Ouroboros sonreía mientras recibía los golpes de Uriel provenientes de diferentes lugares.
En un principio, Ouroboros al poseer a Caín seguía teniendo el rostro de Caín, ahora, la piel en su mayoría se había vuelto un haz luminiscente blanco mientras que sus ojos se volvieron negros.
Uriel, que había estado lanzando golpes implacablemente a Ouroboros, tenía sus puños sangrando. Su don para ver el futuro no funcionaba en Ouroboros, ya que cada vez que lo usaba veía miles de Ouroboros que lo neutralizaban, por lo que decidió luchar por instinto.
—Luci, ¿cómo está Mike?
Uriel habló con serenidad, aunque en su interior estaba bastante alterado, ya que era el único que estaba luchando contra Ouroboros.
—Bien... dentro de lo que cabe...
—¿Tiene alguna idea de cómo eliminarlo?
Mike cogió el auricular de Lucifer y se lo puso en su oído.
—Tengo dos teorías, una mala y otra peor. ¿Cuál quieres escuchar primero?
Uriel respiró profundamente antes de contestar a Mike.
—Cualquiera me vale si las dos sirven.
—La mala es que posiblemente éste jugando antes de eliminar este universo. Y la peor... bueno... quizá, aunque es solo una teoría, pero puede que éste esperando a que llegue nuestro amigo escamoso... o en otras palabras, está esperando a John.
Uriel dio un suspiro frío mientras se quitaba la sangre de sus manos agitándolas en el aire, y volvía a atacar a Ouroboros.
A los ojos de Mike, Ouroboros era el tramposo perfecto, con su Aegis Reverso lograba atrapar a cualquier ser, y con su Aegis le permitía tener una defensa impenetrable. Con solo esas dos habilidades podía ser llamado "fortaleza viviente".
Pero Mike se equivocaba en algo, Aegis no era solo una defensa, era una habilidad tanto defensiva como ofensiva ya que le permitía a Ouroboros tener una piel tan dura como el diamante y si golpea usando Aegis, el resultado sería equiparable al daño que recibió Mike.
Cuando Mike observó a Uriel golpear una y otra vez a Ouroboros, algo le llamó la atención.
—¿Es más rápido?
Lucifer asintió, dándole la razón a Mike.
—No solo es más rápido, su velocidad de reacción también se ha incrementado. Creo que ahora mismo no tiene nada que envidiar al puente de los nórdicos.
Mike no lo entendió, aunque ahora mismo no le importaba otra cosa que quitar de en medio a Ouroboros. Lucifer, en cambio, se quitó el primer botón de su camisa, movió su cuello, haciendo sonar el crujir de sus huesos y sus ojos se tornaron rojos.
—Bien... el problema es cómo demonios me meto sin recibir golpes.
Las palabras de Lucifer no eran vacías, ya que la velocidad de Uriel se incrementaba a un ritmo vertiginoso, habiendo llegado al punto de hacer aparecer tras él varias imágenes residuales que le hacían parecer que atacaba desde cualquier parte.
Lucifer respiró varias veces antes de desplegar sus alas y unirse a su hermano. Efectivamente, nada mas unirse recibió un par de golpes de Uriel, aunque no se lo tomó en cuenta, se la devolvería de alguna forma.
Cuando Uriel vio que su hermano Lucifer se había unido a él, decidió golpear a Ouroboros de frente, dejando a Lucifer la espalda de Ouroboros.
Mike miró a ambos golpear a Ouroboros y tragó su saliva. La velocidad de Lucifer no era comparable a la de Uriel, pero aún así no se quedaba atrás.
—Está claro que ese criajo blanco está en desventaja... ¿por qué puñetas no deja de sonreír?
La sonrisa de Ouroboros solo había desaparecido una vez, cuando Mike lo calificó como un mocoso, el resto del tiempo se mantuvo sonriente cosa que hizo que Mike quisiera borrarla de su cara.
Mike sacó el brazalete de su gabardina y lo miró por unos momentos, quedándose sumido en sus pensamientos.
—¿Y si por un casual...? Pero no debería ser posible... ¿pero y si...?
Mike sacó una nota de papel, en ella solo había escrito un nombre "Sara", se la llevó cuando se movieron al muro creyendo que podría ser importante.
—Por favor... Dios, Shiva, Buda, Jehová, Susanoo, quien puñetas esté ahí arriba... haced que mi teoría se equivoque esta vez.
Mike rezó con las manos juntas antes de romper la nota en cachos.
Cuando la nota se rompió, el sonriente Ouroboros gritó por un segundo, algo que hizo que Mike empezara a maldecir en su interior. En cambio, para Lucifer y Uriel, ese segundo fue una bendición ya que Ouroboros fue vulnerable a sus golpes antes de que volviera a activar su Aegis.
Ouroboros miró a Mike, con la diferencia de que su sonrisa se había torcido.
—Tendré que devorarte primero.
Con un solo y simple paso, Ouroboros llegó al lado de Mike y lo agarró del cuello, levantándolo, su mano restante estaba abierta frente al cuerpo de Mike. Cuando cerró su mano, el espacio a su alrededor se distorsionó antes de que se rompiera como si fuera un cristal, mostrando al otro lado un espacio oscuro.
Lucifer y Uriel, intentaron volar a plena potencia para detener a Ouroboros de lo que estuviera a punto de hacer.
—Distorsión Oscura.
Ouroboros habló, y con sus palabras, el espacio oscuro a través de la fractura se desbordó, cubriendo a Mike en su totalidad y llevándolo al interior de la fractura.
Al absorber a Mike, la fractura siguió abierta, aunque no se volvió a desbordar. Ouroboros miró a Lucifer y a Uriel con una sonrisa y alzó su mano.
—Aegis Reverso.
Lucifer y Uriel fueron encerrados en una cúpula de menor tamaño, pero eso solo significaba que era más duradera.
Ambos golpearon con su cuerpo la cúpula del Aegis Reverso, haciendo que unos cuantos de sus huesos se rompieran por el impacto.
—Ahora... ¿dónde está John?
Lucifer y Uriel miraban impotentes a Ouroboros.
Ninguno se pensaba que John estaba más cerca de lo que creían, y que debido a sus agudos sentidos, escuchó con toda claridad las palabras de Ouroboros. No sabía a quién había tocado, pero fuera quien fuera, John se dirigía allí con sus ojos rojos.