poderoso y no es capaz de dejar su legado en un objeto o en el conocimiento de su sucesor, le entrega todo lo que él llegó a ser en el pasado. En ese momento pueden ocurrir tres cosas, la primera es que el sucesor muere ya que el antepasado intenta dárselo todo de golpe, la segunda opción es que su cuerpo no aguante y se transfigura en un monstruo, y la tercera es... bueno... en términos fáciles... se vuelve loco.




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