Infinitamente enamorada.

|Capítulo 23|

Ha pasado más de 1mes, hoy cumplo 5meses con Esteban, ¡qué rápido pasa el tiempo!

Han sido 5meses llenos de peleas y celos pero también han sido 5meses de besos, de amor, de reconciliaciones «peleamos por cosas absurdas», de entrega incondicional, de romanticismo puro y sincero.

Han sido meses en donde he aprendido a querer todas las virtudes de Esteban, incluso cada pequeño defecto.

Él se ha convertido en mi confidente, mi mejor amigo, mi enfermero, mi guarura, mi compañero de aventuras, mi consejero, mi pintor, mi cantante... ¡Mi todo!

Me encanta poder encontrar todo en un sólo chico, ha logrado enamorarme, sacarme sonrisas y a diario me ha demostrado que realmente me quiere.

Amo poder contar con él cuando las cosas vayan mal, cuando algo me moleste, me frustre o me entristezca, él siempre está dispuesto a alegrar mis días.

Mi chico pasará por mí en la tarde y pasaremos el fin de semana juntos, celebrando nuestros primeros 5meses, ambos sabemos que no es mucho tiempo el que llevamos juntos pero también nos parece infinito pues no pensamos que lo nuestro pudiera suceder y mucho menos durar lo que ha durado.

Luego de un largo día en la universidad llegué a casa, me di una ducha con agua helada para refrescar todo mi ser, me sequé mi cabello, me lo planché y me coloqué una bandana de mezclilla.

Con la toalla enredada en mi cuerpo busqué que ponerme en mi closet, opté por ponerme una blusa roja con rayas negras, una falda de mezclilla a la rodilla y unos botines del mismo color de la blusa, en esta ocasión no me coloqué mallas como de costumbre porque el calor está terrible.

Hice una pequeña maleta donde guardé cosas de aseo personal y algunos cambios de ropa.

Esteban 3:15pm

Buenas tardes, cielo, en 5min llego... Te amo

Coloqué mis aretes, mi perfume ya estaba lista así que bajé a la sala a esperarlo.

Llegó y tocó el timbre desesperado.

—Hola, bonita, ¡felices 5meses!

—Hola —tartamudeé por lo guapo que se miraba.

Vestía unos jeans negros, unos vans guindas y una camiseta del mismo color arremangada.

—¡Te miras hermosísima, bomboncito! —estampó sus labios con los míos.

—Tú te miras más guapo que de costumbre —dejé besos por todo su rostro.

—Eres tan hermosa en todos los aspectos —suspiró —te amo.

—¡Me encantas! —me besó.

—¿Estás lista, mi niña?

—Sí, corazón.

Me abrió la puerta para que entrara al auto, lo encendió y comenzó a manejar por una carretera que no conocía.

—¿A dónde iremos?

—Es una súper sorpresa, bomboncito.

—Dime, flaquito.

—Pronto sabrás, cielo —acariciaba mis piernas desnudas y comencé a reírme —¿qué pasa cielo? —desplegó una leve sonrisa.

—Es mi punto débil —seguí riendo.

—¿Acaso podrías ser más tierna? —me sonroje.

—Ni siquiera lo soy.

—Si lo eres, mi niña —me enseñó la lengua.

**Esteban.**

*Encendí la radio, mi chica comenzó a tararear la canción y a mover su pequeño pero hermoso y provocador cuerpo.

Cada que tenía que hacer un cambio en el auto, soltaba su mano y ella la escondía porque según ella estaba sudando, así que le aumenté la intensidad al aire acondicionado y noté que sus piernitas temblaban.

—¿Te dio frío, bomboncito?

—Poquito —acarició sus sensuales piernas.

—¿Quieres que le baje al aire, chiquita?

—No, corazón, podemos derretirnos.

Orillé el auto y le di una sudadera que tenía en la parte de atrás, abrigué sus piernas y ella suspiró al terminar de hacer esa acción.

—¿Qué pasa, cielo?

—Sé que eres el indicado porque me proteges como si fuese una bebé —¡es una ternura de mujer, por eso la amo!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.