Después de que todos se fueron la entidad gigante conocida como el Arconte de Basileus regreso a su rutina cotidiana de todos los días. El lugar donde se encontraba encerrado tenía muchas comodidades adecuadas a su tamaño, las cuales incluían: Un sillón gigantesco para que pudiera sentarse, una chimenea, una radio, una televisión de pantalla plana gigante y una gran cantidad de libros, revistas y diarios.
Hoy en especial él tenía el objetivo de completar al menos diez juegos de la memoria entre los que había, crucigramas, sudokus, adivinanzas, entre otros más, pero antes de llegar a esa sección del diario, el gigantesco ser de escamas negras primero leía curioso las noticias de lo que sucedió ayer en esta cierta ciudad de Portugal.
Aquella entidad cuya apariencia era una burla de su antigua gloria cósmica pasaba las páginas del diario saltando de noticia en noticia hasta encontrar una que realmente le llamara la atención, fue en ese momento cuando el primigenio se detuvo para leer un artículo en particular –Ya pasaron siete días desde que aquel restaurante de 5 estrellas exploto por una fuga de gas. La campaña de concientización al público continua y no es para menos tomando en cuenta toda la gente que murió esa noche –llevando una de sus manos para acariciar sus tentáculos el Arconte de Basileus comenzó a pensar –Tendría que comentarle este dato a Samara para que su equipo tenga precaución con estas y no pase otro incidente igual.
Los largos tentáculos pegajosos y negros que brotaban de la parte inferior de la entidad escamosa de cinco metros de alto comenzaron a moverse violentamente, sumado a esto sus alas se abrieron y se movieron en un intento de salir volando del lugar. En consecuencia, la entidad chocó contra el techo de su jaula de contención sacudiendo todo el lugar, la esencia corrosiva que estaba contenida dentro de su cuerpo comenzó a tomar el control y a controlar el cuerpo del ser Primigenio.
Aun contenida dentro de su cuerpo la esencia intentaba controlar al ser para liberarse de su prisión y continuar su misión, al no poder escapar volando debido a que choco con el sello de protección a este ser le llamo la atención los cuatro pilares y las cadenas. Su brillo, aunque dorado, no iluminaba tanto como antes, y aprovechando esto la enorme criatura se fue corriendo para comenzar a golpear con todas sus fuerzas la fuente de poder del sello. Una barrera de protección aparecía con cada golpe que daba, pero, aun así, su fuerza era tal que lograron escucharse pequeños crujidos de las cadenas y estas perdieron todavía aún más su brillo.
Una pequeña grieta se había formado y un poco de sustancia negra se separó del cuerpo del Arconte para escapar por esa grieta en las cadenas antes de que la barrera la tapara, cada vez era más fácil crear brechas en su jaula de contención y en cuestión de poco tiempo el Arconte de Basileus lograría liberarse por completo para continuar con su función.
Antes de poder seguir golpeando la fuente de su encierro el gigantesco puño negro se detuvo en seco, la conciencia del ser primigenio volvió a retomar el control de su cuerpo. Observo confundido la situación antes de volver a sentarse para comenzar a resolver juegos de la memoria lleno de preocupación, tenía que mantener su personalidad fuerte y dominante entrenándola con lo que sea para que dé ese motivo no pudiera perder el control ante la infección que contenía en su cuerpo –Apresúrense Iniciativa Oblivon –susurro para sí mismo.
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El colectivo iba lo más rápido que un colectivo podía llegar a ir, deteniéndose cada cierta cantidad de cuadras en sus respectivas paradas al igual que en los semáforos en rojo y a una velocidad relucida. Me encontraba sentado en el final del vehículo, estaba apoyado en una ventana observando el camino mientras que a mi izquierda estaba Maricruz y más a la izquierda Raguel oculta en su forma humana.
Casi todos los demás pasajeros del colectivo estaban atónitos observando a la chica de pollera corta amarilla con rayas blancas, una camisa blanca con rayas amarillas y largos guantes en sus manos que llegaban hasta sus codos. Como había sucedido con Samael y Remiel en el pasado, me habían explicado que sus presencias celestiales llamaban inevitablemente la atención y eso quedaba presente aquí ocurriendo lo mismo con la supuesta “Guardiana de la Tierra”
Mi compañera acerco su cabeza a mi cuerpo – ¿Qué sucede Damien? No te veo tan motivado como sueles estarlo.
Para dejar todavía más en claro mi frustración solté un pesado suspiro y me separé de la ventana para ver a mi amiga –Estamos en una misión importante para salvar la realidad y a ese fenómeno esencia raro ¿Por qué vamos en un colectivo? Deberíamos ir en un camino blindado sin perder tiempo o algo así.
-Ya sabes que Samara se llevó el vehículo junto a Ciceron y Aedos, además de que el D.A.P no tiene tantos recursos tecnológicos y presupuesto como el D.A.S ya que utilizan la “magia” para casi todo.
Escuchar esa respuesta no me satisfacía, así que regresé a apoyar mi cabeza sobre mi brazo para observar el paisaje del otro lado de la ventana con el colectivo en movimiento, sin embargo, antes solté un último comentario –Raguel se supone que eres un ángel. Deberías poder teletransportarnos hacia cada campana en un santiamén y listo.
Como era de esperar la chica de cabello rubio dorado hasta las rodillas y ojos verdes claros como manzanas se puso exageradamente nerviosa, como si la estuviera retando agresivamente –Ehm…lo que sucede es que…eh…realizar El Sonar consume muchísimo de mi Thelema…oh… necesito recargarlo, lo siento –contesto observando al suelo con el rostro colorado y chocando sus dos dedos índices. Tampoco podía depender de Maricruz para hacer ese hechizo ya que era algo todavía muy complicado para ella y no poseía energía suficiente en su cuerpo.
Lo que ella dijo fue como la cereza del postre, solo me desilusione todavía más y ya no tenía ganas de llevar a cabo esta misión que en un principio me plantearon como súper importante. Ahora solo quería acabar rápido para poder irme a hacer cualquier otra cosa más productiva para mí –Vaya amenaza cósmica, me vendieron humo –susurre para mí mismo.
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Editado: 12.02.2022