Iniciativa Oblivion: Paranormal

Pergamino Zeta 002: Verdaderos Demonios.

Me encontraba recostada muy cómoda sobre un sillón de terciopelo rojo sacándome algunas fotos con mi celular, después de haber sacado cinco fotos comencé a revisar con detenimiento a cada una para ver cuál sería la mejor para subir –Hmmmm esta no –procedí a eliminar una –Hmmmm esta estaría buena, pero me salió esa arruga al entrecerrar los ojos –otra que también se fue eliminada.

Antes de pasar a la tercera foto el par de puertas de la habitación se abrió y varias personas de aspecto anciano entraron vistiendo las típicas túnicas de la orden –Surgió una emergencia imprevista señorita. Se ha detectado la presencia de un Glypti en los terrenos fuera de la Barrera Esmeralda –informo una de las personas.

Deje mi celular a un costado para ponerme de pie -¿Cómo fue que entro en primer lugar? Los sellos de protección deberían estar activos.

-No lo sabemos señorita, pero si lo hizo creemos que llego sellado en algún objeto mágico y posteriormente fue liberado dentro.

Nada podría pasar nuestro sistema de defensa, así que esa era la única opción, pero sería demasiado raro que alguien quiera atacar este lugar ya que era simplemente imposible –Esta bien, envíen a algunos miembros de rango maestro a retenerlo.

Los ancianos y ancianas mantuvieron expresiones de preocupación –Los análisis del Thelema que posee indican que se trata de un ser muy poderoso, creíamos que lo mejor era que usted se encargue personalmente. Por favor.

Un suspiro salió de mi boca y acto seguido observe mi celular, podía continuar con las fotos más tarde –Esta bien, iré a encargarme ahora.

Todos los monjes y monjas se inclinaron para hablar al unísono -Muchísimas gracias señorita Samara –dejando de lado ese detalle me prepare para salir. Si me lo pidieron a mí en vez de a algún miembro de rango Gran Maestro eso significa que sería un oponente peligroso.

-----O-----

Podía sentir como todo el tiempo se había detenido a mí alrededor, mis manos no dejaban de temblar y un sudor helado comenzó a recorrer todo mi cuerpo. Desde que ese libro cayó al suelo y esa extraña persona salió del interior mi ansiedad no había hecho más que crecer sin control, y mi cabeza comenzaba a dolerme mucho por eso.

-En realidad mi especie es conocida por el universo como Glyptis –escucharlo decir eso me hizo sentir como el tiempo avanzaba un poco, aunque me descoloco completamente al no entender a qué se refería –Pero la cultura del planeta tierra comenzó a llamarnos de esa forma y lo adoptaron en su cultura. Deduzco que me encuentro allí entonces.

Esa extraña entidad de piel color marrón claro comenzó a mover sus alas de murciélago para analizar el campus que lo rodeaba y termino clavando su vista en mi –El grimorio está abierto y eres la única persona cerca, como no te desintegraste veo que tú te vinculaste al libro.

-¿Qué yo que…?

Comenzando a observar sus uñas pintadas de negro esa ¿persona? Ignoro mi pregunta –La verdad que este es un planeta de mierda, aunque después de estar decenas de décadas encerrado en esa aburrida biblioteca baje mis estándares. Así que tengo que ponerme al día –con mucha emoción ese ser comenzó a dar vueltas en círculos como si estuviera dentro de una piscina y acto seguido simplemente se marchó volando.

Observar cómo ese ser de apariencia humanoide desapareció agitando sus alas de murciélago y moviendo su cola puntiaguda como un gato me provoco tranquilidad. Mis manos dejaron de temblar y pude limpiarme el sudor, aunque lamentablemente eso no duro mucho tiempo.

-¡Ahí estas! Maldito desgraciado te voy a matar –grito una voz femenina furiosa a mis espaldas.

Gire mi cabeza para ver a esa chica de cabello negro liso con las puntas onduladas acercarse a mí con sus dos manos formando puños, mi cabeza todavía estaba procesando todo lo que había sucedido, así que me limite a aceptar y recibir el castigo que merecía. Aunque repentinamente toda la furia que expresaba su rostro desapareció, similar a que alguien chasqueara los dedos y esos sentimientos se volvieran polvo para que se los llevara el viento.

Viendo la dirección en la que apuntaba su mirada pude percatarme de que estaba analizando algo, ella observaba el libro abierto y tirado a mis pies para después verme a mí –Tu… ¿Abriste el libro o fue alguien más?

-Ehmmmm, yo ¿Lo hice?

Ignorando mi presencia por un momento, Maricruz me rodeo para acercarse al libro, ella parecía estar pensando unas cosas en su cabeza y acto seguido se agacho para tomarlo en sus manos. Antes de poder reincorporarse de pie un fuerte grito salió de su boca y el libro volvió a caer al suelo, observe el césped que lo rodeaba y este comenzó a quemarse, después vi sus manos que estaban lastimadas como si las hubiera puesto demasiado cerca de una fogata como para quemarse.

Con molestia ella bruscamente me agarro del brazo y me obligo a tocar las páginas del libro –Ahora hazlo tú –ordeno contra mi voluntad. Yo cerré los ojos, temeroso de que me pasara lo mismo, pero unos segundos los volví a abrir y todo seguía igual.

Todavía más molesta de confirmar sus dudas ella me soltó de golpe el brazo para comenzar a tirarse del cabello –Llevo tres días intentando vincularme con el grimorio desde que complete mi misión de ir a buscarlo ¿Y tú lo lograste mientras estaba en el baño? – Haciendo una rabieta como si se tratara de una niña pequeña ella comenzó a pisar el suelo con fuerza –No es justo, no es justo, no es justo –con sus dos manos ella me levanto del cuello de mi ropa - ¿Cómo lo lograste? ¿También eres un talentoso usuario de las artes místicas y arcanas? Que estúpida me siento por haberme dejado engañar por alguien como tú – y concluyo empujándome para caer al suelo con mi trasero amortiguando el golpe.

Parecía que Maricruz ya se relajó un poco por lo que aproveche para poder hablar –Disculpa, pero no sé de qué me estás hablando, yo no entiendo nada de todo esto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.