Infinidad Parte 2 — Oscuridad Sin Límites

Capítulo 57

Las gotas de sangre salpicaban el suelo, emergiendo de los puños de Pyhryus.
—Te recordaba mucho mejor. ¿Quizá los años pesan demasiado sobre tus hombros?
Pyhryus apretó sus mandíbulas y golpeó de nuevo el vientre de Lucifer, aunque en última instancia, fue como golpear un muro de hierro, haciendo que el puño de Pyhryus sangrara y se escuchara un crujido.
Cuando miró su puño, Pyhryus vio que los huesos de sus nudillos sobresalían de su piel y escamas, se habían roto del último impacto.
—Sigo diciendo lo mismo... te voy a rostizar pollo asqueroso.
Usando su puño izquierdo, Pyhryus lanzó otro golpe a Lucifer, aunque ni siquiera se inmutó.
—¿Cómo vas a rostizarme si no eres capaz de hacerme daño?
Pyhryus estaba tan concentrado en matar a Lucifer que no recordó que la fortaleza de Lucifer se parecía al Aegis de Ouroboros. Por otra parte, Lucifer pensaba que Pyhryus se había vuelto demasiado débil, éso fue un error de su parte, ya que en realidad Ouroboros estaba intentando adueñarse de su cuerpo y lo estaba fortaleciendo antes de poseerlo.
Con un gran rugido, Pyhryus apretó su puño derecho aguantando el dolor de mover sus huesos rotos y golpeó el rostro de Lucifer. Al retirar su puño, Pyhryus se impresionó al ver que en las mejillas de Lucifer se formaban pequeñas grietas que irradiaban luz blanca.
—No me fastidies... tiene que ser una jodida broma...
Pyhryus se retiró un par de metros de Lucifer. En ese momento, sus ojos se volvieron negros y las grietas en sus mejillas se alargaron.
Pyhryus fue recibido por una sonrisa de Lucifer.
—La última vez ganasteis porque habíais hecho trampa, erais dos contra uno y teníais un arma divina. Ahora estamos parejos... ¿jugamos?
Ouroboros alzó su mano y creó decenas de Hojas de Tinieblas en el aire, haciendo que Pyhryus se olvidara de respirar por unos segundos.
—¡Ni de broma! ¡Ya he sentido esas cosas antes, ni de coña voy a dejar que me toquen de nuevo!
Pyhryus alzó el vuelo y se alejó todo lo posible del lugar donde estaba Ouroboros y sus espadas. Lo que no pensó era que Ouroboros ahora estaba poseyendo al Lucifer de ése universo, por lo que tenía alas y lo podía perseguir en el aire.
Tras volar un par de minutos, Pyhryus estaba a unos 13 kilómetros sobre la tierra, por lo que pensando que no podría perseguirlo dejó escapar un suspiro de alivio y miró hacia abajo.
—¡JA! ¡Chupate ésa niño grande! ¡Ahora esas espadas raras no pueden tocarme!
—¿Seguro?
Al escuchar la voz distorsionada de Lucifer, Pyhryus miró detrás de él, viendo a Ouroboros con sus Hojas de Tinieblas y maldiciendo en su interior su suerte.
Cuando Ouroboros vio que Pyhryus se preparaba para volar de nuevo, alzó su mano.
—Aegis Reverso.
En el instante que terminó de crear su esfera, Pyhryus ya había volado para alejarse, aunque desafortunadamente para el, se estrelló en la pared de la esfera.
Suspirando, Pyhryus miró a Ouroboros seriamente mientras con su mano izquierda recolocaba los huesos rotos de su mano derecha.
—Entonces no me dejas alternativa... tendré que enseñarte que no se juega con tus mayores.
Ouroboros solo sonrió en respuesta antes de lanzarle las Hojas de Tinieblas.
Las espadas atravesaron las alas, las extremidades y el torso de Pyhryus, aunque él solo miró a Ouroboros, aguantando el dolor que le producía cuando el aura oscura de las espadas se introducía en su cuerpo.
