Iniciativa Oblivion: Paranormal

Pergamino Eta 006: Sentimientos llenos de mentiras.

Después de correr y buscar por todos los lugares logre encontrar y seguir el rastro de ese inútil traidor y manipulador Bellarmy hasta un shopping no muy lejos de nuestro enfrentamiento en el parque. Sin perder tiempo ingrese en el lugar y para mi sorpresa este estaba extrañamente vacío, incluso más de lo que uno esperaría para un día laboral en la mañana y después de caminar por los corredores del edificio logre encontrar la causa de todo eso. En el centro del shopping se encontraba un patio de comidas rodeado de muchos locales de alimentos, pero ahora todo estaba vacío y una gigantesca cúpula de fuego arcano cubría todo el patio de comidas.

Estaba sorprendida al ver la magnitud de ese hechizo, ya que solo alguien con el rango de gran maestro o superior sería capaz de hacerlo y Astur no era capaz de hacer eso, así que debía tratarse de alguien más.

-Maldición –dije acercándome a la cúpula –Esto es malo, un enfrentamiento ilegal se está llevando a cabo en un lugar público –observé a mi costado y todas las personas habían escapado aterradas a excepción de un tipo con lentes que graba con la cámara de su celular lo que sucedía. Sin dudarlo me acerqué a él y rompí su teléfono para acabar con la evidencia.

-Oye.

-Lárgate de aquí ¿No ves que corres peligro? Idiota.

Mas asustado por mí que por lo que sucedía el tipo se fue corriendo, entonces procedí a sacar una esfera de cristal de mi bolsillo –Contactándome con la Orden Fossanova, tenemos un problema en el shopping cerca de la universidad. Comuníquense con el Departamento de Asuntos Sobrenaturales para que nos ayuden a borrar toda la evidencia de este incidente que se suba a internet y manden refuerzos del grado de maestros o superiores, esto no huele nada bien – terminando de hablarle a la esfera de cristal decidí aplastarla con mi puño hasta que esta se transformó en polvo y todos sus pedazos salieron volando por una corriente de aire rumbo a la Universidad Consagrada Nacional.

Después de asegurarme de que ningún otro civil se encontrara en peligro hice aparecer dos de mis dagas para golpearlas contra la barrera hecha de fuego arcano –Esto es inútil, no voy a poder romperla –y, aun así, contradiciendo a mis palabras seguía intentando e intentando inútilmente entrar.

<No sé quién coloco esta barrera, pero Astur está dentro y puede estar bajo mucho peligro, debo entrar como sea y ayudarlo> podría intentar hacer un complejo encantamiento, pero no poseo el conocimiento o Thelema suficiente como para hacerlo funcionar. Podría usar mi transformación de valkiria, aunque eso generaría demasiados daños colaterales y podría dañar civiles, no es una buena idea.

Sin rendirme continúe y continúe golpeando el muro de fuego arremolinado intentando entrar sin éxito, y justo cuando estaba sintiendo el cansancio para rendirme algo sucedió. El fuego simplemente comenzó a diezmar hasta desaparecer por completo <Alguien acabo con el hechizo desde el interior ¿Habrá sido Astur?> observé el patio de comidas y me encontré con una recluta nueva de la Iniciativa Oblivion que entro hace poco tirada en el suelo llorando, cerca estaba ese civil que acompañaba al señor Bellarmy y más lejos estaba ¡Astur! Flotaba en medio del aire aprisionado por una cadena de energía amarilla que terminaba en esa bruja, no era cualquier bruja, reconocí al instante de quien se trataba. Era una de las cabezas del aquelarre que es nuestro principal oponente.

Actuando de inmediato lance una de las dagas que tenía en mi mano para romper las cadenas que aprisionaban a mi amigo y cuando este estuvo por caer al suelo fui lo más rápido que pude para salvarlo.

La bruja me miró fijamente para analizarme –Detecto algo en ti – comento -¿Elegida por una Valkiria quizás? Maldición, esto acaba de complicarse más.

Cabello corto de color azul oscuro, esas líneas negras que atravesaban verticalmente sus ojos y el tatuaje de un triángulo en su frente con una perla incrustada en el centro; sabía perfectamente de quien se trataba y no iba perdonar lo que estaba intentando hacerle a mi amigo -Pagaras por lo que hiciste y vendrás conmigo para ser juzgada por tus crímenes Madame Blavatsky, una de las madres del aquelarre Zugarramurdi.

Por suerte me había encontrado con la más débil de todas las madres del aquelarre, pero aun así ese no era motivo para subestimarla ya que sus habilidades de ilusión y engaño eran demasiado grandes. Ella comenzó a reírse ante mi declaración y en su lugar observe al chico que cargaba entre mis brazos -¿Estas bien? –pregunte.

Me asintió con su cabeza –Gracias.

Deje que él se parara en el suelo para ponerme por delante y así protegerlo –No te alejes de mi –ordene.

-Oh ¿Así que ibas en serio? Me llevare a ese niño, aunque sea atravesando tu cadáver valkiria.

Lamentablemente en lo que respecta al uso de las artes místicas y arcanas yo soy una simple humana sin grandes dotes en la hechicería, pero puedo compensar esa falta con gran destreza y habilidad física. Además, para tapar mi debilidad utilizo dagas con hechizos gravados en sus hojas y que están impregnadas ya con Thelema, lo único que debo hacer es agregarle un poquito más de mi Thelema para que este sea el suficiente para activar el hechizo.

La bruja y yo intercambiamos miradas por un momento, aunque ella me observaba, yo sabía que lo que realmente quería era al chico a mis espaldas. Y nunca jamás permitiría que ella lo volviera a tocar, lance una de mis dagas directo a su rostro y a la par apunte otra a sus pies. Les otorgue mi energía en medio del vuelo y la primera se activó generando una gran explosión, mientras que la segundo se clavó en el suelo en sus pies y al activarse comenzaron a brotan gruesas raíces que rompieron el suelo para enredarse alrededor de ella.

El humo de la explosión se disipo y parecía que la había atrapado, aunque todo su cuerpo se transformó en plumas negras y su figura volvió a materializarse a un lado mío. Sin perder un segundo de tiempo hice aparecer otra daga para intentar clavársela en su cuello, aunque esta bruja volvió a desaparecer y reaparecer a mi otro lado. Esta vez intente hacerla caer usando mi pie, aunque fue inútil porque volvió a transformarse en plumas negras qua cayeron al suelo.




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