Infinidad Parte 2 — Oscuridad Sin Límites

Capítulo 39

Mike caminó por media hora antes de encontrar a John estrangulando a una gárgola hasta que convirtió en polvo su cuello.
Al ver a Mike, John levantó la mano y se acercó a él.
—¿Qué haces aquí? Pensaba que estarías enganchado al ordenador.
Mike miró la ropa rota de John por todas partes, con una sola mirada podía adivinar que no había descansado, había estado cazando monstruos sin parar.
—Bueno... se podría decir que me cansé y decidí salir a tomar aire fresco.
John asintió y caminó hacia un zombie que se tambaleaba en una esquina.
Mike apretó los puños, conocía a John desde hace tiempo, por lo que sabía lo que le ocurría. Desde la desaparición de sus padres, hasta la muerte de Guilea, John no había llorado una sola vez.
—¿Cuál crees que puede ser la causa Einstein?
Mike resopló mientras miraba a Liliana que había aparecido a su lado, tomando un cuerpo semi corpóreo.
—La causa es sencilla, le duele el corazón, y no lo culpo por ello, a perdido a demasiadas personas en muy poco tiempo. Ni siquiera sé que ocurriría si se entera de que Lucy está con Omega.
—Bueno... podría decirse así... aunque Omega o Lucy no me preocupan, me preocupa más cuando John se encuentre con su padre de este universo, teniendo en cuenta lo que está arraigado en su alma, tiene que dejar salir ese dolor antes de que se convierta en ira y se enfade.
Mike sabía que Lucy estaba con Omega porque captó en su satélite una imágenes después de que Omega se llevó a Arthur, y gracias a las palabras de Liliana confirmó que llevaba parte de razón.
—¿Qué sugieres para calmarlo?
—Pelea con él... aunque otra opción sería hablar y desatar sus emociones, en cualquier opción es muy posible que...
Mike miró a Liliana, sin dar crédito a lo que escuchó. No iba a pelear con su mejor amigo, pero si que intentaría hablar con él, aunque como cada vez que hablaba con Liliana siempre, se quedaba a mitad de sus palabras y lo dejaba impaciente por saber lo que ella sabía.
—¿Qué es posible?
—Resonancia.
Al ver a Mike sin comprender lo que decía, se lo resumió.
—La Resonancia es la resonancia del alma del mismo ser en todos los universos, cuanto más alta sea, más fuerte se hace el receptor. Guilea intentaba conseguir la mayor resonancia posible en cada universo, aunque nunca consiguió lo que quería.
Mike dejó de mirar a Liliana y miró a John, acercándose a él, mientras tanto, Liliana flotó en el aire y se sentó en un tejado donde podía ver a ambos.
—Aunque nada es seguro, la historia continúa siendo una incógnita... conozco el pasado, pero desconozco el futuro...
Liliana suspiró mientras hablaba consigo misma, luego miró al cielo.
—Sólo puedo rezar al destino para que cuando vayamos al universo original, pueda cambiar el curso de la historia... aunque si sigo las teorías de las paradojas, al estar yo antes de que me encuentren, la historia debería cambiar algo... pero eso me preocupa más... ¿ése cambio será algo bueno... o por el contrario proveerá un destino peor?
Liliana volvió a suspirar y se quitó las lágrimas que salieron de sus ojos, luego miró a John.
—Si no se callara sus sentimientos, su maldición no sería tan potente.
Tras mirar a John, Liliana miró a Mike, ella podía ver a su alrededor una leve aura blanca.
—Aunque en este universo Mike me ha impresionado... pensar que desarrollaría un leve atisbo de Resonancia, aunque eso se debe a que siempre creyó que John era mas fuerte que los demás cuando se enfadaba...
Liliana sonrió brevemente cuando vio que Mike se situó frente a John.