—¿Has terminado?
Ouroboros sonrió y alzó su mano, formando otras decenas de Hojas de Tinieblas, aunque esta vez, todas se fundieron y convergieron en su mano, formando una espada de unos cinco metros.
—Degollador de Tinieblas.
Pyhryus resopló, aunque no movió ni un músculo.
—¿Todos tenéis el mismo sentido estúpido de decir cosas raras? Aunque en tu caso lo comprendo... eres un niño mal criado.
Pyhryus habló con una sonrisa que se acentuó cuando llamó a Ouroboros "niño".
Con un tic nervioso, Ouroboros hizo aterrizar la gigantesca espada en el cuerpo de Pyhryus, aunque en ese momento, la sonrisa de Ouroboros desapareció de su rostro. El filo del Degollador de Tinieblas, que aterrizó en el hombro derecho de Pyhryus, no fue capaz de cortar a través de sus escamas negras.
—Ése es tu límite.
Pyhryus habló con una sonrisa mientras aguantaba el dolor.
Ouroboros tembló, ya que sabía a qué se refería Pyhryus cuando le dijo que había llegado a su límite. No podía usar todo su poder en un cuerpo que no le pertenecía, y el cuerpo de Lucifer no era como el de Caín, si usaba demasiado de su verdadera fuerza el cuerpo podría quebrarse y morir.
Pyhryus sujetó la hoja con su mano izquierda y la atravesó con sus garras antes de tirar de ella, haciendo que Ouroboros volara hacia él. Cuando se acercó lo suficiente, Pyhryus apretó su puño derecho y golpeó el vientre de Ouroboros.
Al ver como Ouroboros soltaba la espada y se sujetaba con ambas manos su estómago, Pyhryus sonrió y golpeó su sien, enviando a Ouroboros al suelo, aunque estaba la barrera, mientras que las alas de Ouroboros intentaban evitar que perdiera altura.
Antes de que Ouroboros pudiera reaccionar, Pyhryus se había lanzado contra él con su puño derecho impactando en su espalda. Mientras que las alas de Ouroboros se movían para volar, Pyhryus usaba su cola y su mano izquierda para retenerlas, por lo que Ouroboros no pudo usarlas y en última instancia, su cuerpo impulsado por Pyhryus golpeó la parte inferior de la barrera, haciendo que escupiera una gran bocanada de sangre y perdiera el sentido levemente.
—Todavía no mequetrefe.
Pyhryus agarró con su mano derecha la cabeza de Ouroboros y comenzó a golpearla en la barrera.
Al cabo de unas decenas de golpes, la barrera se agrietó, por lo que Pyhryus aprovechó ese momento para golpear con toda su fuerza la cabeza de Ouroboros contra ella. Con un enorme crujido, la barrera se rompió, y Pyhryus siguió agarrando la cabeza de Ouroboros mientras agregaba velocidad en el descenso.
Al llegar a tierra firme, y siguiendo la fuerza de la gravedad, Pyhryus impactó la cabeza de Ouroboros contra el suelo, formando una enorme grieta y una corriente de aire que barrió toda la zona.
El cuerpo de Lucifer no se movía, por lo que Ouroboros ya no lo poseía, algo que hizo que Pyhryus respirara tranquilo.
Pyhryus miró las espadas en su cuerpo, que se desvanecían poco a poco, y sus heridas.
—Espero que sea la última vez que veo a ese crío fantasma...
Pyhryus, cansado tanto física como mentalmente, se desplomó en el suelo inconsciente.
Del cuerpo de Lucifer emergió una figura translúcida, si Mike estuviera aquí lo habría reconocido, ya que era la verdadera forma de Ouroboros.
—Pensar que existe un monstruo tan aterrador que puede hacerme frente sólo... aunque no me extraña... mamá te creó específicamente para matarme...
Ouroboros intentó tocar a Pyhryus, aunque su mano junto al resto de su cuerpo se desvaneció en el aire.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.