|Capítulo 30|

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Sin más que decir, disfruten el capítulo, bomboncitos.  ❣

* * *

Desperté en la madrugada debido al calor que sentía todo mi cuerpo, me levanté, encendí la refrigeración de la habitación y me lancé a dormir nuevamente hasta despertarme casi a medio día.

Con mucha pereza bajé a desayunar frotándome los ojos, desayuné granola con frutos rojos, yogurt y miel.

Subí a mi habitación a mirar una de mis series favoritas y luego de 4 capítulos mi alarma sonó para que empezara a alistarme.

Me di una ducha al ritmo de mis canciones favoritas, me sequé el cabello, lo ondulé y caí en cuenta de lo rápido que me creció.

Ya tenía listo el outfit con mucha anticipación «gracias a Perla», me coloqué unos aretes sencillos negros, un collar fino y unas plataformas del mismo color, me delineé un poco los ojos, me coloqué máscara de pestañas, decidí pintarme los labios rojos, me eché perfume y Esteban ya estaba fuera esperándome.

—¿Acaso quieres matarme, bomboncito?

—No, flaquito.

—Cielo, te dije que no te arreglaras —habló frustrado.

—No estoy arreglada.

—Parece que vas a una gala.

—No es para tanto —reí.

—Lo que sí, es que te miras guapísima, como siempre mi amor, eres la niña más bella de toda la ciudad, de todo el país incluso del universo.

—No exageres, corazón —entrecerré los ojos.

—Sólo hablo con la verdad, bonita —dejó un pequeño beso en mis labios.

—Ya te embarré —limpié sus labios con el dorso de mi mano.

—No me gusta que te pongas color en los labios, nunca dejas que bese bien, bomboncito —frunció el ceño.

—Esa es la intención.

—¡Amor! —reímos al unísono y entramos al auto —¿sabes qué pasó, bomboncito?

—No, flaquito. ¿Qué sucedió?

—Rodrigo me buscó —la felicidad con la que hablaba era muy notoria, Esteban podrá llegar a ser muy explosivo y golpear a quien se le ponga encima «sí, incluso a su hermano» pero tiene unos sentimientos de oro, es como un pequeño pollito amando a todos sus hermanitos, alguna vez escuché que te fijaras en un hombre que cuidara, respetara y amara a su madre, pues demostraba lo que podía amarte, respetarte y cuidarte como pareja y pese a que Esteban no hizo eso con su madre «por obvias razones» lo hizo con su familia, mi chico se desvive por sus hermanos y por su papá, eso me enloquece —Perla le contó la verdad de lo que sucedió aquella noche y me pidió perdón.

—Me da muchísimo gusto, Esteban, ustedes resolverían sus problemas porque el amor de hermanos que se tienen es más grande que cualquier otro.

—Katherine.

—¿Qué pasa?

—No sabes lo mucho que te amo. Se siente increíble tener tu apoyo ante cualquier situación, cualquier adversidad, confías en mí y en lo positivo que puedo llegar a ser, me das motivos para luchar día a día por ti y no dejarte ir. Te amo con tu lado bueno, malo, feo, bonito, raro, aburrido, cariñoso, superficial, cariñoso, intelectual, torpe, gruñón, indiferente, triste y alegre. Besaría cada una de tus facetas y las tomaría de la mano para salir a caminar. ¡Lo que hay entre nosotros no es amor, es inmortalidad, de eso estoy seguro!

—¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía…eres tú, Esteban.

—¡Joder!

—Gustavo Adolfo Bécquer.

—¿Por qué te sabes tantas citas textuales tan románticas, amor?

—Porque sé que en algún momento las opacarás con tu manera de hablar, con tu manera de expresar lo que sientes por mí, ¿sabes?, antes no quería que abrieras tu boca si no me harías sentir lo que saliese de ella, ahora sé que todo es real.