John miró a Mike mientras se interponía entre él y un minotauro.
—Mike, no es por nada, pero le estás dando la espalda a un minotauro, y...
Antes de que pudiera continuar, Mike sacó de su bolsillo una canica negra de plástico que lanzó contra el minotauro. Al romperse, el líquido negro hizo que el minotauro se comprimiera y desapareciera, esa canica negra era la última invención de Mike, la Micro Bomba de Antimateria.
Al ver lo que ocurrió, John miró a Mike esperando una respuesta, pero Mike le habló de algo que no quería oír.
—Han pasado unas semanas... ehh... quizá un poco más ¿has llorado por Guilea? ¿Te has desahogado apropiadamente?
John no respondió a Mike directamente, simplemente lo miró con sus ojos rojos.
—Mike, eres mi amigo... pero te agradecería que no me hicieras recordar cosas desagradables.
Tras esas palabras, John giró y se alejó, aunque Mike siguió hablando con su tono volviéndose cada vez mas agresiva.
—Ahora mismo eres como un idiota, intentas hacerte el fuerte y el machote por el simple hecho de que has conseguido los poderes de un dragón. Pero no todo se soluciona con fuerza bruta, ¿qué coño harás si Uriel, Lucifer o incluso yo mismo morimos? ¿Empezaras a abrasar el puto planeta entero con tus llamas? Eso solo lo haría un puñetero cobarde...
John se detuvo al escuchar a Mike llamarlo "cobarde", por lo que se giró y lo miró.
—¿Y qué demonios se supone que debo hacer? ¿Llorar? ¿Gritar? No... es mejor que intente visitar a Dios y pedirle un deseo, igual que hizo el viejo Pyhryus, con suerte me matarán antes de decir nada.
Los ojos de John seguían siendo rojos, aunque Mike lo miraba, John no esperaba lo que haría Mike en ese momento.
Mike lanzó una patada a las piernas de John, haciendo que cayera al suelo, luego se dejó caer sobre el estómago de John golpeándolo con su codo.
John tosió y se revolvió en el suelo con ganas de vomitar, y sin dejarle recuperarse, Mike le hizo una llave evitando que moviera sus brazos.
—Si haces eso, cometerás el mismo error que hizo tu antepasado. ¿Cómo vas a seguir adelante si no puedes superar una muerte? Dios puede ser omnipotente, pero creo que incluso él tiene sus límites.
John no respondió, pero Mike siguió hablándole.
—¿Cómo vas a seguir adelante si estás hecho un lío? Primero te gustaba Lucy, pero ahora estás así por Guilea. ¿Qué vas a hacer cuando aparezca alguien igual de fuerte que Fenrir, o incluso más fuerte? Te recuerdo que Fenrir te congeló el corazón, si aparece alguien más fuerte ¡¿qué coño vas a hacer?!
John siguió en silencio, aunque Mike pronto se dio cuenta de que las lágrimas salían de los ojos de John.
Mike soltó a John y se levantó del suelo, mirando a Liliana vio que ella le asentía.
—¿Qué se supone que debo hacer Mike?
Cuando Mike recibió la mirada de John, pudo ver que sus ojos rojos habían cambiado por un tono celeste.
—Eso es sencillo, tienes que dominar la forma que usaste contra Adán. La llamaremos Forma Dragón Armado.
John se rió mientras se quitaba las lágrimas de sus ojos y le contestó.
—Eres pésimo en poner nombres ¿lo sabías?
—Déjame, ¿sabes la de tiempo que hace que quiero ponerle nombre a esa forma con armadura? Y ya que estamos, también quiero ponerle nombre a una técnica secreta, será tu arma secreta contra el siguiente cabroncete que aparezca, sólo tendrás que hacerla mientras la gritas a pleno pulmón.
John se quedó en silencio, aunque le gustaba la idea de tener un arma secreta, no le gustaba el hecho de tener que decir el nombre de su técnica cuando la usara, pero teniendo en cuenta los ojos brillantes con los que Mike lo miraba, tenía claro que tendría que aceptar esos términos.




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